Analista Económico en Libertad y Progreso.
IPROFESIONAL – En la City se encendieron las alarmas. El dólar blue se despertó en los últimos días, para acumular varias ruedas al alza, y llegar a un precio de $143.
Si bien el incremento de su valor fue bajo y no sufrió un movimiento muy brusco, debido a que está muy lejos de los $195 que tocó en octubre del año pasado, la preocupación de los analistas se sitúa, en especial, por el cambio del estado de situación.
Para los economistas, “cierre de actividades” es sinónimo de mayor emisión (para sostener a los sectores en crisis y personas sin ingresos), más inflación y caída de los ingresos por recaudación de impuestos. Esto, advierten, puede pegar de lleno en las expectativas.
Tal como inforamra iProfesional, Gabriel Caamaño, economista y socio gerente de Consultora Ledesma, anticipó que “un cierre mayor de la actividad económica traerá en un corto plazo una mayor demanda precautoria de pesos porque la gente no sabe cuándo y cómo va a cobrar” y por eso prevé que tratará de adquirir más pesos para tener disponibles en su cuenta bancaria.
“Eso, en el corto plazo, juega a favor del mercado cambiario. Pero, a la larga, como se requiere un mayor gasto fiscal y va a caer la recaudación por el parate económico, es posible que veamos una mayor emisión de pesos“, describe.
Así, anticipa que a la larga complicará las posibilidades de control de la inflación, como sucedió el año pasado y agrega que, “si eso se combina con un mayor endurecimiento del mercado de cambios, el efecto puede ser aún peor porque se podría alentar mayor volumen al dólar blue“.
Por lo pronto, la inversión del Gobierno prevista para el Refuerzo de $15.000 que abonará ANSES será de casi 15 mil millones de pesos. Y se trata solo de la primera etapa.
También, preocupa el contexto general: el billete estadounidense había ganado una pax cambiaria en la plaza informal, provocada, en parte, por el alza del precio de los commodities. Ahora, en tan sólo una semana, subió cuatro pesos tras tocar un mínimo de $139.
El temor que ronda entre los analistas es que el movimiento experimentado por el precio del blue en las últimas jornadas sea un detonador, un precedente de recalentamiento cambiario en la previa electoral, en medio de un contexto económico y político lleno de incertidumbres.
Sobre todo, ante la complicación económica generada como consecuencia del peor panorama sanitario, donde el aumento de casos de Covid-19 restringe varias actividades.
A ello se les suman otras “alarmas” que empiezan a sonar, y que pueden modificar el panorama cambiario.
En principio, cabe recordar que la suba de las cotizaciones de las materias primas “fue una ´bendición´, ya que hizo que el Banco Central pudiese, aunque sea, no seguir perdiendo reservas y acumular algunos dólares, que van a ser necesarios en la segunda mitad del año“, resume a iProfesional Diego Piccardo, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
A su vez, este experto destaca que la autoridad monetaria pudo mantener “a raya” a los dólares financieros, mediante la compraventa de bonos.
“Esta acción explica por qué las reservas no subieron tanto como las compras que hizo el BCRA de los dólares del campo”, aclara Piccardo.En los últimos días el precio del dólar blue subió de $139 a $143 y en el mercado algunos temen que sea un precedente para iniciar un camino alcista.
Otra cuestión que ayudó a que no suban los dólares paralelos hasta hace unos días, según el economista, fue el pago del impuesto a la riqueza, que hizo que aquellos que tienen que pagar dicho gravamen, “ofrecieran sus dólares en el mercado libre para obtener los pesos que requieren para pagar el tributo. El vencimiento del impuesto fue a fines de marzo”, detalla.
En resumen, esto implica que dos de los factores que hicieron que el dólar esté calmado hasta ahora, “se irán diluyendo a medida que nos vayamos del período de cosecha gruesa y el pago del impuesto (que ya venció)”, enfatiza Piccardo.
Panorama que ayuda al alza del blue
A lo mencionado se les suman las enormes necesidades de financiamiento crecientes.
“El Ministro Martín Guzmán muestra que no tiene el poder necesario para hacer la baja del déficit fiscal, algo que daba a entender que iba a hacer”, alerta Piccardo.
Y agrega: “Esto queda claro en la cuestión tarifaria, ya que él sostenía que los subsidios energéticos iba a permanecer en 1,7% del PBI, lo que implicaba aumentos del orden del 30%. Pero en los últimos días se anunciaron subas del 7%, que son insuficientes para la meta del ministro. Esta inacción fiscal, implica más necesidades de financiamiento”.
A esto se suma, claro, la necesidad de inyectar más pesos como parte del paquete de ayuda que dará ANSES.
En consecuencia, tener más necesidades de financiamiento, dado el mercado de capitales local, implica más asistencia del Banco Central al Tesoro, por emisión o por deuda remunerada.
“Cualquiera de las dos fuentes de asistencia del BCRA, implica que la expectativa de depreciación del peso va a subir, haciendo que la huida del peso crezca y se vea reflejado en el dólar blue“, advierte Piccardo.
Además, existe un factor ineludible en Argentina, las elecciones siempre llegan a poner el condimento político a la situación cambiaria.
“Como en todo año electoral, todos se sienten más cómodos esperando los resultados con los dólares bajo el colchón, en vez de tener los pesos en el banco. La incertidumbre alimenta el miedo a estar en pesos“, resalta Piccardo.
Ni hablar de las nuevas restricciones que se están anunciando con la profundización de la pandemia, y que podrían frenar el rebote económico.Para los economistas, existen varios fundamentos que pueden justificar un camino ascendente del dólar para las próximas semanas.
“Muchos sectores pujarán por los subsidios y cheques del Estado, que Guzmán tratará de retener lo más posible, pero alguna ayuda seguramente habrá. En definitiva, es año electoral y el Gobierno no es de aquellos que se ponen duros en cuestiones fiscales, ni mucho menos”, concluye este economista.
Como si fuera poco, se da por sentado que antes de las elecciones no se realizará un acuerdo con el FMI, hecho que podría haber traído un poco más de certidumbre al mercado, ya que se iba a tener que implementar en la economía algunas de las directrices del Fondo Monetario, para ayudar a ordenar los números.
Entonces, al posponer este tratado, “el Gobierno inyecta más incertidumbre, presionando al mercado cambiario“, finaliza Piccardo.-