ÁMBITO FINANCIERO – El director del Banco Central Jorge Carrera aseguró que la cantidad de dinero circulante en la economía se ubicó en septiembre en términos similares e incluso por debajo del promedio que hubo entre 2010 y 2019, al cuestionar así la teoría de que la emisión monetaria es causante de la inflación.
De acuerdo con el planteo que hizo el funcionario, el denominado M1, que constituye el dinero en poder de las personas, fue equivalente al 5,6% del PBI en la última década, mientras que el M2 que incluye cuentas a la vista y depósitos de hasta 2 años, fue del 11,4%. Si se agregan títulos y bonos, que constituyen lo que se denomina M3, el promedio fue de 17,4%. Según los datos aportados por el director del BCRA, en el caso del M1 el mes pasado se ubicó por debajo del promedio con el 4,2% del PBI. De igual modo ocurrió con el M2, que fue del 10,1%. En cambio, el M3 se ubicó levemente por encima al concluir en 18,7%.
“Los agregados monetarios están retornando a niveles cercanos a su media histórica, tanto en términos del PBI como en términos reales, luego de la demanda extraordinaria de liquidez de 2020”, sostuvo Carrera en su cuenta de red social Twitter. El economista señaló que “la reversión a los niveles promedio se explica fundamentalmente por una menor emisión, el rol de la esterilización y por un fuerte aumento del producto”.
“Hacia adelante comienza a consolidarse un aumento muy gradual de agregados sostenido por el crecimiento económico que a su vez impulsa la demanda de saldos monetarios reales” añadió Carrera, quien indicó que “era importante analizar el rol de los nuevos sistemas de pago digitales que se desarrollaron a gran velocidad estos 2 años y se acelerará con Transferencias 3.0 desde noviembre”.“Esta forma de dinero transaccional en lugar del Circulante implica una modificación estructural de los agregados”, consideró.
Carreras indicó que “en contraposición a lo ocurrido en 2020, la principal causa del aumento de la Base Monetaria en 2021 es la compra de Reservas $679.000 millones que en 2020 fue negativa por $473.000 millones”. Por otro lado, plantea que “la financiación al Tesoro se redujo de $2 billones a $512.000 hasta septiembre de 2021”.
El funcionario agregó que “esto implicó menor emisión de Pasivos Remunerados (Leliq y Pases) de $889.000 millones vs. $401.000 millones”. Y señala que “en un contexto de flotación administrada y suponiendo las actuales regulaciones cambiarias la intervención en el Mercado Único y Libre de Cambios sirve para evitar una apreciación del tipo de cambio nominal, así como evitó la depreciación en 2020, lo cual influye de distintas formas en acumulación de reservas, el resultado comercial y de la cuenta corriente, así como en la inflación y la brecha”.
Aldo Abram, economista de Libertad y Progreso, advirtió no obstante, que aunque haya menos emisión de dinero, puede subir la inflación. “El peso es un bien que tiene un mercado. Si se reduce la oferta pero la demanda baja el resultado es que el bien pierde valor”, explicó desde un punto de vista técnico. De hecho, esa situación ocurrió durante la gestión de Guido Sandleris en el BCRA en el anterior gobierno. La emisión fue cero, pero la inflación despegó porque la gente no quería tener moneda nacional.
Por su lado, Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) explicó a Ámbito que “cuando se tiran el M2, el circulante y la base monetaria, todo lo que hay en términos interanuales deflactado, son valores negativos”. “Esta explicación de que la emisión es el causante del proceso inflacionario es bastante sui generis. Los economistas monetaristas le ponen un gap de entre tres y seis meses, pero la verdad es que no se ajusta mucho a la realidad actual”, opinó.