¿Qué consecuencias tiene para los países emergentes la suba de tasas que pide el FMI?

Jefe de economía de Libertad y Progreso

Jefe de economía de Libertad y Progreso. Profesor Economía Internacional en Universidad del CEMA, Profesor ayudante de Análisis Económico y Financiero en la Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires,Asesor en la Secretaria de Comercio Exterior la Nación yAsesor Secretaria de Comercio de la Nación.

Mg. en Economía y Lic. en Economía Universidad del CEMA

PERFIL Los bancos centrales de todo el mundo están aumentando las tasas de interés agresivamente en un intento por ponerle freno a la suba de precios históricos, lo que ha vuelto las condiciones financieras más restrictivas y aumentando los riesgos para la estabilidad financiera 

Entre los principales problemas que enfrentan los sistemas financieros destacan la inflación, el deterioro continuo de las perspectivas económicas en muchas regiones y la persistencia de los riesgos geopolíticos. 

El drama de las economías emergentes

La Reserva Federal de Estados Unidos continúa con su tono hawkish fijado en las últimas reuniones del directorio. El último anuncio del Central estadounidense fue un alza de 75 puntos básicos y constituyó la tercera subida consecutiva a ese ritmo. 

De ese modo, la entidad monetaria pisó el acelerador en su lucha contra la inflación por esta vía, con consecuencias como una recesión a nivel local que, según las nuevas proyecciones de los modelos de Bloomberg Economics alcanzó el 100%, e internacionales como la inflación, ya que mientras el dólar se fortalece, las monedas emergentes se debilitan

Un informe reciente del Deutesche Bank AG alertó que los mercados emergentes ya se encuentran en una situación de crisis y el aumento de las tasas de interés junto con el debilitamiento de las monedas podría empujar a más Gobiernos al default. 

Con el endurecimiento de la política monetaria, los precios de los activos financieros han disminuido, las perspectivas económicas se deterioraron y los temores de recesión aumentaron. El rendimiento de los bonos aumenta de forma generalizada en todas las calificaciones crediticias, y los costos de endeudamiento y empresas se sitúan ya en los niveles más altos de la última década, de acuerdo a un informe del propio FMI. 

Pero, qué consecuencias tiene aumentar las tasas de interés y que se siga fortaleciendo el dólar, por ejemplo, para una economía emergente y en crisis como la de Argentina. 

El FMI sostiene que los costos de bajar la inflación “quizás resulten ser mucho más elevados si se materializan los riesgos alcistas y se consolida un alto nivel de inflación, por lo que propone a los bancos centrales adoptar una “posición más firme y tomar medidas de restricción monetaria” mucho más duras que enfríen la economía. Esto podría derivar en un fuere aumento del desempleo, entre otras consecuencias. 

 — ¿Cómo afecta eso a las economías emergentes como Argentina?

— “Mayores tasas en las economías desarrolladas hace que más capitales fluyan en busca de mejores rendimientos a menor riesgo y se retiren de economías con mayor nivel de riesgo como podrían ser emergentes o en vías de desarrollo. El crédito se encarece y la economía puede ralentizar su crecimiento o, incluso, decrecer”, comenzó diciendo Andrés Reschini, analista en F2 Soluciones Financieras, en diálogo con PERFIL. 

“Esto puede afectar la demanda de los productos primarios como los que producimos y exportamos (Argentina) impactando en nuestra frágil economía, además de desalentar la llegada de inversión extranjera que se ve tentada por mejores rendimientos en economías menos riesgosas”, advirtió Reschini. 

— ¿El aumento de las tasas de interés, al encarecer el costo financiero de las empresas, no termina agregando más presión sobre los precios? 

“No, el aumento de la tasa de interés impacta negativamente sobre la actividad empresarial, ya que vuelve más atractivo colocar el ingreso en un bono público que meterse en un proyecto para, por ejemplo, ampliar la capacidad productiva de la empresa. Entonces deprime la demanda de dinero para transacciones económicas y eso morigera las presiones inflacionarias”, señaló la economista Natalia Motyl en diálogo con este medio. 

— ¿Es correcto atacar el alza de precios con políticas recesivas cuando el origen de la crisis no fue monetario, sino consecuencia del impacto en la cadena de suministro en la pospandemia y las alteraciones en los mercados por el conflicto en Ucrania?

— “En realidad sí porque la aceleración de la inflación fue monetaria. En un intento de amortiguar el impacto de la pandemia, los bancos centrales del mundo inundaron de liquidez a los mercados. Cuando la demanda de dinero por fines precautorios estaba aumentando, eso no se trasladaba a precios. Una vez que se volvió a la normalidad ese exceso de liquidez impactó sobre el nivel general de precios”, contestó Motyl. 

“Por lo tanto, la política más acertada es sacar esa liquidez con políticas monetarias contractivas. El shock energético, los cuellos de botella, solo pueden generar un cambio en los precios relativos, no un incremento generalizado del nivel de precios”, agregó la economista. 

— En general y aparte de encarecer el endeudamiento, ¿Cuáles son los riesgos de subir constantemente las tasas de interés?

— “Cuando decís “subir constantemente” creo que te referís a que no está claro hasta cuánto hará falta que las tasas suban para encausar la inflación en el target de la Reserva Federal del 2%. Si hiciese falta mucha más tasa que la que se espera, las consecuencias en la economía serían mayores en todo el mundo y, obviamente, en nuestro país. Esto, “en la calle”, termina impactando en niveles de empleo, pobreza y básicamente los principales indicadores económicos”, contestó Andrés Reschini. 

Alza generalizada de los precios y desequilibrios 

“La inflación es el proceso persistente de pérdida de valor de la moneda. Es decir que, para entender el alza generalizada de precios, debemos observar que desequilibrios se están dando en el mercado monetario”, comenzó explicando Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, a PERFIL. “En particular, cuando hay inflación, nos encontramos frente a un exceso de oferta de dinero”, agregó. 

“La suba de las tasas de interés lo que hace es atacar este desequilibrio, fortaleciendo la moneda al quitar liquidez a la economía y ajustar los precios relativos entre consumo presente y futuro”, agregó. 

“Si bien es cierto que esto incrementa el costo de financiamiento para las empresas, no se comprueba un traslado persistente de subas de tasas a precios justamente porque ahora nos encontramos con una economía con menor liquidez y una moneda que se fortalece”, señaló. 

Argentina: Recesión a la vista

“El fin del superciclo de liquidez internacional y fortalecimiento relativo del dólar implica menor demanda internacional, y menores precios de nuestras exportaciones, y una aceleración en la salida de capitales. Ambas, contribuyen a que la actividad económica en las economías emergentes se vea resentida”, agregó Mari. 

“Para Argentina significa que el shock positivo de precios internacionales que vimos en la primera mitad del 2021 se revertirá. Con un menor precio de nuestras exportaciones, habrá menos recursos para financiar la expansión de otras actividades internas no exportadoras, como por ejemplo varias ramas industriales. Nuevamente, estamos hablando de una mayor probabilidad de entrar en recesión en 2023”, advirtió el economista de la Fundación Libertad y Progreso. 

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