Consejero Académico de Libertad y Progreso
CATO – Carlos Rodríguez Braun reseña el libro de Carlos Malamud acerca de cómo el chavismo manipuló la figura de Bolívar para presentarlo como un precursor del antiimperialismo y del socialismo del siglo XXI.
El 27 de septiembre de 1822, Simón Bolívar le escribió a Jeremías Bentham, el célebre jurisconsulto inglés, influyente en España y América en esa época: “He atribuido mi entusiasmo al Sr. Bentham y espero que el Sr. Bentham me acepte como uno de sus discípulos, dado que como consecuencia de ser un iniciado en sus doctrinas he defendido la libertad hasta que ha sido erigida regla soberana de Colombia”. Seis años después, el “Tratado de legislación civil y penal” de Bentham sería proscrito y del benthamismo de Bolívar no se volverá a oír hablar más.
La vida, pues, suele tener matices y contradicciones, también la del Libertador. Esta realidad contrasta con la distorsión de su figura que ha perpetrado el chavismo. Y de ahí la importancia del libro que acaba de publicar el profesor Carlos Malamud: El sueño de Bolívar y la manipulación bolivariana. Falsificación de la historia e integración regional en América Latina, Alianza Editorial.
Las grandes figuras históricas suelen ser objeto de maquillaje y utilización política. Y el propio Bolívar fue esgrimido como fundador de la integración latinoamericana. Lo que caracteriza a la mentira chavista no es su originalidad sino su paroxismo.
Todo el personaje del Libertador fue puesto al servicio de una campaña de “bolivarianizar” todo, que deja al observador estupefacto, porque no solo “se cambió parte de su pasado, difuminando sus raíces europeas, sino también se lo dotó de un nuevo rostro, adaptándolo al perfil mestizo del comandante Chávez”. Los chavistas modificaron la bandera y el escudo nacional –es inevitable recordar el desopilante número “La Comisión” de Les Luthiers. Y añade el profesor Carlos Malamud que había que adaptar su pensamiento para transformarlo en “precursor del antiimperialismo y del socialismo del siglo XXI: en ambos casos se forzaron y tergiversaron sus palabras”.
La mentira del chavismo no se detuvo ante nada, y sigue insistiendo en apropiarse de un Bolívar desfigurado y convertido en otro héroe, en un falso héroe que no pudo vencer a los odiados EE.UU. por culpa de las egoístas oligarquías nativas. Con ilimitada desvergüenza, el chavismo se erige en sucesor del Libertador y en quien llevará a cabo su fracasado proyecto de la patria grande.
Este libro, un fino análisis histórico de las complejidades de la integración latinoamericana, desmonta la mendaz simplificación de Bolívar acometida por Chávez y sus secuaces.
Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (España) el 17 de abril de 2021.