MDEZOL – Desde la Fundación Libertad y Progreso dieron a conocer un informe que compara el poder de compra de la Argentina y de Chile. Según el primer resultado arrojado, la población chilena tiene 1,9 veces más poder de compra que la argentina. Sin embargo, también se establece que en nuestro país hay mayores índices de igualdad en la población pero bajos ingresos, lo que significa que hay muchos servicios a los que no se puede acceder.
El documento se realizó después de una comparación entre la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC) y la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) del Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE). En promedio un hogar chileno tiene 1,9 veces más poder de compra que uno argentino.
En el vecino país, la estadística para los hogares con menores ingreso representa un ingreso promedio de $140.277 pesos chilenos; es decir US$175,40. Con ese dinero puede comprar el equivalente a tres canastas básicas de alimentos, cuyo costo es de $46.143 chilenos (US$57,21). Por otro lado, en Argentina, el ingreso promedio de $5.321 (US$53,1) se compra solamente una canasta básica de alimentos cuyo costo es de $5.483 (US$54,7).
Economistas de la Fundación explican que el ratio es de 3 a 1. Es decir, los chilenos que ocupan esta posición tienen la posibilidad de comprar tres veces más que los argentinos en igualdad de condiciones.
La economista, Natalia Motyl, comentó que Chile posee un PBI per cápita dos tercios mayor que el de la Argentina, un tercio de deuda de la Argentina, una inflación acumulada en el último año igual a la inflación que tenemos nosotros en un mes. “Quizás debamos tomar nota del modelo chileno”, afirmó.
Por su parte, Lautaro Moschet, analista de la Fundación explica que para la elaboración del gráfico se tomó en consideración algunos productos representativos como el arroz, pan, lácteos, harina, aceite, galletitas y se promediaron los valores de cada uno según distintos supermercados en ambos países. “La decisión de medir en unidades de canasta alimentaria y no en dólares corrientes, es la de poder separar el costo de vida que difiere entre los territorios y poder medir el poder de compra real” explicó.
Para finalizar, Aldo Abram, Director Ejecutivo en Libertad y Progreso mencionó: “Éste trabajo, podría realizarse con similares resultados comparándonos con Uruguay y demuestra que los formadores de precios no son los responsables de lo que nos pasa a los argentinos, como dice el gobierno. Los valores de las mismas cosas son más bajos acá que en dichos países. El problema es que las políticas aplicadas han empobrecido a los argentinos y, cuando uno es más pobre, puede comprar menos de todo”, acotó el economista.