Jefe de economía de Libertad y Progreso. Profesor Economía Internacional en Universidad del CEMA, Profesor ayudante de Análisis Económico y Financiero en la Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires,Asesor en la Secretaria de Comercio Exterior la Nación yAsesor Secretaria de Comercio de la Nación.
Mg. en Economía y Lic. en Economía Universidad del CEMA
ÁMBITO FINANCIERO – Si hay algo en lo que coinciden los economistas de diferentes tendencias es que, aunque sea con un calzador, el Gobierno va a poder aprobar las metas del Acuerdo de Facilidades Extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, advierten que la administración nacional empezó a usar un “truco contable” que estaba previsto para más adelante y eso genera dudas para las metas del tercer y cuarto trimestre.
Un análisis de la consultora LCG pone la lupa en la meta monetaria, que indica que este año el Banco Central podrá asistir al Tesoro hasta con 1% . “Hasta el 30 de mayo, la transferencia de Adelantos Transitorios hacia el Tesoro había sumado un total de $380.500 millones lo cual complicaba el cumplimiento de la meta establecida para el mes de junio ($438.500 millones”. El informe indica que el 31 de mayo, “el Tesoro canceló parte de esos adelantos con algunos de los DEGs transferidos por el FMI durante marzo ($ 322,500 millones)”. Como resultado, el stock de anticipos bajó a $58.000 millones y con ello se va a poder cumplir la meta.
Al respecto, Eugenio Mari, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso señaló que “el Gobierno está jugando cartas que uno esperaría que las jugara más adelante” ya que, según indicó, “el momento mas complicado del año es el segundo semestre”. Por esa razón Marí indicó a Ambito que “se vuelve más dudoso el cumplimiento del tercer y el cuarto trimestre del año”. El economista liberal advirtió que “el mercado comenzó a hacer menor roll over de la deuda” con lo cual, señaló que “se podría cerrar el mercado de pesos” para el Gobierno. En las últimas semanas, los inversores comenzaron a dar señales de desconfianza sobre la deuda, y actualmente la tendencia es a financiar al Gobierno pero no más allá del segundo semestre del 2023, cuando ya esté en desarrollo la campaña electoral. Ese aspecto de la economía actual “es grave”, dijo Marí. De modo que planteó que se podría necesitar de una “recalibración de las metas o de un waiver”.
Por su lado, Nicolás Zeolla, economista Jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo Económico (FIDE), también planteó que la expectativa de usar la venta de DEGS para cancelar anticipos de BCRA del Tesoro “era para más adelante en el año”, aunque consideró que el Gobierno no tendrá problemas en cumplir con los objetivos del acuerdo. “La explicación de esto es que el déficit fiscal está más alto de lo previsto, ya que los escenarios que se tomaron al momento de cerrar el acuerdo no son los mismos”. explicó. Por ello, el economista desarrollista consideró que la meta fiscal del entendimiento “es la mas comprometida”. En cuanto a la meta de acumulación de reservas del segundo trimestre, que debería ser de u$s4.100 millones de compra neta, consideró que “el faltante serían de unos u$s1.100 millones”. Zeolla estima que el Gobierno tendrá que recibir un desembolso de DEGs correspondiente a la aprobación del primer trimestre más unos u$s600 millones de organismos y otros u$s300 de compras. Más allá de ello, plantea que “el pico de liquidaciones de dólares del campo no pasó todavía”. Por ello, señaló que “hay riesgo de incumplir” ese punto del acuerdo. El economista de FIDE considero que “el Gobierno tendría que buscar mayor flexibilidad”, en las metas y planteó que va a ser importante analizar el texto de la aprobación de las metas del primer trimestre, porque de allí se puede desprender lo que se podría entender como el estado de ánimo del organismo con el país.
Por su parte, Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, señaló que la estrategia de usar DEGS para cumplir la pauta monetaria del acuerdo estaba prevista en el entendimiento firmado el 25 de marzo pasado. “El hecho de que se haya recurrido a esta fuente de financiamiento en el primer semestre en vez del segundo es indicativo de que la trayectoria fiscal es más ardua”, explicó. Manoukian señaló que ante el creciente déficit fiscal va a ser necesario hacer un seguimiento de las licitaciones de deuda que lleva a cabo el Tesoro, ya que según indicó “el gasto viene creciendo muy por encima de los ingresos”. No obstante indicó que “seguramente la emisión monetaria del 2022 va a estar por encima del 1% del PBI” que prevé el acuerdo.