Jefe de economía de Libertad y Progreso. Profesor Economía Internacional en Universidad del CEMA, Profesor ayudante de Análisis Económico y Financiero en la Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires,Asesor en la Secretaria de Comercio Exterior la Nación yAsesor Secretaria de Comercio de la Nación.
Mg. en Economía y Lic. en Economía Universidad del CEMA
LA GACETA Hay dos situaciones claras que se desprenden del informe oficial sobre la inflación tucumana de octubre, que ha registrado una variación del 5,4% mensual, casi un punto por debajo del medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para el país (6,3%).
La primera es que el “efecto Día de la Madre” ha golpeado con fuerza en el indicador, más allá de que el rubro ”Prendas de vestir y calzado” ha registrado un fuerte incremento de precios en el último año. Esto se evidencia en que, sólo el mes pasado, las remeras para dama subieron en promedio un 20% respecto del mes anterior y que el valor de las sandalias ha subido en torno de un 18% mensual, de acuerdo con el informe difundido por la Dirección de Estadística de la Provincia.
La segunda es más pesada y muestra que la inflación sigue haciendo “puré” al poder adquisitivo de la sociedad. En octubre, el precio de la papa registró un incremento del 48%, mientras que el del zapallo redondo ascendió un 37%. Este fenómeno es más pesado si es que en los días previos a las compras llueve en las zonas de cultivo, lo que encarece aún más la producción. Hoy el zapallo cuesta entre $ 500 y $ 600 el kilo en las verdulerías de barrio y, en gran medida, es sustituido por el coreanito, que puede conseguirse a $ 350 el kilo. Por la papa se llegó a pagar el mes pasado hasta $ 300. Ese valor ha quedado fijado en algunos grandes supermercados, pero en las verdulerías baja a $ 150 y hasta se pueden conseguir ofertas de dos kilos por $ 250. Si la mirada del consumidor se dirigía hacia las frutas, habrá notado que la manzana deliciosa también estuvo por las nubes. El reporte oficial captó una variación de casi un 24% en el mes, y hoy un kilo de manzana puede conseguirse a entre $ 400 y $ 500.
Si se toma en cuenta la variación más evidente en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Tucumán, la división Comunicación ha sido la más alta, por segundo mes consecutivo, con un incremento del 18,8% en el valor de los equipos de telefonía móvil (Smartphone). Sin embargo, su incidencia es relativa en la inflación general.
La Dirección de Estadística también registró aumentos en el valor de las expensas, del 9,5%, y de los alquileres, de un 3,2% en el mes anterior.
La variación acumulada del nivel general en lo que va de 2022 es de 73,48% y se puede observar que la mayor variación del período corresponde a la categoría “Prendas de vestir y calzado” (101,5%) seguida de “Restaurantes y hoteles” (95,6%). La variación interanual (octubre de 2022 contra octubre de 2021) del nivel general es de 84,5%, señala el reporte oficial. En este período se observa los mayores reajustes en la categoría “Prendas de vestir y calzado” (120,2%) seguida por “Restaurantes y hoteles” (97,66%).
A nivel nacional, en los primeros 10 meses del año, los precios minoristas medidos por el Indec subieron un 76,6%. En la comparación interanual, se registró un incremento de 88%, la mayor variación desde noviembre de 1991. A falta de dos meses para cerrar el año, el Índice de Precios al Consumidor puede terminar por encima del 100%, tal como lo proyectan las principales consultoras privadas y los analistas que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central. Para el mes en curso, se estima que la inflación no bajará del 6%, por más que el Ministerio de Economía haya anunciado y puesto en práctica el denominado plan de “Precios Justos”.
Según los estudios realizados por los economistas de la Fundación Libertad y Progreso la velocidad de rotación de la Base Monetaria se aceleró en 2022 de manera alarmante un 55%. El índice de velocidad de circulación, calculado a partir de la teoría cuantitativa del dinero, es la inversa de la demanda del dinero. Este índice, que depende de la masa monetaria existente, el ingreso de los argentinos y los movimientos en el nivel de precios, refleja cuál es el deseo de los argentinos por demandar dinero nacional. A mayor velocidad de circulación, menor demanda de dinero, y viceversa.
Los especialistas señalan que el hecho de que la velocidad de circulación del dinero este subiendo implica que las personas “huyen” cada vez más rápido del peso. Al igual que los excesos de emisión de moneda, la caída de su demanda, también, genera una baja del valor de esta. Por eso, quien venda algo exigirá que le entreguen más pesos, cuando más baje su poder adquisitivo; lo que llamamos inflación.
Parafraseando a Gabriel Rubinstein, viceministro de Economía de la Nación, Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso dice que “los desequilibrios macroeconómicos argentinos hacen que el país coquetee con la hiperinflación”. “Para evitar este desenlace y que Argentina empiece a crecer es necesario una combinación de medidas fiscales, monetarias y productivas que simultáneamente devuelvan la sostenibilidad fiscal, bajen la inflación y devuelvan los incentivos a la inversión y la producción en el sector privado”, explica.
Aldo Abram, director de la Fundación, comentó, por su parte, que “la aceleración de la inflación, que pasó a 7% o más mensual se fundamenta en los excesos de emisión. Pasamos de un desplome de la demanda de pesos a una moderación por la menor incertidumbre que trajo el ingreso al gobierno del ministro Sergio Massa y algunas medidas que adoptó”, indica el economista. “Si bien es cierto que bajó un poco el ritmo de crecimiento de la cantidad de moneda, para consolidar el descenso de la inflación es importante que el ministro logre pronto un shock de confianza; ya que la credibilidad en su gestión está empezando a debilitarse y, con ella, la demanda de nuestra moneda”, agrega.