ÁMBITO FINANCIERO – El Gobierno y el Banco Central (BCRA) han dicho que las subas de los dólares paralelos son irrelevantes para la economía. Esto es un claro error conceptual; ya que parecen no entender lo que causa esas alzas.
En primer lugar, desde mediados del año pasado y con motivo de “poner platita en el bolsillo a la gente” para las elecciones, el BCRA está haciendo andar a gran velocidad la “maquinita” de hacer pesos. Se esperaba que bajara el ritmo después de los comicios; pero han mantenido la velocidad. Por lo tanto, no debería extrañar que, si están produciendo tantos más pesos de los que la gente demanda, pase lo mismo que sucedería si fueran naranjas, su precio bajará. Eso significa que nuestra moneda pierde poder adquisitivo, que nos quita el BCRA para financiar los excesos de gasto del gobierno, con “impuesto inflacionario”. Donde primero se refleja esa desvalorización del peso es en el mercado cambiario, como pasa con cualquier divisa del mundo. Por supuesto, acá lo veremos impactar en los tipos de cambio libre y no en el oficial, que está fijado artificialmente baja, con el cepo.
Lo peor es que, con el tiempo, la gente se cansa de que le saquen poder adquisitivo a los pesos que tienen atesorados o ahorrados. A todos les cuesta mucho esfuerzo y sacrificio juntar esa plata que pretenden usar en beneficio de sus familias o para poder afrontar algún gasto eventual; no lo hacen para financiar al gobierno con impuesto inflacionario. Por lo tanto, como estuvimos viendo en los últimos meses, dejan de demandar moneda local. Pues, si la gente quiere comer menos naranjas, cae el precio de dicha fruta y lo mismo pasa con el peso, que termina perdiendo aún más poder adquisitivo; lo que también se refleja en el alza de los dólares paralelos.
Es cierto lo que dicen los funcionarios de que la suba del Blue no genera la inflación; pero sí lo hace la pérdida de poder adquisitivo de la moneda local que, en gran proporción, justifica el alza de los tipos de cambios libres. Luego, alguien querrá ir al supermercado a comprar algo y el comerciante le va a decir: “Eso que se quiere llevar vale lo mismo que antes y los pesos que me quiere dar valen mucho menos, me va a tener que dar más de ellos”. Cuando esta persona llame al gasista para arreglar su calefón, recibirá la misma aclaración respecto al valor relativo del trabajo a realizarse y el menor poder adquisitivo de la moneda con la que se pretende pagar. Eso es lo que llamamos inflación.
En conclusión, les tengo una mala noticia a los funcionarios del gobierno y del BCRA, pero sobre todo a mis conciudadanos: gran parte de la escalada de los dólares paralelos son pérdida de poder adquisitivo del peso y, en los próximos meses, se reflejará en el alza de los precios de aquello que consumen. Otro dato, cuanto más impuesto inflacionario, mayor el empobrecimiento de todos; ya que nos están quitando poder adquisitivo para que el gobierno pueda gastar más. Una aclaración, cuando alguien se empobrece, le cuesta cada vez más comprar las cosas, ¿les suena?
Les tengo otra mala noticia. Si vemos a los dólares paralelos y al riesgo país “volar” como está pasando, es porque los pequeños, medianos y grandes ahorristas o inversores, argentinos o extranjeros, consideran que la actual gestión está llevando al país a una crisis. Por lo tanto, quieren protegerse de probables pérdidas deshaciéndose de todo lo que sea activos argentinos, ej. Pesos, y lo hacen pasándose a moneda o activos extranjeros. Por eso es que esas divisas de países confiables y estables se vuelven tan demandadas y suben su precio fuertemente. Pregunta: ¿alguien puede pensar que con esa generalizada percepción del futuro del país va a haber muchos invirtiendo en generar empleo, bienes y servicios para los argentinos?
Agreguemos algo más. Conviene analizar los precios a los que cotizan los bonos en moneda extranjera locales que les entregamos a los acreedores a cambio de sus papeles defaulteados en 2020 y con una quita. Señalan que quienes hoy los compran y venden piensan que en dos o tres años volverán a reestructurar esos títulos con una quita similar. O sea, que Argentina va a otra crisis.
Si, a diferencia de todos esos inversores y ahorristas argentinos o extranjeros, los funcionarios del gobierno y el BCRA piensan que la actual es una “crisis de crecimiento”, deberían estar comprando con sus ahorros todos los activos argentinos que los otros están “malvendiendo” y se van a volver recontra ricos. La realidad es que ninguno de ellos lo está haciendo. Todos tienen dolarizados gran parte de sus ahorros líquidos. Ninguno le vendería un solo dólar a ese tipo de cambio oficial (que predican tiene un precio correcto); porque saben que estarían perdiendo plata. Sin embargo, obligan a un pobre industrial PyMe que le costó gran esfuerzo e inversión colocar sus productos en el exterior a liquidar las divisas que trae a ese tipo de cambio “cepo” que implica una confiscación de alrededor de la mitad de su trabajo. Eso sí, luego nos dicen que la solución está en exportar más. No parece que sea el camino que se está siguiendo.