EXPRESO NEWS– Con esto, desde el segundo semestre de 2017, la cantidad de personas en situación de pobreza subió en 5,8 millones. A razón de un promedio de 1,4 millones nuevos de pobres por año o 120 mil por mes.
En porcentaje de la población, si comparamos con sólo 4 años atrás, la pobreza pasó de afectar al 25,7% al 37,3%, una suba de 11,6 puntos porcentuales.
Aldo Abram, director ejecutivo de Libertad y Progreso mencionó que “una de las razones que empobrecen a los argentinos es el elevado impuesto inflacionario con el cual los gobiernos financian los excesos de gasto público y que impactan más en los que menos tienen. La otra es que sin reformas estructurales que resuelvan los problemas de fondo de Argentina no hay inversión suficiente. Si a un empleado se lo hace trabajar con una máquina cada vez más vieja y ‘atada con alambres’ producirá cada vez menos y, por ende, el poder de compra de su sueldo será cada vez menor; porque nadie le pagará más de lo que produce o la empresa quebraría. Eso le pasa al país cuando no se invierte; por eso ‘Libertad y Progreso’ elaboró un plan para crear más de 4.000.000 de empleos productivos en cinco años, incentivando la inversión”.
Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, destacó que “que cada vez más argentinos se encuentren bajo la línea de la pobreza es la consecuencia de insistir con un modelo económico que no funciona. Además, con cada año que pasa y que no se abren oportunidades de progreso, sube la pobreza estructural y la infantil, lo que hipoteca el futuro del país”.
“El programa que acordó el gobierno con el FMI no ayuda a romper esta tendencia, básicamente porque no da incentivos de mediano plazo para la inversión y el crecimiento. Sin esto, es imposible pensar en que haya más trabajo y mejores salarios, algo imprescindible para reducir la pobreza”, agregó Marí.
Diego Piccardo, economista de Libertad y Progreso, sostuvo que “no sólo es preocupante el dato con una pobreza que sigue siendo muy alta, sino que también preocupa el hecho de que el gobierno tenga un diagnóstico equivocado del problema que tiene Argentina. Como consecuencia, la política económica no hace más que agravar la situación actual y postergar la implementación de reformas estructurales que el país necesita”.
“Mientras tanto, la sociedad sigue sufriendo una inflación que superará cómodamente el 50% este año, perjudicando principalmente a aquellos que tienen menores ingresos, empujándolos por debajo de la línea de la pobreza. El discurso errático del presidente sobre el tema inflacionario no da señales de que se encare un programa serio para bajar la inflación”, agregó Piccardo.