PERFIL – Mientras el gobierno apela al congelamiento de precios de 1.432 productos de consumo masivo, los economistas advierten que esa medida solo tendrá un impacto de muy corto plazo y afirman que para bajar “verdaderamente” la inflación es necesario “reducir el gasto público y, consecuentemente, el déficit fiscal”.
Natalia Motyl, economista de la Fundación Libertad y Progreso, destacó que “somos uno de los tres países del mundo con la inflación más alta porque seguimos debatiendo cuestiones de sentido común”, y sostuvo que “para verdaderamente bajar la inflación, es necesario implementar reformas estructurales en lugar de medidas puntuales y oportunistas”, en referencia al congelamiento de precios que se implementó este miércoles a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial.
Sobre las causas de la inflación, Motyl afirmó que “es el exceso de pesos -que se suma a una demanda de dinero en retroceso- lo que provoca el descontrol de precios”.
En ese marco, la analista aseveró que “para evitar que el Banco Central emita dinero para financiar al Tesoro, es menester reducir el gasto público y, consecuentemente, el déficit fiscal”.
“De otra forma, los argentinos seguirán empobreciéndose”, auguró. De igual diagnóstico, el director de Focus Market, Damián Di Pace, dijo que para que la inflación baje es necesario “que no haya impresión de moneda por encima de lo que la economía real demanda”.
“Imprimen moneda para que el Estado resuelva sus cuentas, pueda financiar su déficit pero perjudica a la de todos los ciudadanos”, fustigó Di Pace
En sintonía, Federico Moll, director de Ecolatina, planteó que para reducir la inflación en forma sostenida el gobierno debe “explicar cómo va a reducir el déficit” y hay que garantizar que “no es una prioridad no solo suya sino del resto de los partidos”.
“La inflación en un contexto como el argentino tiene muchos condimentos, y se necesita un set muy amplio para combatirla de forma sostenible: política monetaria, reformulación de política fiscal, y para eso se requiere un compromiso de los distintos actores políticos de que combatir la inflación es una prioridad y que hay una mirada similar de como hacerlo”.
“Hoy estamos lejísimos de eso”, lamentó.
Por su parte, el economista Camilo Tiscornia criticó que “la inflación surge de cosas que el mismo gobierno hace con su política económica y quieren resolver el problema apretando y conteniendo precios, pisando el tipo de cambio y tarifas, pero no cambian otros aspectos de la política -en alusión a la mayor emisión monetaria- con lo cual el caldo de cultivo inflacionario sigue presente”.
Según su visión, “la solución primero que nada pasa por sincerar lo que estuviste conteniendo ante, tendrían que arrancar moviendo mas rápido el dólar, corregir los precios los servicios públicos, liberando lo que congeles ahora”.
“Todo eso va a generar un salto de inflación, y después para que baje tenes que tener un plan consistente que diga como va a bajar el déficit fiscal, que va a hacer con el cepo y con el tipo de cambio, un plan que genere credibilidad” evaluó, y opinó que para eso “no podes seguir con las mismas personas, habría que cambiar personajes”.
Para el economista Iván Cachanosky para “bajar efectivamente la inflación hay que elaborar un plan creíble que muestre cómo se va a reducir el déficit fiscal, qué medidas se van a tomar para reducir el gasto público”.
“Nadie tiene como Argentina 60 años de déficit fiscal. Mientras Argentina se empeñe en no reducir el déficit fiscal por el lado de bajar el gasto, porque no podes seguir subiendo los impuestos, porque a los empresarios los estás matando ya, es muy difícil que esto se solucione”, argumentó.
El economista enfatizó que “la inflación y la deuda son hijas del déficit fiscal, y el déficit es hijo del gasto público”.
A su vez, un informe de Analytica aseguró que “un congelamiento de precios por fuera de un plan de estabilización no es sostenible”.
“En este contexto, lo más probable es que genere una aceleración inflacionaria aún más alta una vez que finalice. La inflación en la Argentina tiene múltiples causas, siendo el comportamiento de ltipo de cambio una de las principales”, concluyó.