NUEVAS PALABRAS El resultado fiscal de septiembre puede ser motivo de discusión, debido a la decisión del Gobierno de computar el monto de las letras intransferibles emitidas por el Tesoro como un gasto «debajo de la línea», ya que en caso contrario las cuentas de ese mes no hubieran reflejado un superávit primario de $5.284 millones sino un déficit de $436.303 millones.
Así lo sostuvo hoy la Fundación Libertad y Progreso, en un informe en el que cuestiona lo que en la jerga de la administración pública nacional se denomina «contabilidad creativa», que en definitiva apunta a presentar resultados fiscales mejores a los efectivamente obtenidos.
El Decreto 576/22, que creó el Programa de Incremento Exportador, también conocido como Dólar Soja, estableció que el Tesoro emitiría Letras Intransferibles por un monto equivalente a la pérdida patrimonial del Banco Central, que durante la vigencia del programa compró US$ 7.646 millones a un tipo de cambio diferencial de US$200, cuando el tipo de cambio oficial promedio del mes fue US$144.
Esto implicó que el Tesoro emitió Letras Intransferibles para hacerse cargo de una pérdida patrimonial del BCRA por US$2.961,7 millones, equivalentes a $436.303 millones contabilizados al tipo de cambio oficial del 30 de septiembre de este año.
Sin embargo, Libertad y Progreso advirtió que «la erogación se anotó por debajo de la línea, es decir, por fuera de los gastos primarios», algo por lo menos «discutible; ya que, como es en esencia una transferencia de capital hacia el BCRA, podría ser anotada como parte del gasto primario».
«En definitiva, el aumento del endeudamiento del gobierno termina siendo mayor a lo que se justifica por el déficit primario, lo cual no es razonable», manifestó la entidad.
Si se hubiese asentado como subsidio o como una compensación al Banco Central (imputarlo “por encima de la línea”), el gasto primario habría aumentado en $436.303 millones y el déficit primario de septiembre sería de $431.019 millones, en lugar del superávit de $5.284 millones informado por el Ministerio de Economía».
En el mismo mes, «gracias a la liquidación anticipada de ventas al exterior, el gobierno embolsó por adelantado retenciones por embarques que no se habían realizado aún y los contabilizó como ingresos, que sumaron $340 mil millones; lo cual, cabe aclarar, es correcto», indicó LyP.
«Lo que no suena razonable, para el cálculo del resultado primario, es contabilizar los mayores ingresos obtenidos por el ‘Dólar Soja’, pero no hacerlo con el costo pagado por el Tesoro para que esa liquidación se produzca», planteó.
La Fundación manifestó que «sin esta discutible forma de contabilización de la erogación en que incurrió el Tesoro para sumar divisas al BCRA, el déficit primario efectivo acumulado hasta septiembre hubiera sido de $1.532.355 millones, con lo que el Estado argentino habría incumplido la meta de déficit primario acumulado del tercer trimestre ($1.136.000 millones) acordada con el Fondo Monetario Internacional por $396 mil millones» y en consecuencia «el déficit fiscal efectivo habría estado 35% por encima de la meta comprometida».
Asimismo, LyP advirtió que algo similar podría ocurrir con las cuentas públicas de diciembre: «si se repite esta dinámica, el déficit fiscal primario de diciembre sería menor en $180 mil millones, equivalentes a una emisión de Letras Intransferibles por US$ 1.000 millones a finales de diciembre», debido a que «el Tesoro deberá compensar patrimonialmente al Central por las compras de US$ 3.000 millones a un tipo de cambio oficial de US$ 230 mientras que estimamos un tipo de cambio oficial promedio para el mes de US$ 171».
«Así seguimos acumulando deuda del Estado sin que se justifique en un resultado negativo equivalente en las cuentas públicas», expresó.