Editorial
Según el último informe de Isepci, en esa región de Buenos Aires la alimentación básica para una familia se encareció 158% desde que asumió el Gobierno
EL ECONOMISTA – “En el conurbano y el interior (de la provincia de Buenos Aires) no da más la situación social“, sentenció ayer el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, al referirse al impacto de la suba de los alimentos. Las declaraciones del mandatario provincial se dan en un marco de fuerte aceleración de la inflación en la que la comida es cada vez menos accesible para los sectores de menores ingresos.
La descripción de la situación del conurbano resulta muy precisa. Según el último informe que publicó el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), en esa zona de Buenos Aires la alimentación básica para una familia se encareció 158% desde que asumió el Gobierno y 20% sólo en el primer trimestre de este año.
Los datos se desprenden del relevamiento de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA), que desde el Indice Barrial de Precios (IBP) realiza Isepci en 750 comercios de cercanía en 20 distritos del conurbano bonaerense. En marzo, los precios de estos productos aumentaron en promedio 3,95%.
Por tanto, en diciembre pasado una familia de cuatro personas (dos adultos y dos niños) necesitaba $31.849.95 para adquirir sus alimentos para todo el mes. Sin embargo, en marzo para cubrir las mismas necesidades requirió $38.449,72; lo que significó sumar a sus gastos de alimentos indispensables $6.600 (+20,7%).
La misma familia de cuatro personas que en febrero necesitaba $84,700.02, para solventar sus gastos esenciales que componen la Canasta Básica Total (CBT); un mes después requirió para adquirir los mismos productos $87,280.91. Es decir 3,04% más que en el mes anterior; mientras que en el primer trimestre el valor de la CBT aumentó 16,20%.
Del trabajo de Isepci también se aclaró que durante el primer trimestre los incrementos fueron encabezados por los productos de verdulería (+33,97%), seguidos por los del rubro almacén (+23,42%) y los de carnicería (+12,15%).
Por otro lado, recordaron que en el último informe del Indec sobre evolución de salarios, se reflejó un incremento de las remuneraciones de los trabajadores registrados a lo largo del año 2021 fue de 56,5%.
Durante esos doce meses, según el Indice de Precios al Consumidor (IPC) los precios subieron casi 51%. Entonces, los asalariados registrados habrían tenido una recuperación de 5,5 puntos porcentuales.
Mientras tanto, las remuneraciones de los trabajadores informales en ese mismo período se incrementaron sólo 40% y, por ende, en ese sector se perdieron 11 puntos porcentuales. Si se ve la foto de los últimos años la situación se ve peor.
Un análisis de LCG advirtió que, en la comparación con el máximo de noviembre 2017, la pérdida de poder adquisitivo es “elevada”: 21,7% promedio. “No sorpresivamente los más afectados son los trabajadores informales con una caída real del 32,1%”, añadieron.
Desde Isepci remarcaron que “con más de 20% de inflación en el primer trimestre de este año, durante el que casi no hubo subas salariales, el efecto arrastre de la inflación en los alimentos arrasa con cualquier recuperación salarial que se pudiera haber producido en un año de crecimiento de 10% en el PIB, y sigue hundiendo el poder adquisitivo de los asalariados del sector informal”.
MARZO DESCONTROLADO
Mientras tanto, las consultoras coinciden en que durante marzo la inflación estuvo por encima del 5,5% y que el piso de abril estará muy cerca de ese porcentaje. El Gobierno busca anclar expectativas, pero casi todos los analistas proyectan cerca del 60% acumulado para todo 2022 como base.
Para la medición que realiza la Fundación Libertad y Progreso, marzo arrojó un aumento de 5,6% mensual. Esto representa una aceleración de casi un punto respecto al dato de febrero que informó el Indec (4,7%). Dentro de los rubros con mayores subas en marzo destacan nuevamente alimentos (+5,7%), indumentaria (+7%), medicina (+7,1%) y educación (+19%).
Con este dato, en el primer trimestre de 2022 los precios subieron 14,8%, la más alta para un primer trimestre desde 2002, explicó la fundación. Además, esta dinámica de precios, de mantenerse haría cerrar la inflación de este año por encima de las proyecciones establecidas en el acuerdo con el FMI (38-48% en todo 2022). Por su parte, la inflación interanual se ubicó en 53,5% y acumula 10 meses consecutivos por encima del 50%.
El relevamiento de precios que realiza LCG mostró para el tercer mes del año una suba del 6% mensual en alimentos, que se sumó al incremento del 8,5% a partir de las actualizaciones autorizadas en electricidad y gas, combustibles 11% y prepagas 6%, entre otros. Esa sumatoria hizo que la consultora proyectara una inflación “piso” del 5,5% para el mes pasado.
El relevamiento de precios que realiza LCG mostró para el tercer mes del año una suba del 6% mensual en alimentos, que se sumó al incremento del 8,5% a partir de las actualizaciones autorizadas en electricidad y gas, combustibles 11% y prepagas 6%, entre otros. Esa sumatoria hizo que la consultora proyectara una inflación “piso” del 5,5% para el mes pasado.
En tanto, la medición de la consultora Eco Go reflejó un alza para marzo del 6,3% que señalaron implicaría una suba del 5,7% para el IPC que realiza el Indec. En esa línea la consultora Seido, afirmó que los incrementos promedio rondaron el 5,2%.