El IPC-LyP de octubre arrojó un avance del 6,8% mensual, registrando un aumento superior al 6% por cuarto mes consecutivo. Los rubros que más aumentaron en el mes fueron: “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (9,5%); “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (8,3%); “Bienes y Servicios Varios” (8,2%) y “Medicina” (8,0%). Por su parte, aquellos que tuvieron mayor incidencia en el incremento del índice fueron “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (1,9pp); “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (1,0pp.); “Restaurantes y hoteles” (0,8pp.) y “Medicina” (0,7pp.)
De esta manera, en los primeros 10 meses del 2022, la inflación acumulada alcanza 77,4%. Esta es la inflación acumulada más grande para los primeros diez meses del año desde 1991. Dentro de la última década, los años que le siguen con mayor inflación en los primeros diez meses son el 2019, con una inflación acumulada del 42,2%, y el 2021, con 41,8% de inflación.
La tasa de inflación interanual fue del 88,8%, quedando a solo 11,2% puntos de los tres dígitos.
De esta forma, la inflación acumulada durante los primeros 34 meses de la presidencia de Alberto Fernández es de 264,5%.
Lautaro Moschet, Economista de Libertad y Progreso explicó que “la nueva aceleración pone fin al optimismo proveniente desde el oficialismo, tras dos meses con una tendencia decreciente. Esto pone en evidencia que aún se está lejos de controlar la inflación y en el último trimestre del año los precios regulados presionarán al índice de precios. En octubre, se contemplan las subas en el precio de la energía, el gas, medicina prepaga y combustibles, pero se esperan nuevas actualizaciones de precios en noviembre y probablemente en diciembre”.
Eugenio Marí, Economista Jefe de Libertad y Progreso dice que “a la hora de analizar el proceso inflacionario actual lo principal es no confundir causas con consecuencias. Por ejemplo, las paritarias cada vez más altas son consecuencia, no causa de la inflación. Esto nos sirve para ponderar el potencial éxito o fracaso de algunas medidas, como es el anunciado acuerdo de precios y salarios. Una medida que elude las verdaderas causas del proceso inflacionario y, por ende, en el mejor de los casos tendrá un efecto transitorio” expuso.
El economista además adelantó cual es la perspectiva de cara al cierre del año: “Esperamos que 2022 cierre con una inflación de 105%, la más alta desde 1991. De cara a 2023 esperamos que la pérdida de poder adquisitivo de la moneda siga alta, y se vuelva a repetir una inflación de tres dígitos. Esto pondría a Argentina como un caso casi único en el mundo del siglo XXI, con una inflación no solo alta y creciente, sino que además persiste por casi dos décadas” concluyó Marí.