Este es el precio del dólar que prevé el economista Aldo Abram de aquí a seis meses

Director Ejecutivo en 

IPROFESIONAL – Ante la urgencia que tiene el Gobierno por cerrar el acuerdo con el FMI, para no entrar en default el año que viene, el panorama que afronta la Argentina es complejo.

Para analizar las posibilidades que tiene el oficialismo, iProfesional recurrió a la opinión del economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso.

Entre sus opiniones, el también profesor e investigador de ESEADE, considera que es “probable” que las condiciones mínimas que se acuerden con el Fondo Monetario “no se vayan a cumplir”. De hecho, espera una recaída de la recuperación de la actividad para el segundo semestre del 2022.

Además, proyectó una suba del dólar mayorista del 30% de aquí a seis meses, como una forma de revertir el atraso cambiario, con lo cual prevé un billete verde cercano a $130 para esa fecha.

-¿Cómo evalúa la situación económica actual tras las medidas económicas que tomó el Gobierno en los últimos meses?

-En pos de ganar las elecciones, el Gobierno tomó algunas medida que van a tener un costo económico y social hacia adelante. Uno de ellos fue atrasar el tipo de cambio, o sea, hacerlo aumentar mucho menos de lo que se venía depreciando el peso, con el fin que no se traslade el incremento del precio del dólar a los productos. El problema que eso tiene es que implica que a los productores de bienes exportables les sube poco el valor de sus productos, porque el billete estadounidense mayorista está anclado y sube menos. En cambio, sus costos suben en base a la inflación doméstica en pesos.

En tanto, los que compiten con importadores pierden, porque ellos tienen un tipo de cambio favorable en casi $100, ya que prácticamente no aumenta. En cambio, los productores locales tienen incrementos de costos en pesos sostenidos por la alta inflación. Esto es malo para la economía y la producción, y también para el Banco Central, que no tiene las suficientes reservas. Esto es insostenible y vamos a ver, por lo tanto, que en 6 meses el tipo de cambio mayorista subirá alrededor de 30%, para superar el retraso que tuvimos en todo este tiempo por las elecciones. Igual, hay algo cierto, que es que al ver los valores de los tipos de cambio libres, ya se devaluó bastante. Y, como pasó en 2014, cuando se devalúe el tipo de cambio mayorista habrá un impacto en todos los bienes que hay en la góndola, empobreciendo a la gente.

-Esto traería otros problemas para la economía…

-Sí, el otro problema que hay es el retraso tarifario, que es insostenible también, por el gran subsidio que existe en los distintos servicios, y que es un gasto que sube de forma permanente por la inflación. Y, a la vez, complica las cuentas públicas. Entonces, el Gobierno tendrá que hacer un ajuste fiscal el año que viene, por medio de subir las tarifas a los que usan los servicios y subsidiando a los que no los pueden pagar.

Y, por último, hay un fuerte aumento de la inflación, debido a que en el segundo semestre, con las necesidades electorales de ponerle “platita” a la gente en el bolsillo, comenzó a emitirse de gran manera. Por lo que ronda el 35% el alza en la emisión en lo que va de la segunda parte del año. Es decir, existe una presión para una depreciación del peso mucho mayor por la oferta monetaria y la menor demanda de pesos. Algo que empuja la inflación al alza, y que se ha contenido de cierta manera con el congelamiento de precios.El dólar, inflación y pago de la deuda al FMI son algunos de los grandes problemas que debe resolver el Gobierno con urgencia.La política monetaria y qué hacer con el dólar, son algunos de los grandes problemas que debe resolver el Gobierno con urgencia.

-Justo mencionaba a la inflación, que volvió a mostrar datos alarmantes. ¿Qué puede suceder con la marcha de los precios?

Lamentablemente, la inflación va a ser creciente en los próximos meses, lo cual va a traer como consecuencia una mayor agresividad del Gobierno por intentar controlar precios, cuando en realidad es el propio oficialismo que genera la suba a través de la depreciación de la moneda. Y, por otro lado, se espera que en los meses venideros se desacelere la recuperación de la economía. Probablemente, en el segundo semestre del 2022 haya una caída de la actividad, que significará menor recuperación.

Además, los precios internacionales están bajando, por lo que representa menor valor de las exportaciones e ingreso de menor cantidad de divisas. Por lo que estamos lejos respecto a los niveles de las exportaciones de 2019. Entonces, habrá menos recaudación, más allá de la batería de nuevos impuestos que el oficialismo va a estar sumando, como por ejemplo el de los envases, que es una barbaridad. Necesitan plata para seguir gastando.

-¿De qué forma ve que pueda plasmarse el acuerdo con Fondo Monetario internacional?

-Creo que vamos a cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario con algún plan de condiciones mínimas fiscales, monetarias y cambiarias que, es probable, no se vayan a cumplir. Es que no se realizarán las reformas estructurales necesarias, por lo que entraremos en recesión en la segunda mitad del año que viene, con suerte. De hecho, el acuerdo puede traer cierto optimismo y algo de recuperación, pero pronto en mercado se dará cuenta que no se resolvió ninguno de los problemas de fondo.

Por ende, comienza una nueva crisis de credibilidad, algo que se canaliza a través de los tipos de cambio paralelos. En resumen, crecerá la brecha entre mayorista y blue por encima del nivel de este año, y puede llegar a acercarse al 150% al final de 2022.

-Un tema que sobrevuela al mercado y es bastante incierto tiene que ver con los dólares que tiene disponibles el Banco Central, como poder de fuego. ¿Hasta cuándo alcanzan las reservas?

El Banco Central no tiene muchas reservas netas como para seguir demorando, entre otras cosas, el acuerdo con el Fondo Monetario, por lo que lo va a tener que cerrar antes de marzo, porque ese mes vencen más de u$s5.000 millones con el propio FMI y el Club de París, que no se pueden refinanciar. De hecho, para esa fecha (marzo) las reservas netas ya van a estar tocando fondo o en niveles negativos, por lo que ya será inviable sostener el retraso cambiario.

Con lo cual, el tipo de cambio mayorista deberá tender a subir, para que dejen de drenar las reservas. De por sí, tendrá que aumentar el precio de este dólar por la gran cantidad de compromisos que se deberán tener que cancelar a inicios de 2022, más allá de los refinanciamientos con esos organismos.La caída de reservas netas que tiene el Banco Central, en un entorno de mayor cepo cambiario, preocupa a los analistas.La caída de reservas netas que tiene el Banco Central, en un entorno de mayor cepo cambiario, preocupa a los analistas.

-¿Sólo con devaluar le alcanzará al Gobierno?

-En el tiempo, en la medida que no se recupere la credibilidad, creo que el Gobierno tendrá cada vez menos posibilidad de refinanciar su deuda en el mercado voluntario. Además, el Banco Central no tendrá margen para ampliar su deuda remunerada, ni siquiera considero que podrá refinanciar sus intereses, por lo que el año que viene puede ir crescendo el financiamiento monetario del BCRA al Tesoro. Por eso, en el segundo semestre del 2022, la inflación puede ser que se mantenga por arriba del 3% mensual. Así que estamos hablando en niveles de inflación de 60% de piso para todo el año que viene.

-¿Ve complicado entonces los próximos meses para la economía?

Si este Gobierno no hace las reformas estructurales que tiene que hacer, y no las encara en 2022, puede sufrir la misma crisis que tuvo la gestión de CambiemosY con una desventaja, porque este gobierno tiene mucha menos credibilidad que el anterior (Macri), con lo cual no cuenta con mucho más margen para demorar la estrategia luego del acuerdo con el Fondo Monetario. No nos olvidemos que el nivel de financiamiento que cuenta este gobierno es muchísimo menor que el que tuvo Cambiemos, y el sector productivo está más agobiado.-

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