ÁMBITO FINANCIERO – El próximo jueves, el INDEC dará a conocer el dato de inflación de diciembre: de acuerdo a las estimaciones de consultoras privadas, se habría ubicado en torno al 3,5% para acumular cerca de 49% durante todo 2021. De todas formas, los analistas advierten que por diversos factores el Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentará durante este 2022 una suba aún mayor. Y en enero, al igual que en los próximos meses, hay diversos factores que explican esta proyección.
Durante la primera semana del año, la suba de los precios de los alimentos promedió el 1,2%, acelerándose 0,5 puntos porcentuales con respecto a la semana previa, según el relevamiento de la consultora LCG. El índice de la firma presentó una inflación mensual promedio del 3% en las últimas cuatro semanas.
En los primeros días del año, las frutas encabezaron las subas, con un incremento del 3,4%, seguidas por “comidas listas para llevar” (2,3%) y bebidas e infusiones (2%). Los lácteos treparon 1,5%, las verduras 0,8% y las carnes, 0,6%.
Con el objetivo de controlar los incrementos en los distintos productos de consumo masivo, el Gobierno pondrá en marcha desde hoy una nueva etapa del plan Precios Cuidados, que contará con unos 1.300 productos en la canasta y aumentos promedio de 2% mensual (ver página 6).
Más allá de la dinámica de los precios en alimentos y consumo masivo, una serie de aumentos previstos para el primer mes del año le sumará presión extra a la inflación de enero. Por caso, las prepagas se incrementaron un 9% y sumará algunos puntos porcentuales al IPC. Además, el Gobierno autorizó días atrás un aumento de hasta el 9,8% en las tarifas de los servicios de internet, telefonía fija, televisión por cable y satelital, solo para pequeñas y medianas empresas que posean menos de 100.000 clientes.
Es así que, según se desprende del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el Banco Central, se espera que la inflación de enero se ubique en 3,7%. Las consultoras encuestadas proyectan también 3,7% para febrero, acelerándose al 4% en marzo y abril. En el año, sostuvieron, alcanzará el 54,8% interanual.
“En principio, nosotros tenemos proyectada una inflación promedio de 3,9% para el primer trimestre (acumulado en torno al 12%). Esto obedecería a la aceleración de depreciación del tipo de cambio oficial, y el impacto de aumentos de determinados precios regulados (como lo pueden ser las tarifas). Respecto a factores estacionales, el más importante suele ser educación, que se concentra en marzo”, señaló a Ámbito Agostina Myronec, analista de la consultora Ecolatina.
Análisis
“Hay varios factores que van a ayudar a que se acelere la inflación en los primeros meses del año”, señaló por su parte Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, quien agregó: “En el segundo trimestre de 2021, el ritmo de emisión fue muy bajo y en el segundo semestre se aceleró, superando el 35% interanual; lo cual se nota en una depreciación del peso, que también se acelera. Por otro lado, lo que se depreció el peso durante el segundo semestre, no se vio reflejado en todos los precios de los bienes y servicios de la economía, porque se tomaron algunas medidas para evitar que eso pase. Por ejemplo: retrasar el tipo de cambio mayorista, que en vez de mostrar -como mostraron los tipos de cambio paralelos libres- la depreciación del peso, se lo hizo variar muy poco porque todos los precios de los bienes que están en las góndolas (que son bienes comercializables internacionalmente, en su gran mayoría), dependen en su variación de valor del tipo de cambio mayorista. Por eso se vio una fuerte desaceleración del ritmo de variación de esos precios, más allá de los congelamientos y Precios Cuidados. Pero ese retraso cambiario, no es sustentable en el tiempo. Así que en los próximos meses vamos a ver subir el tipo de cambio mayorista y lo van a seguir los precios en las góndolas”.
“Otra cosa que funciona de la misma forma son los congelamientos de tarifas o de precios en general: a quienes producen esos bienes ‘congelados’, le están subiendo sus costos. Entonces en algún momento van a tener que permitir que suban los precios o va a haber desabastecimiento”, sostuvo Abram, quien detalló: “Y en el caso de los retrasos tarifarios tampoco es sustentable: porque los costos suben y la diferencia la está poniendo el Estado, con plata de los contribuyentes, aumentando el déficit fiscal. Conclusión: en los próximos meses también vamos a ver que van a subir los precios de tarifas de servicios públicos”.
En ese escenario, el economista explicó que “todo esto se va a notar en el primer semestre”. “Y va a hacer que la inflación que no se reflejó a fines del año pasado, se termine observando en los primeros meses del 2022. Creo que, en el primer semestre de este año, podremos ver una inflación incluso mayor a la del primer semestre del 2021”.