Jefe de economía de Libertad y Progreso. Profesor Economía Internacional en Universidad del CEMA, Profesor ayudante de Análisis Económico y Financiero en la Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires,Asesor en la Secretaria de Comercio Exterior la Nación yAsesor Secretaria de Comercio de la Nación.
Mg. en Economía y Lic. en Economía Universidad del CEMA
NOTICIAS DE BARILOCHE El gobierno hace esfuerzos para controlar los precios y apura la salida de Precios Justos, como una medida importante para poder controlar la inflación. Sin embargo, las consultoras privadas vienen anticipando un dato duro: el índice de precios al consumidor estará en el orden del 6%. Incluso ese dato puede ser mayor.
Las distintas consultoras muestran algunas dispersiones, así se ven datos que van desde el 5,2% que proyectó Orlando Ferreres, o el 5,8% para Analytica; el 5,9% para Eco Go. Peor hay otros que ven un dato mayor, como C&T que proyecta 6,4% y muy cerca Libertad y Progreso con el 6,3%.
Por caso, la Fundación Libertad y Progreso cuyo índice mostró un avance del 6,3% mensual, superando nuevamente el 6%.
Tal como explicaron desde la Fundación, “las variaciones de este mes estuvieron condicionadas en gran medida por los ajustes de precios regulados tales como electricidad, gas, combustibles y medicina privada”.
En la medición, los rubros que mostraron la mayor aceleración respecto a noviembre fueron ‘Vivienda, Agua y Electricidad’(13,9%), dada la quita de subsidios energéticos y el fuerte incremento en los alquileres.
A su vez, señalaron que “Transporte” presentó un aumento de 10,7%, que se explica fundamentalmente por la suba del boleto de colectivo interurbano, que fue del 40% para el AMBA y tuvo aumentos aún mayores en las provincias. El aumento de los combustibles – que promedió el 4% – también contribuyó, aunque en menor medida.
Por su parte, el rubro de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, que posee la mayor ponderación en el IPC, subió 4,1%.
Eugenio Marí, Economista Jefe de Libertad y Progreso dijo que “en los últimos meses la urgencia llevó a tomar medidas que son sorprendentes para un gobierno kirchnerista: ajuste del gasto, quita de subsidios, intentos defiscalización de la asistencia social. Sin embargo, resultan insuficientes a la luz de los desequilibrios que viene acumulando la economía. Por ejemplo, incluso con la última suba, el boleto de colectivo en el AMBA sigue 40%más atrasado que en diciembre de 2015”, indicó.
En tanto, el relevamiento de precios minoristas de C&T para GBA presentó un incremento mensual de 6,4% en enero, superando el 4,5% de enero de 2022 y el 6,2% de diciembre. De este modo, la variación de doce meses trepó a 101,2%, la mayor desde octubre de 1991.
Los rubros de mayor incremento fueron Transporte y comunicaciones por la combinación del aumento de transporte público, de los servicios de telefonía móvil y de la sostenida alza de precio de los vehículos.
Le siguió esparcimiento, que recogió las subas de los rubros relacionados con el turismo por las vacaciones de verano.
En salud se destacó el aumento de las prepagas, que fue la segunda parte del desdoblamiento del incremento que se iba a dar originalmente en diciembre. Por su parte la suba de Bienes y servicios varios estuvo motorizada por el aumento de los cigarrillos. En equipamiento y mantenimiento del hogar hubo subas generalizadas en los principales componentes: artículos para el hogar, productos de limpieza y servicios para el hogar, este último movido por el alza de salarios de las empleadas domésticas.
Finalmente, alimentos y bebidas tuvo un incremento de 5,2% mensual, el mayor desde octubre. El cambio de comportamiento estuvo fuertemente influenciado por la aceleración de la carne y las verduras.
Por su parte, para Focus Market en enero, la inflación sería del 5,7%, de acuerdo al informe publicado vía lector de código de barras. “Para este primer mes del año influyeron el aumento de los precios regulados como nafta, transporte, energía eléctrica, gas y agua”, señaló Damián Di Pace, director de la consultora. Asimismo, reveló que los alimentos tuvieron una suba del 4,7 %. “Para el caso de la Carne tuvo un impacto parcial debido al incremento en góndola de la última semana pero se esperan más recuperación de precio atrasado en el mes de Febrero¨, dijo el economista.
El efecto del aumento de la carne
Muchos cañones apuntan a que el precio de la carne estaba “dormido” por efecto de la sequía que obligó a muchos productores a desprenderse de su rodeo. Finalmente, sólo había aumentado algo más de 42% a lo largo del año anterior, y ahora se está “reacomodando”. Una idea que no sólo comparten los productores ganaderos, sino también el propio Gobierno. De hecho, en declaraciones recientes el Secretario de Agricultura Juan José Bahillo consideró que lo que está sucediendo en los últimos días es un “reacomodamiento” de los precios luego de haber estado casi durante nueve meses sin modificaciones.
Así y todo, las subas de enero le imprimieron su empuje a la inflación del primer mes del año. Para Fausto Spotorno economista Jefe de la consultora Orlando Ferreres, “la carne había tranquilizado un poco la inflación el año pasado debido a que, por la sequía, los productores empezaron a mandar animales al mercado. Pero los animales se terminan y empiezan a subir los precios”, explicó.
La semana pasada el valor de la carne en el mercado de Cañuelas había subido un 30% y se espera que en esta semana termine de impactar a nivel minorista.
Lejos del anhelado 3%
Parece cada vez más lejana la idea del ministro Sergio Massa de acercarse a una inflación cercana al 3% más avanzado el año.
“Arrancamos con la inflación que estaba en 7,4% y en los primeros sesenta días estacionamos en el 6% 6,4%, 6,3%. Aspirábamos a que noviembre y diciembre se estacionaran con el 5%. Y en enero tratar de estacionar alrededor del 5%”, dijo el ministro Massa en una entrevista con , donde aseguró “El objetivo es poner el tres adelante en abril”.
Sin embargo, los datos que se vienen mostrando no parecen estar en línea con sus proyecciones.
Para Lautaro Moschet, economista de Libertad y Progreso, “la inflación nuevamente se está escapando de los parámetros que manejaba el gobierno y dejan en evidencia la incapacidad de los controles de precios”, indicó.
Y agregó que “el problema no está en las góndolas, sino en la depreciación constante de nuestra moneda causada por la desconfianza en los funcionarios y el exceso de oferta monetaria. Por el momento, no hay razones teóricas para pensar que la inflación va a bajar y la incertidumbre en un año electoral puede incluso empeorar la situación”, aseguró.