DIARIO SAN RAFAEL – Manuel Solanet, Director de LyP – La compleja realidad del dólar (y del dólar blue), sigue siendo tema de polémica. En los últimos días, lejos quedó de su máximo nominal histórico de $222,50, cotización que había alcanzado el día previo a que se conociera el principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El dólar blue se vendía el viernes a $201, siendo la cotización más baja en lo que va del año, mientras que de los $230 que llegó a tocar el contado con liquidación a finales de enero, se vende a $199,68. Por otra parte, el dólar bolsa descendió de $223 a $198,85.
El economista Manuel Solanet dialogó con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael sobre este tema y expresó que el factor que incide en esto, es la expectativa en el acuerdo con el FMI. “La expectativa del mercado es que este acuerdo va a firmarse y de esa forma se va a evitar el default, que estaba presente en el mercado permanentemente, sobre todo después de que se produjo una fisura dentro del oficialismo (recordemos la renuncia de Máximo Kirchner y la posibilidad de que no se aprobara este acuerdo)”, explicó. Debido a que el documento aún no está aprobado, sino que está en plena discusión, “va a haber oscilaciones hasta que esto se compruebe”. “Por ahora el mercado ha tomado el camino de la racionalidad, en términos de que la oposición ha dicho ‘no podemos dejar que el país caiga en default’, y eso tiene mucha importancia”, dijo.
En cuanto a la posibilidad de que la moneda norteamericana siga bajando, Solanet no quiso hacer pronósticos, aunque reconoce que es algo muy oscilante, “de manera que cualquier alteración de las condiciones impacta sobre un mercado limitado y tenemos estas fluctuaciones”.
Los arreglos con el FMI implican compromisos importantes en lo que refiere a recortes del déficit, acompañados por recortes en subsidios energéticos y en el transporte, que repercutirán en la evolución del precio de muchos productos. “El Gobierno quiere encararlo con el concepto de segmentación, o sea, ajustes muy importantes para los que puedan pagarlo (que tienen capacidad de hacerlo), y retrasos mayores para los que no lo pueden hacer. No es fácil esta política de segmentación, la van a hacer por zonas y eso no es exacto porque dentro de una zona puede haber gente que no tiene capacidad”, señaló y agregó que de ser así, seguramente se generarán múltiples protestas ante –por ejemplo– la imagen de una jubilada que cobra la mínima, a la que le triplicaron las tarifas.