NET NEWS – Por Iván Cachanosky, economista asociado a LyP – La realidad impositiva que se vive en Argentina es sumamente preocupante. Cada vez es más evidente que el elevado gasto público es un gran problema, alcanzando niveles que se ubican cerca del 45% del PBI. Para tomar dimensión del problema recordemos que hoy en Argentina existen 22 Ministerios y jurisdicciones, 8579 Unidades organizativas, 9148 Cargos jerárquicos, 39 Organismos desconcentrados, 74 Organismos descentralizados, 90 Entes del Sector Público Nacional.
Este gasto debe financiarse de alguna manera. Por lo tanto, los distintos gobiernos fueron incrementando la presión impositiva para intentar financiar este elevado gasto público. En consecuencia, la presión tributaria también comenzó a incrementarse en Argentina ya que el gasto público necesita financiamiento. La recaudación tributaria se encuentra en aproximadamente 35% del PBI, por ende, no alcanza para financiar todo el gasto a pesar de encontrarse en niveles récords. Recordemos también que Argentina lidia con déficit fiscales en los últimos sesenta años (con excepción del breve período 2003-2007). Con una mirada alternativa, podemos observar que Argentina ya posee más de 170 impuestos, donde sólo 10 de ellos explican el 90% de la recaudación tributaria. Con esta carga impositiva, Argentina es uno de los países donde la cantidad de días por año que un argentino de sueldo medio trabaja para mantener al Estado es 214. Y sólo el remanente trabaja para sí mismo. Este nivel supera incluso el de algunos de los países nórdicos con la brutal diferencia que los servicios que ofrece el Estado argentino dejan mucho que desear.
Teniendo en cuenta todo esto, no llama la atención que el umbral de tolerancia de los argentinos en materia impositiva sea cada vez menor. Desde la Fundación Libertad y Progreso elaboramos una encuesta de alcance Nacional para intentar responder a esta pregunta. A partir de esta información desarrollamos el Índice de Satisfacción Ciudadana con los Impuestos. De las respuestas obtenidas entre los encuestados, destacan tres grandes preocupaciones que están percibiendo los argentinos.
“Los argentinos consideran el uso de los impuestos injusto porque lo perciben como un instrumento recaudatorio para mantener privilegios de políticos”
La primer gran preocupación es la insatisfacción latente con la presión impositiva. Según los datos que nos reveló la encuesta, el 84% de los argentinos encuestados creen que los impuestos son altos o muy altos. Por el otro lado, apenas un 4% perciben que los impuestos son bajos en Argentina. Es importante remarcar que lo que se está midiendo aquí es la percepción de los argentinos (que no necesariamente tiene que ser la realidad). En este marco, los números no son alentadores y los argentinos no parecen estar contentos con la cantidad de impuestos que pagan.
En segundo lugar, tampoco es alentador el resultado vinculado con la justicia de los impuestos. Aquí la percepción es que el 80% de los argentinos encuestados considera que el sistema impositivo es injusto en Argentina. Este es un dato muy fuerte e impactante. Además, dentro de la injusticia percibida, se observan varias razones desde la perspectiva de los encuestados. Entre las más importantes podemos destacar que los argentinos consideran el uso de los impuestos injusto porque lo perciben como un instrumento recaudatorio para mantener privilegios de políticos o que son injustos porque son muy altos en comparación con otros países o porque el uso que se les da a los recursos dista de ser eficiente, entre otros.
La tercera gran preocupación se relaciona con la eficiencia en el uso de los recursos tributarios. Según la encuesta, el 66% de los argentinos sostuvo que el uso que el Estado el da al dinero recaudado por impuestos es malo o muy malo. En concreto, el problema no es que los argentinos perciben que deben pagar muchos impuestos, sino que además los recursos tributarios se encuentran mal administrados. Los hechos hablan por sí solos, como el evidente deterioro de los hospitales públicos o los muy bajos desempeños en las evaluaciones internacionales educativas. En síntesis, el gobierno argentino gasta mucho y mal.
Como corolario, la cuestión se agrava si se realiza un análisis intertemporal. Cuando se le preguntó a los encuestados acerca de las perspectivas futuras, el 68% considera que los impuestos continuarán incrementándose en le futuro. Además, un 79% opinó que también se habían incrementado durante el 2021. Esto hace que el panorama se vuelva más sombrío. El problema no es solo que se gasta mucho y mal, sino que esta tendencia se va a acentuar.
“El problema no es solo que se gasta mucho y mal, sino que esta tendencia se va a acentuar”
En conclusión, la encuesta revela que los argentinos están diciendo ¡basta! al incremento de impuestos. Por otro lado, la preocupación no sólo se vincula a la elevada presión impositiva, sino también al uso que se les da a los recursos, incluso con una percepción no ética de los mismos ya que el 81% considera que el nivel de impuestos es injusto. Para peor, la percepción también es que el problema se agravará en el futuro.
No caben dudas de que los datos revelados por la encuesta son de una demanda latente que exige cambios impositivos. En otras palabras, hay espacio para debatir y discutir una reforma impositiva. Sería importante que los políticos y legisladores tomen nota de lo que los argentinos nos están revelando en esta encuesta. Ya no sólo es el país que pide a gritos las reformas estructurales, sino que también la población comprende que la solución no puede venir mediante el incremento de impuestos. Dado que Argentina posee desequilibrios estructurales, las soluciones también deberán de ser de carácter estructural para corregir el camino de la decadencia.