Economista de la Universidad Torcuato Di Tella
NOTICIAS ARGENTIAS Menos disponibilidad de crédito y más caro para empresas y un impacto sobre las exportaciones ante una caída en los niveles de actividad globales, resultan las consecuencias más directas que sufrirá la Argentina a partir de la suba de tasa de interés en los Estados Unidos, política que además amenaza con extenderse durante 2023.
La Reserva Federal elevó este miércoles 75 puntos básicos la tasa de referencia a un rango entre 3,75% – 4% en procura de contener la inflación y dio señales que durante el próximo año habrá ajustes que la sitúen más cerca de 5%. Estas decisiones que parecen lejanas tienen consecuencias directas sobre la actividad en la Argentina, principalmente en la economía real.
Al no estar integrados al mundo en materia financiera y con los bonos a precios de default, la suba de tasas no tiene efectos inmediatos sobre los títulos soberanos o la búsqueda de financiamiento por parte del Estado, pero deja su huella en las empresas.
Nicolas Max, Director de Criteria, señaló a NA que “la decisión no difiere de las expectativas de mercado. Las discusiones están ahora en los futuros movimientos y la velocidad de esos movimientos. Powell en su discurso reconoce que va a ser necesario subir más la tasa que lo que tenían estipulado en la reunión de septiembre”.
Max explicó que “el mercado estaba incorporando desde hace un par de semanas un pico de tasa 5% y lo que Poweell dijo es que el pico de tasa no será de 4,6% sino más parecido al 5%”.
El especialista sostuvo que la decisión que tomó la FED hoy “no tiene un efecto inmediato en la Argentina, pero sí tiene un efecto progresivo que se va profundizando a medida que sube la tasa porque los inversores ven en Estados Unidos una aspiradora de dinero a medida que ofrece retornos más altos”.
“Esto produce apreciaciones en el dólar y salida de flujo de emergentes. Pero como argentina está fuera de los mercados internacionales no hay efecto, sí lo hay sobre las empresas porque se encarece la tasa de interés”, remató.
Ante la consulta de esta agencia, Guido Lorenzo Director de LCG consideró que “una de las ventajas de estar desintegrados financieramente es que estos efectos de la suba de tasa de la FED no te impactan fuertemente”.
De todas maneras advirtió que “si uno lo ve para adelante, no sólo por la suba de tasas sino también por el retiro de liquidez, será más difícil financiar una transición hacia el equilibrio de la macro argentina, con lo cual no es una buena noticia porque te obliga a un ajuste a futuro”.
Sobre la deuda soberana, consideró que “sufre como cualquier activo de riesgo pero está cotizando en niveles de default, con lo cual el impacto será marginal”.
Lorenzo puso el foco en el tema del comercio dado que “la suba de tasa deprime la actividad a nivel global y eso puede impactar en la cuenta corriente por menores exportaciones de Argentina hacia el resto del mundo.
Pedro Siaba Serrate, Director en PPI Finanzas, señaló a NA que “el retoque fue anecdótico porque fueron los 75 puntos que esperaba el mercado” pero aclaró que “la clave era ver el lenguaje”.
“El mercado tomó como auspicioso que la FED haya dicho que iba a considerar el ‘endurecimiento acumulado’ para futuras decisiones”, pero las declaraciones posteriores de Powell la relativizaron e incluso se direccionaron en sentido opuesto.
“Se subió la tasa 3,75 puntos en seis meses y no veíamos un endurecimiento de esta magnitud desde principios de los 80. Estamos ante un experimento muy agresivo”, graficó.
Sobre el impacto en los títulos argentinos sostuvo que “el 83% de la performance de los bonos argentinos desde que salieron tras el canje depende del escenario externo, con lo cual van a seguir muy de cerca lo que pase con los emergentes. Si las noticias de la FED no son positivas es probable que los veamos más pesados en las próximas ruedas”.
A su vez, Lautaro Moschet, economista de Fundación Libertad y Progreso se acopló a quienes entendieron que la suba de 75 puntos “era lo esperado por el mercado” y supone que “no habrá saltos disruptivos”.
“La conferencia de Powell mostró la continuación del plan de contracción monetaria y por lo tanto, los efectos que generarán en nuestro país seguirán en línea con lo que se viene advirtiendo”, agregó.
Al respecto explicó que “por un lado, los activos norteamericanos ganan cada vez mayor atractivo, provocando una caída en la demanda de los bonos más riesgosos como los argentinos”.
“Por otro lado –continuó- las inversiones extranjeras se dificultan aún más, ya que el retorno esperado deberá ser mayor para generar un pay-off positivo”.
En este escenario, Moschet afirmó que “la menor inversión será el principal desafío que tendrá la economía argentina para seguir creciendo y contribuye a la probabilidad de una posible recesión el año próximo”.