EL LIBERAL – El economista, director de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram se refirió al acuerdo entre el Gobierno argentino y el FMI por la deuda que mantiene con ese organismo y a la discusión que se desarrollaba anoche en el Cámara de Diputados de la Nación, e indicó que “el acuerdo es una buena noticia en tanto y en cuanto evita una crisis muy profunda que traería un empobrecimiento fenomenal, pero no resuelve los problemas de fondo”.
El analista, en diálogo con EL LIBERAL, indicó con respecto a la aprobación que se discutía hasta esta madrugada que “es lógico que se apruebe nada más que la autorización para tomar la deuda que es lo que tiene como obligación el Congreso, porque el resto es cómo piensa el Gobierno conseguir los objetivos que puso en el acuerdo y esas son políticas económicas con las que la oposición no tiene por qué coincidir y que, creo, es lo que va a llevar a que se incumpla el acuerdo con el FMI pero el que tiene que implementar las políticas es el Gobierno”.
En cuanto al efecto que tendrá en la economía, destacó que “el acuerdo con el FMI es buena noticia en tanto y en cuanto evita una crisis muy profunda con niveles de empobrecimiento en la gente fenomenal y niveles de pobreza que podrían llegar hasta el 60% de los argentinos con lo cual es buena noticia no tener esa crisis pero no resuelve los problemas de fondo de la argentina, siguen allí y hay que resolverlos, lo único que da el FMI es tiempo para hacerlo”, apuntó.
Puntualizó el economista que “lamentablemente, la mala noticia es que el Gobierno ha perseverado en decir que no existen estos problemas de fondo, que solamente arreglando la deuda se arregla todo, lo cual es obviamente algo que no es cierto”.
Recordó que con anterioridad, “ya reestructuramos 9 veces la deuda y no se arregló nunca nada con eso, así que lo que hay que resolver, ellos han dicho que no lo van a hacer así que las perspectivas no son buenas”.
En función de las reformas estructurales que se dejan de lado y que terminan generando déficits que se financian con emisión monetaria y mayor carga impositiva sobre el sector privado, sostuvo que “la Argentina tiene un sector productivo aplastado por un gigantesco Estado que no solo lo exprime a más no poder con impuestos, sino que absorbe gran parte del crédito disponible que no va a parar a producción para generar empleo y bienestar y, además, está agobiado y asfixiado con más de 67.000 regulaciones absurdas con lo cual es imposible mantener un crecimiento sustentable en el tiempo”.
No obstante, destacó que “si no se convence al Gobierno que resuelva estos problemas, lo más probable es que nos encontremos con una nueva crisis en no mucho tiempo”.