URGENTE 24 – Antes de que el Indec de a conocer los números de julio, desde la Fundación Libertad y Progreso, la economista Natalia Motyl, en diálogo con la agencia ‘Cadena 3’, explicaba que si bien la inflación de julio “será una de las más bajas del año”, “se trata de una situación estacional”.
Precisó que la inflación de julio estuvo impulsada por alimentos y bebidas, “el rubro que más aumentó”, previa a anticipar similar porcentaje para agosto aunque “habrá que ver qué pasa con los aumentos en prepagas, telefonía e internet, entre otros“.
El informe de la Fundación Libertad y Progreso arrojó que el IPC de julio tuvo un avance del 3,0% mensual, una baja en la tasa de inflación respecto al mes anterior que informó el INdEC (3,2%), pero, de esta manera, en los primeros 7 meses del año, la inflación acumulada fue del 29,1% superando la meta del 29% en base a la que se elaboró el Presupuesto para este año, mientras que en términos anuales fue 51,8%.
Tanto la inflación general, que superó el 29%, la suba de precios en el rubro de Salud (27,9%), que lo componen las prepagas y medicamentos entre otros, y el rubro Alimentos y Bebidas (31%) subieron por encima de lo que lo hizo la jubilación mínima que, en lo que va del año, creció solamente un 21,2%.
Así “las jubilaciones mínimas pierden un 6,5% de su poder adquisitivo frente a la inflación general, un 5,6% frente a la inflación en Salud y un 8,2% frente al rubro de Alimentos y Bebidas“, sostiene el informe de julio de la Fundación Libertad y Progreso y corrobora.
Mal pronóstico
La inflación de 2021 será “del 50% al 55%” y la del año próximo estará “arriba del 60%” debido a las complicaciones del Gobierno para reducir las tasas mensuales de los precios minoristas y al regreso de una política de “fuerte emisión monetaria” para financiar el déficit fiscal y hacer frente a los vencimientos de deuda local de los próximos meses, según el economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, Iván Cachanosky, quien consideró de “después de las elecciones” la inflación volverá a acelerarse como consecuencia del excedente de pesos en circulación, reflejado en un nivel de base monetaria que superó los 3 billones.
En declaraciones a la agencia ‘Noticias Argentinas’, Cachanosky reconoció al igual que lo hizo Motyl que la inflación “es menor a la de los meses anteriores“, pero aclaró que “no hay mucho para festejar, porque aún está en niveles muy altos“.
“Hace nueve meses que el Gobierno no puede mostrar una inflación menor al 3% y si se cumple nuestro pronóstico, con julio ya serán diez“, indicó, además de aclarar que esa dinámica se da “con tarifas pisadas y precios cuidados”.
El economista de la la Fundación Libertad y Progreso previó que “de acá a las elecciones va a rondar ese nivel y en algún mes se puede lograr un ‘dos y algo’, pero después de los comicios volverá a acelerarse, fundamentalmente por la expansión de la base monetaria“.
El último informe del Banco Central da cuenta de una base monetaria de $3.000.129 millones, levemente por debajo del nivel récord de $3.030.974 del 15 de julio, con un alza interanual de 20,13% y del 74,17% desde la asunción presidencial de Alberto Fernández.
Cachanosky describió “tres etapas” de la política monetaria: desde diciembre de 2019 hasta agosto de 2020, en la que se “emitió muchísimo” y a partir de entonces se recurrió a “un apretón monetario hasta mayo de este año, que incidiría para que en lo que resta del año la inflación no suba demasiado”.
Desde entonces se desarrolla la tercera etapa, con un regreso a la “emisión fuerte”, tanto por las necesidades ante la campaña electoral como por la insuficiencia del endeudamiento para financiar el déficit y hacer frente a los vencimientos de deuda en el mercado local en lo que resta del año.
Ese cambio de política monetaria podría complicar no solo las proyecciones de inflación para este año sino principalmente las de 2022.
En ese sentido, a pesar de que en el reciente Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central los economistas consultos previeron un promedio de inflación del 48,2%, Cachanosky proyectó para este año “alrededor del 50% al 55%”, en tanto espera para el próximo que esté “arriba del 60%”.
“Salvo que nos sorprendan con un acuerdo muy bueno con el FMI no veo muy factible que la inflación del año que viene sea menor“, sostuvo el economista de Fundación Libertad y Progreso.
De todos modos, consideró que “lo más probable es que se acuerden facilidades de pago, pero no mucho más que eso. No me imagino a este gobierno accediendo a encarar reformas estructurales“, concluyó.