PERFIL – Lo más preocupante del dato oficial que se conoció esta semana (la inflación de agosto fue del 7% y sorprendió a propios y ajenos) es que deja la vara muy alta para el mes de la primavera.
Ya se conocen las primeras mediciones privadas de septiembre que PERFIL viene reflejando desde hace varias ediciones y el piso ya preanunciaría que sería del 6%.
Hay un dato naranja: ya no solo alimentos se consolida desde hace meses con un cálculo superior al promedio general. De hecho, pareciera naturalizado que la comida sube notablemente cada semana.
El dato verdaderamente nuevo es que desde hace tres meses, todos los rubros que no estaban siempre por encima de la media, ahora sí lo están y no descienden del podio. Son la ropa, el calzado, y los bienes y servicios. Por ejemplo, en agosto, las subas fueron de 9,9% y 8,7%. Este mes, además el equipamiento para el hogar también aumentó 8,4%.
Esto muestra la complejidad de desacelerar la inflación porque las expectativas de los sectores van hacia el alza.
Hay mediciones como la de la Fundación Libertad y Progreso que, por ejemplo, ya anticipa una primera quincena de septiembre con una suba mensual de 5,2%, pero observó que la composición de esta suba es distinta a la de agosto porque “empujan al alza de los precios la quita de los subsidios al gas y electricidad, que en total aportarán 0,5 puntos porcentuales a la suba del IPC general”.
La FLyP además sostuvo que “vuelve a acelerarse la suba de precios en indumentaria. También muestran una aceleración el rubro educación, por la suba de las cuotas de colegios privados con subvención estatal, y bebidas alcohólicas y tabaco”.
Después de conocerse el dato oficial de agosto, en el Gobierno se multiplicaron las reuniones sectoriales.
El secretario de Comercio, Matías Tombolini, recibió a representantes de la Confederación de Asociaciones Sindicales de Industrias Alimenticias (Casia) para acordar mecanismos de información que mejoren el monitoreo de la cadena de valor y la configuración del precio final de los productos ofrecidos.
Tombolini recalcó que “es inmensamente importante escucharlos, porque no hay ninguna política pública que pueda estar escindida del movimiento obrero, sobre todo en un tema tan sensible como son los alimentos”.
El almuerzo se produjo horas antes de que el Indec informara que la inflación de agosto fue de 7%, con lo cual se validaron las proyecciones de una variación del índice de precios de 100% para 2022.
En esa mesa no sumaron ni tubérculos ni verduras, que de acuerdo con el Indec rompieron récord el mes pasado con subas de entre un 30% y un 60%. Fueron los de mayor incidencia en la suba del precio en agosto pasado, según informó el Indec.
En alimentos se registraron aumentos de entre un 10 y un 20% en los artículos de almacén, y los que menos subieron fueron los lácteos y las carnes, según los precios sugeridos que difundió el organismo estadístico.
Entre los tubérculos la cebolla encabezó los aumentos con una suba del 60,0%, seguida por la papa con un 32,3% la batata un 31,7%, el tomate con 19,4 y el zapallo con una alza en su precio del 14,2%.
En cuanto a la ropa en doce meses la diferencia se agranda mucho más ya que vestirse en el último año significó afrontar aumentos del 109,0%, es decir 30 puntos porcentuales más por encima de la inflación de ese período.
En realidad quedaron muy pocos productos, de acuerdo con la estimación oficial por debajo del índice promedio menesual del 7%.
Curiosamente las carnes fueron los alimentos que menores alzas de precios registraron en agosto porque el asado aumentó un 0,3%, la carne picada común 0,3%, la paleta 0,5%, el cuadril 1,7% y la nalga 0,8%, el pollo 3,5% y el filet de merluza 3,3%.
Entre los productos de almacén el aceite de girasol subió un 18,3%, azúcar 17,2%, huevos 13,1%, pan francés tipo flauta 4,8%, las galletitas dulces 6,5% y las de agua 6,0%, la harina de trigo común 6,9%, arroz 4,4, fideos secos tipo guisero 9,2% y la salchicha tipo Viena 8,4%.
Las bebidas gaseosas base cola elevaron su precio en un 5,2%, el agua sin gas 6,2%, la cerveza en botella 8,5%, el vino común 5,7%, el café molido 9,8% y la yerba mate 4,3%.
Salvo el caso del yogurt que aumentó un 12,8%, los lácteos tuvieron subas inferiores al 10%, entre ellos, la leche entera en sachet 8,1%, entre los quesos el precio del cremoso se incrementó 5,5%, el pategrás 7,2% y el sardo 8,7%, la manteca 8,1% y el dulce de leche 7,6%.