Presupuesto 2023 | Para los especialistas, la proyección de un 60% de inflación es un “dibujo”

Foto Agustin Etchebarne
Director General en 

Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 

PERFIL Este martes la Cámara de Diputados dará inicio al debate sobre el Presupuesto 2023, que proyecta un crecimiento del PBI del 2%, una inflación del 60%, y que contempla más del 70% de los recursos en gastos sociales

La hoja de ruta que estima gastos e inversiones presentada por el ministro de Economía, Sergio Massa, tendrá un impacto real en la vida diaria de los ciudadanos, ya que sobre él pesa la deuda asumida con el Fondo Monetario Internacional en 2018, el posterior acuerdo y las metas establecidas en el mismo. 

Las metas pactadas con el banco de última instancia seguirán siendo el esqueleto del Presupuesto 2023, y si bien el documento presentado por Massa tiene el aval del Fondo, sus proyecciones económicas distan, por lo menos en algunos puntos, de la realidad y de los cálculos hechos por el propio FMI para las economías emergentes. 

Inflación del 60%: una fantasía

Un informe de la consultora Ecolatina expone los principales desafíos a los que estará expuesto el frente externo de la economía en el largo camino a 2023, a lo que hay sumarle la incertidumbre que generará el proceso electoral. 

El documento también señala los principales focos de riesgo en los que menciona: 

  1. Impacto que la sequía tendría sobre la cosecha 2022-23, que reduciría el valor de la producción con relación a la campaña previa tras dos ciclos de mejoras de la mano de shocks de precios internacionales; junto con el riesgo de que las expectativas de devaluación. 
  2. La necesidad de poner en marcha el Gasoducto Néstor Kirchner previo a la próxima temporada invernal a los efectos de ahorrar un monto considerable de dólares en el pago por importaciones energéticas y 
  3.  Un contexto internacional que ha venido agravándose y cuyas perspectivas lejos están de mostrar mejoras.

En esa misma línea, el FMI en su informe llamado World Economic Outlook (WEO) de octubre en el que actualizó sus perspectivas económicas para el año en curso y los que vienen enfatizó en que la inflación será más altala política monetaria más estricta y el crecimiento más débil. “Lo peor está por venir”, señaló el organismo por lo que para muchos el 2023 se sentirá más como una recesión y Argentina, con su economía en cuidados intensivos, no le será fácil escapar a ello. 

En un escenario global cómo el descrito por el propio Fondo Monetario Internacional y con una economía local con múltiples descalabros, queda claro que no hay fundamento para esperar que en los próximos meses el proceso inflacionario se detenga y mucho menos que la inflación, cómo sostiene el presupuesto, sea del 60%. 

“El Presupuesto es un dibujo”

El Presupuesto 2023 es prácticamente un dibujo debido a que la inflación estimada es mucho menor a la que va a ocurrir y; por lo tanto, no le doy más de un trimestre desde el inicio del año (2023) para que mediante algún decreto se le haga alguna modificación”, comenzó diciendo Agustín Etchebarne, Director General en la Fundación Libertad y Progreso en declaraciones a PERFIL. 

“Desde ya te están diciendo que va a haber una devaluación del 80% anual, con respecto al valor actual del tipo de cambio mayorista. No hay indicios de que la inflación el próximo año vaya a bajar, todo lo contrario, lo más probable es que vaya a hacer más alta de la actual”, advirtió Etchebarne.

A estas alturas el porcentaje inflacionario no importa mucho, sostienen economistas consultados por este medio, ya que una inflación del 100% o del 60% es un número muy elevado que impide el crecimiento del país, que, según Carlos Melconian, la “Argentina es una muestra de país sin crecimiento hace 10 años y la inflación no era así, era de 25%, luego de 35%, luego 45%”.

Con proyecciones de un menor crecimiento, la suba de tasas de interés por parte de los bancos centrales y la escasez de reservas del BCRA que, continuará así el año que viene, fácilmente se pondrá en jaque al Presupuesto 2023 que se debatirá este 25 de octubre en la Cámara Baja. 

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