Índice de precios enero 2023 LyP

El IPC-LyP de enero arrojó un avance del 6,3% mensual, superando nuevamente el 6%. Como resultado, la variación interanual trepó a 99,3%, quedando solamente a 0,7 puntos porcentuales de los tres dígitos. Las variaciones de este mes estuvieron condicionadas en gran medida por los ajustes de precios regulados tales como electricidad, gas, combustibles y medicina privada. Cabe destacar que en estos rubros el gobierno demoró las actualizaciones durante los pasados tres años, por lo que incluso con las últimas subas siguen por debajo de los valores reales que sostenían en diciembre de 2019.

Los rubros que mostraron una mayor aceleración respecto a noviembre fueron ‘Vivienda, Agua y Electricidad’ (13,9%), dada quita de subsidios energéticos y el fuerte incremento en los alquileres. A su vez, “Transporte” presentó un aumento de 10,7%, que se explica fundamentalmente por la suba del boleto de colectivo interurbano, que fue del 40% para el AMBA y tuvo aumentos aún mayores en las provincias. El aumento de los combustibles – que promedió el 4% – también contribuyó, aunque en menor medida. Por su parte, El rubro de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, que posee la mayor ponderación en el IPC, subió 4,1%.

Cabe destacar que la aceleración se presentó con más fuerza en las primeras tres semanas del mes, mientras que en la última mostró una aparente estabilización.

De cara a febrero, por ahora la ausencia de subas importantes de precios regulados contribuiría a una moderación en la suba del IPC. Sin embargo, la dinámica inflacionaria seguirá por encima del 5% mensual, lo que llevaría a que se cruce la barrera del 100% anual en el IPC general.

Eugenio Marí, Economista Jefe de Libertad y Progreso dice “en los últimos meses la urgencia llevó a tomar medidas que son sorprendentes para un gobierno kirchnerista: ajuste del gasto, quita de subsidios, intentos de fiscalización de la asistencia social. Sin embargo, resultan insuficientes a la luz de los desequilibrios que viene acumulando la economía. Por ejemplo, incluso con la última suba, el boleto de colectivo en el AMBA sigue 40% más atrasado que en diciembre de 2015”.

Lautaro Moschet, economista de Libertad y Progreso, sostuvo que “la inflación nuevamente se está escapando de los parámetros que manejaba el gobierno y dejan en evidencia la incapacidad de los controles de precios. El problema no está en las góndolas, sino en la depreciación constante de nuestra moneda causada por la desconfianza en los funcionarios y el exceso de oferta monetaria. Por el momento, no hay razones teóricas para pensar que la inflación va a bajar y la incertidumbre en un año electoral puede incluso empeorar la situación”.

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