Lic. en Administración de Empresas. Magister en Economía Aplicada de la UCA. Doctorando en Economía en la UCA.
ÁMBITO FINANCIERO – Aunque todavía está un tanto lejos del ideal, la inversión alcanzó en el primer trimestre de este año el punto más alto en el Producto Bruto Interno (PBI) de la última década. Más que por la ampliación de la capacidad productiva de las empresas, el fenómeno se explicaría por la expansión de la obra pública. Según los últimos datos oficiales, entre enero y marzo de este año la inversión representó el 17,3% del PBI, aunque para los analistas el número ideal que indicaría que el país dejó la etapa de “rebote” de la crisis del 2020 para entrar en un ciclo de expansión debería ubicarse entre el 25% el 30%. En mayo, esa variable, según señalan fuentes privadas, explicó el 16% del PBI.
Sergio Chouza, economista de la Universidad de Avellaneda (UNDAV), señaló a Ámbito que “el componente más dinámico de la demanda agregada es la inversión que está mostrando la recuperación más acelerada”.
Para el economista, hoy los principales componentes de la inversión se encuentran en la obra pública que tiene que ver con el plan que puso en marcha este año el gobierno para acelerar la recuperación. En un informe la UNDAV plantea que “en el primer trimestre del corriente año, la Formación Bruta de Capital Fijo se expandió un 6,1% con respecto al trimestre anterior, lo que significó el tercer trimestre consecutivo de expansión de la inversión”.
“Es menester recordar que la economía argentina desde el primer trimestre del año 2018 perdió capacidades productivas debido a la disminución del stock de capital, puesto que la inversión es una variable procíclica, es decir, su comportamiento es similar al del producto. En términos interanuales la FBCF experimentó un aumento del 38,4%”, señala el reporte.
De acuerdo con una estimación del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres, en mayo pasado, la Inversión Bruta explicó el 16,3% del PBI, con un crecimiento interanual del 31,4% y un acumulado en el año del 29,1%.
Durante ese mes la inversión en maquinaria y equipo sufrió el efecto de la segunda ola. Las compras de equipos durables de producción mostraron un crecimiento de 22%, con desaceleración respecto de los números de los dos meses anteriores, y acumulando una expansión de 29%. La inversión en máquinas de origen nacional subió 13,1%, mientras que en los equipos importados aumentó 33,4%. En cambio la construcción creció 41,8% acumulando un avance de 29,1%
Ferreres señala que la segunda ola de covid dilató las decisiones de inversión.
Iván Cachanosky, de la Fundación Libertad y Progreso, aseguró que aún siendo el nivel más alto de inversión en relación al Producto Bruto desde 2011 es un ratio bajo, lo cual “habla un poco lo delicada que está la situación hace tiempo en Argentina”. “Ni siquiera hubo inversiones con el gobierno anterior”, dijo Cachanosky, quien considera que en esa oportunidad había condiciones más favorables. “Argentina está fuera de las corrientes de inversiones hace rato”, indicó. El economista de Libertad y Progreso dijo que si bien no hay un “número mágico” que indique cuánto tiene que representar la inversión en el PBI este “debería estar entre el 25% y el 30% pero para ello hay que generar un medioambiente institucional y competitivo que lo haga posible”.
Por su lado, Lorenzo Sigaut Gravigna, de la consultora Equilibra, recordó que la última vez que la inversión rompió el techo del 17% fue en el cuarto trimestre del 2011, cuando llegó al 17,2%. Desde ese momento no logró superar esa marca. “Es un nivel bajo que puede explicar por qué en 10 años no crecimos. Hay que ver cuánto de esto está relacionado con el bajo piso del 2020 en el que la inversión se destruyó y cuánto son condiciones permanentes”, planteó el analista. Sigaut Gravigna advirtió que hasta ahora la inversión es la única variable que se recuperó a nivel prepandemia.
El otro componente importante que mueve el PBI es el consumo, el cual se encuentra afectado por las actuales condiciones económicas y “tibiamente” comienza a dar respuestas. Chouza planteó que “en la medida que comienzan a pagarse las primeras cuotas de los aumentos salariales acordados en paritarias, el consumo comienza a animarse”. Respecto de la baja que viene mostrando esa variable este año, consideró que “es lógico que esto ocurra en un contexto macroeconómico con salarios en dólares bajos y una economía que demanda mano de obra no calificada”.
En el caso de la construcción, tanto materiales como mano de obra valuados al tipo de cambio quedaron muy bajos. Chouza dijo que “el principal driver de la inversión va a ser cuando haya un par de años de crecimiento con estabilidad, sin estrangulamiento del sector externo, para que el empresario tenga seguridad que va a poder acceder a dólares para poder ampliar capacidad de producción”, señaló.Por su lado, Sigaut Gravigna consideró que en el segundo semestre del año, en el período electoral, se va a mover más (porque estima que el salario real va a subir 2% por encima de la inflación).