Analista Económico en Libertad y Progreso.
JUJUY AL DÍA – Las restricciones para importar insumos claves y la escasez de energía afectaron a la actividad fabril que, al igual que las obras, muestra un comportamiento inestable desde inicios de este año
Jujuy al día® – Afectada por la falta de insumos importados derivada de las restricciones que impone el Gobierno a las compras en el exterior, y por la escasez de energía, la industria cayó 1,9% en marzo, respecto de febrero. A la construcción, en tanto, le fue peor: tuvo una baja de 4,1%.
Ambas cifras fueron informadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que publicó hoy el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM) y el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC).
En el caso de la industria, el organismo estadístico oficial, señaló: “En marzo de 2022, el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 1,9% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registra una variación positiva de 0,7% respecto al mes anterior”.
Mientras que en el caso de la construcción, indicó: “En marzo de 2022, el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 4,1% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registra una variación positiva de 1,0% respecto al mes anterior”.
Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma, dijo que, tal como se viene analizando desde el comienzo de este año, la industria está en un movimiento de “serrucho”, por el que crece unos meses y cae otros, sin lograr una neta recuperación. “En este dato de marzo influyó la escasez en materia energética y la falta de insumos necesarios para la producción, debido a las trabas a la importación”, explicó.
En el caso de la construcción, Caamaño afirmó que se da la misma tendencia que en la industria. “De hecho, es esperable que ese andar inestable sea el comportamiento de la mayor parte de los productores de bienes durante todo el año”, estimó el economista.
Por su parte, Camilo Tiscornia, director de CyT Asesores Económicos, remarcó que marzo fue un mes complicado, porque empezó a pegar el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania y además las trabas a las importaciones volvieron a obstaculizar a la actividad. “Pero, más allá del número puntual de este mes, lo que se observa en la serie desestacionalizada es que en el último tiempo, con algún serrucho en el medio, se está siempre en el mismo nivel. Eso significa que, evidentemente, la actividad está limitada”, comentó.
Tiscornia analiza que, ya sea por la falta de dólares o por la desconfianza, la actividad económica está perdiendo ese impulso que mostró en algún momento del año pasado. “Al ver que crece menos en el último tiempo, se puede concluir que ese impulso que el Gobierno resalta mucho tenía que ver con la recuperación del Covid, pero a medida que eso se va acabando porque los sectores de van normalizando, la actividad pierde fuerza”, subrayó el economista.
Para Diego Piccardo, economista en la Fundación Libertad y Progreso, la caída de la industria en marzo empieza a reflejar los frenos al crecimiento que va a sufrir la economía argentina a lo largo del año. “Las trabas a las importaciones es el factor crucial de la desaceleración económica en general y de la industria en particular. Esto va a empeorar en el transcurso del año como consecuencia de la necesidad del BCRA de acumular reservas. El torniquete tanto al cepo como a las importaciones crecerá, impidiendo a las fábricas la provisión de insumos y bienes de capital necesarios para producir”, enfatizó.
En este sentido, Piccardo concluyó que las perspectivas para lo que resta del año no son muy buenas ya que se profundizará el cepo y las restricciones a la importación y se sumará un posible faltante de energía que no afectaría a al sector residencial sino al industrial.