ÁMBITO FINANCIERO A pesar de las críticas de Juntos por el Cambio al canje de deuda en pesos anunciado por Sergio Massa, el mercado financiero salió a darle su respaldo en función de la complicada situación que se planteaba para el segundo trimestre del año. Aún así, desde el propio Ministerio de Economía se estima que el nivel de ingreso en la operación voluntaria será más acotado que en canjes anteriores.
Según indicó un alto funcionario a Ámbito, la diferencia en esta oportunidad es que se procura “un reordenamiento de la curva” de los plazos e intereses que pagan los bonos en pesos. Los canjes que se fueron formulando el año pasado solo apuntaban a “patear” vencimientos por algunos pocos meses en función de la demanda del mercado por rentabilidad en un contexto inflacionario. Eso a su vez generó que los bonos a corto plazo rindieran más que los de largo, algo que en condiciones normales debería ser a la inversa.Informate más
Según estimaciones de la consultora 1816, entre marzo y junio de este año los vencimientos de deuda en pesos alcanzan los $7,7 billones. Uno de los puntos que estará observando el mercado es la progresión de nuevos vencimientos entre 2024 y 2025. En agosto del año pasado, en un intercambio similar, la adhesión fue del 85%, mientras que en noviembre había caído al 61% del total de tenedores. En principio, la mayoría había sido intra estatal. El grueso de los privados quedó al margen.
El Gobierno entregará bonos que ajustan por inflación y duales (que indexan por inflación o por dólar, lo que más haya subido) y el BCRA tendrá el compromiso de comprar los títulos en caso de que decidan vender por una fuerte baja del precio, por ejemplo.
Al respecto, Walter Morales, CEO de Wise Capital, consideró que el planteo del canje de deuda que está lanzando el Gobierno es correcta, dada la acumulación de vencimientos que hay este año previo a las elecciones. “Es el mismo canje que vienen haciendo cada tres meses, a los que le van cambiando el formato”, señaló Morales, quien advirtió que el mercado, hasta ahora, solo le vino prestando al Gobierno a corto plazo.
Según señaló Martín Rapetti, titular de la consultora Equilibra, la operación “está bien”, en tanto considera que “no hay nada novedoso respecto de lo que se venía haciendo”. El economista señala que la operación denominada “put”, que es un “seguro de liquidez” que ofrece el Central, “ya se hizo el año pasado cuando el mercado de deuda se desplomó”. A diferencia de los economistas de Juntos por el Cambio, Rapetti dijo no ver “un compromiso muy gravoso para la administración”. “La verdad es que a nosotros nos cuesta ver una bomba”, explicó.
Por su lado, Aldo Abram, director ejecutivo de la fundación Libertad y Progreso, se manifestó en favor de la operación. “Si logran canjear la deuda, a menos que lo hagan a un costo demasiado alto, siempre va a ser una buena noticia”, señaló Abram. El economista dijo que “hay mucha gente que apuesta a que haya un cambio de la gestión en el próximo gobierno y que por eso hay más chances que ocurran cosas en favor de un ordenamiento de las cuentas”.
Abram reconoció que la operación “le va a dejar un tema a resolver a la próxima administración”, aunque consideró que en caso de que ese gobierno ponga sobre la mesa un paquete de medidas de modo inmediato, “no va tener problemas para refinanciar” la deuda en 2024 y 2025. Sobre todo, en el segundo año del próximo gobierno están los vencimientos más pesados de la deuda en dólares del exterior, y del Fondo Monetario Internacional. La Argentina tendrá necesidad de volver a los mercados voluntarios internacionales y casi posiblemente salga a ofrecer otro nuevo canje voluntario en dólares. Del mismo modo, la deuda en pesos seguiría el mismo camino llegado ese momento.
Guido Sandleris, expresidente del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri, volvió a plantear sus reparos con la operación. Por lo menos plantea sus sospechas de que el gobierno puede aprovechar el nuevo contexto más relajado de vencimientos para abandonar el camino del orden fiscal. Consideró que el canje “es indicio de un nuevo plan platita” en el año electoral.