Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso. Licenciado en Economía por la Universidad Católica Argentina. Es consultor económico y Profesor titular de Economía Aplicada del Master de Economía y Administración de ESEADE, profesor titular de Teoría Macroeconómica del Master de Economía y Administración de CEYCE.
CRONISTA – El economista y profesor universitario Roberto Cachanosky descartó un “corralito” similar al de la crisis de 2001 aunque consideró “probable” la puesta en marcha de un Plan Bonex “en el caso que se acentúe la fuga hacia en dólar” y se decida por “no emitir”.
“No creo que se metan con las cajas de seguridad pero podría haber una cosa parecida al Plan Bonex en el caso en que se acentúe la fuga hacia el dólar”, inició su diagnóstico en diálogo con Fundación Libertad.
Para el autor de “El síndrome argentino” la activación de esta medida estará definida por el “grado de corrida” que obligue al Banco Central de la República Argentina (BCRA) a financiar el canje de Leliqs que demanden las entidades privadas.
“En el caso que se acentúe la fuga hacia el dólar, se retiren los depósitos de los bancos y estos tengan que pedirle al Central los pesos por las Leliqs, ahí va a tener que emitirlos y si emite los pesos generá una llamarada hiperinflacionaria”, apuntó el académico. “Por eso van a tener que elegir entre bancarse la llamarada hiperinflacionaria o bien un Plan Bonex”, subrayó.
Según los números que arroja el balance oficial, el stock total de Leliq más pases pasivos del BCRA ascienden a $ 6,9 billones por lo que los pasivos remunerados de la entidad ya representan 1,6 veces la base monetaria.
EL RIESGO DE LAS DOS TORMENTAS
En otro tramo, Cachanosky tildó a la crisis actual de ser similar a la del Rodrigazo de 1975 y al plan Primavera de 1988, lo que conforman “dos grandes tormentas” y advirtió que de combinarse daría paso a una “catástrofe”.
“Puede ser una crisis parecida a la del Rodrigazo. No se si parecida, del mismo tamaño o incluso más grande pero después tenés el problema cuasi fiscal que es muy parecido a lo que ocurrió en 1988 con los depósitos de bien no disponible del Banco Central”, explicó.
Además, el economista insistió en que una dolarización no se podría llevar adelante por la falta de divisas y enfatizó que de intentarse, debería ir acompañada de una reforma de la legislación laboral actual “que no sirve”.
“La medida monetaria es una sola dentro de un contexto que hay que hacer”, sentenció.