Economista de la Universidad Torcuato Di Tella
URGENTE 24 Mientras corren las horas que nos llevan hacia momentos de reflexión y búsqueda de nuevos objetivos economistas y consultoras evaluaron que pasó en 2022, un año estresante que promete resonar iniciado 2023. Así las cosas la Fundación Libertad y Progreso se tomó el trabajo de poner “los patitios en fila”.
El economista, Lautaro Moschet, recordó que comenzamos el año con la incertidumbre de si el gobierno le pagaría al FMI o si caería en default. Luego aparecieron las dudas sobre el nuevo acuerdo con el organismo y al final de cada trimestre cruzamos los dedos para cumplir con las metas.
Mas tarde pasaron tres ministros de economía en julio, lo cual sacudió el mercado cambiario y la inflación se aceleró notablemente, llegando a fin de año por encima del 90% interanual y marcando un récord desde principios de la década del 90.
Como consecuencia, la caída de los salarios en términos reales, reflejado en el menor poder de compra, puso aún más contra las cuerdas al bolsillo de los hogares. A pesar de todo esto, una buena tenía que haber y es que el nivel de actividad se recuperó más de lo esperado y al finalizar el año, la economía habrá crecido 5,7%.
Moschet nos recuerda que la inestabilidad económica en Argentina es prácticamente una constante y aunque acostumbrados no deja de afectarnos. Nuestra moneda vale cada vez menos y escaparnos de su depreciación es prácticamente imposible.
Dólar con varios apodos
El tipo de cambio mayorista comenzó el año en apenas $103 y acumuló una suba cercana al 70%, pero en los últimos meses, la suba del tipo de cambio se aceleró conforme lo hizo la inflación, el acceso a la divisa fue haciéndose cada vez más estrecho incluso para la industria.
De modo que los dólares financieros fueron tomando más protagonismo y registraron un aumento promedio del 60%. Pero en el camino, aparecieron los tipos de cambio especiales: “dólar Qatar”, “dólar Coldplay” y el “dólar soja”.
Los resultados superaron las expectativas del gobierno y se registró un récord de liquidaciones de divisas, el Banco Central pudo comprar US$5.062 millones. Además, el fisco cuadruplicó su recaudación por derechos de exportación. Una jugada que le permitió al Gobierno acercase a la meta de acumulación de Reservas Internacionales y achicar (temporalmente) el déficit.u
El ministro Sergio Massa optó ir paso a paso en modo gradual
Sergio Massa logró resultados
En materia fiscal, desde la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía, se frenó la expansión del gasto público, que durante el primer semestre creció marcadamente, y en los últimos meses comenzó una leve tendencia bajista, aunque partiendo de niveles muy altos. En este área, el ahorro del Estado, por ejemplo en subsidios, será mayormente visible en 2023 para cuando se espera una reducción 0,2p.p. en comparación con el 2021, situándose en 2,8% del PBI.
El analista resalta que la desaceleración en el gasto contribuyó a una menor dependencia de las transferencias del Banco Central para financiar el Tesoro, y por lo tanto, disminuir el ritmo de emisión monetaria. La desaceleración fue uno de los factores que explica la baja en la inflación de noviembre. El otro elemento clave fue la suba de tasas.
Como tal 2022 fue un año extremadamente complejo, lleno de dificultades. Algunas ya estaban y otras surgieron en la medida que se intentan arreglar las previas. El próximo año tendrá un componente especial ya que habrá elecciones presidenciales en un contexto inflacionario que se espera hacia la baja. como se vio en noviembre.
“Lo que vivimos estos días, permitió sedar la difícil situación que estamos atravesando como país esperamos que esa unión y el clima de alegría sean los precedentes de lo que puede ser Argentina a partir de un cambio que nos lleve a un sendero de estabilidad, crecimiento y mejores condiciones de vida”. Reflexiona Lautaro Moschet.