La inflación y la estrategia del tero

INFOBAE – Por Manuel Solanet (h) – El Gobierno se ve cada día más acorralado por el problema de la inflación. Su objetivo del 29% para el 2021 quedará superado en pocos meses más, a pesar de que las tarifas de los servicios públicos y el transporte, que son alrededor del 20% del IPC, están casi congeladas.

Como respuesta se ensayan solamente explicaciones que cargan la responsabilidad sobre otros, tales como que la inflación es culpa de las grandes cadenas y los formadores de precios. Si esto fuera así, ¿por qué no sucede lo mismo en otros países donde está presentes las mismas cadenas de supermercados y las mismas multinacionales que en Argentina? Excluyendo a Venezuela y Argentina, la inflación promedio de Latinoamérica es menor al 3% anual. ¡Lo mismo que Argentina tiene en un buen mes! La evidencia nos hace descartar esta explicación.

Otro chivo expiatorio al que se aferra el Gobierno en sus descargos es el de la inflación importada del mercado de los commodities. El precio del pan se compone de múltiples componentes (harina, levadura, gas, mano de obra, transporte, comercialización, impuestos, etc) y la incidencia del trigo es sólo del 10% del costo final. Evidentemente la suba en el precio del pan se debe a otras razones. ¿No será nuevamente culpa de los formadores de precios y existe una confabulación oculta entre todas las panaderías del país? Como es más difícil echar la culpa a miles de panaderías familiares, en este caso se acusa a los mercados internacionales. Falso nuevamente.

Como solución a este problema aparente de la inflación importada se plantean soluciones erradas como impuestos y prohibiciones a las exportaciones. La consecuencia de estas políticas es la reducción de la producción de los bienes y servicios en los que Argentina es más competitiva, o sea, de donde consigue sus ingresos. El resultado final es más pobreza.

El verdadero origen de la inflación es la emisión monetaria. Por supuesto, desde el Gobierno niegan esto y dicen que es un fenómeno multicausal. Existen otras causas secundarias que sólo agregan matices o corrimiento temporal de los guarismos. La actriz Virginia Gallardo, en Polémica en el Bar, se ocupó de destrozar esta explicación cuando, al ser esgrimida por Axel Kicillof, le propuso eliminar todos los impuestos y que el Gobierno se financie con la maquinita de imprimir billetes. El ex ministro de Economía quedó mudo y tuvo que cambiar rápidamente de tema.

Por otra parte, la inflación es un impuesto encubierto. Y este impuesto golpea más fuerte a los asalariados y a la gente de bajos ingresos por lo que lo convierte en el peor de los impuestos.

La única manera de eliminar la inflación es eliminando el déficit fiscal. Pero para lograrlo de una manera que redunde en crecimiento de la economía hay que hacerlo de manera inteligente, eliminando las ineficiencias. Algunos en el Gobierno entienden la primera parte y no la segunda, por eso sus soluciones son injustas y temporarias. La más relevante fue la reducción, en términos reales, de las jubilaciones.

Mientras tanto el Gobierno siga con la estrategia del tero (para distraer grita en un lugar y pone el huevo en otro) seguiremos sin resolver el problema. La solución pasa por hacerse cargo y eliminar el déficit, no hay otra alternativa. Si no se ataca este problema tendremos que seguir conviviendo con una economía estancada e inflacionaria.

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