CLARÍN El crédito al sector privado cayó 11,3% desde la asunción de Alberto Fernández y está en el nivel más bajo desde 2006. Con el sector público llevándose la mayor parte del financiamiento disponible, los préstamos personales tocaron su piso desde noviembre de 2005, mientras que los créditos con tarjetas cayeron a su menor nivel en 12 años.
Un informe de la Fundación Libertad y Progreso con datos del Banco Central, señala que, ajustando por inflación, el crédito total al sector privado cayó 11,3% desde diciembre de 2019. Con esto, alcanzó el nivel más bajo desde julio de 2006.
En la última década, el pico del crédito al sector privado fue en mayo de 2018 ($17.724.286 millones a precios de hoy). Desde ese punto se contrajo 44,6%.
Durante la presidencia de Néstor Kirchne el crédito creció 96% real, descontando el efecto de la inflación, casi sin anotar contracciones.
En el primer mandato de Cristina Kirchner tuvo un crecimiento punta a punta del 23%. Y durante su segundo mandato, la variación punta a punta fue de 13%; aunque se rompió la tendencia alcista que se había dado en los años previos. En diciembre de 2013 alcanzó su pico desde la salida de la Convertibilidad y, para diciembre de 2015, estaba 6% por debajo de ese nivel.
Durante la administración de Mauricio Macri hubo dos etapas muy marcadas; tras la salida del cepo y el sinceramiento de precios, el crédito al sector privado creció un 28% en términos reales (entre julio de 2016 y mayo de 2018).
A partir del máximo alcanzado en mayo de 2018, hubo una contracción del 38% hasta diciembre de 2019, que dejó el stock de crédito por debajo de los valores de diciembre de 2015.
Por último, durante la presidencia de Alberto Fernández el crédito se recuperó un 8% entre diciembre de 2019 y mayo de 2020, tras lo cual se estancó y fue contrayéndose desde el último trimestre de 2021.
Préstamos por rubros
Los peores resultados se los llevaron los créditos a personas y a largo plazo. Los préstamos personales cayeron 71% desde diciembre de 2019 y tocaron su piso desde noviembre de 2005.
El crédito con tarjetas bajó un 28,8% a su menor nivel en 12 años. En tanto que el stock de créditos hipotecarios se contrajo un 79,1%, estando ahora en su menor nivel desde principios de la década de 1990.
En contraposición, los rubros donde se observan variaciones positivas desde diciembre de 2019 son los otros créditos, prendarios y los documentos.
Los “documentos”, básicamente el descuento de cheques, se ha convertido en el principal financiamiento de las empresas: aumentó 49,3% entre diciembre de 2019 y mayo de este año.
En parte, el buen desempeño de este rubro se vio explicado por el mayor rol de líneas de crédito público a empresas, como la Línea de Financiamiento para la Inversión Productiva de MiPyMEs.
Nuevas medidas
En el último mes, el Gobierno puso en marcha varias medidas para apuntalar el consumo, con bajas de tasas de tarjetas de crédito y para el programa Ahora 12 y pedidos a los bancos para que amplíen los límites de gasto. Además, lanzó lineas específicas para las pymes. En el mercado hay distintas visiones sobre el impacto que tendrán.
Desde la Cámara Argentina de Comercio apuntaron que “estas medidas puede colaborar con el consumo, darle mayor dinamismo. Hacen más proclives a los consumidores a consumir y esta ampliación del límite de tarjetas de crédito hace posible que consuman. En términos prácticos, primero se ofrece una tasa atractiva para que compren y con esto se da un margen para que puedan comprar”.
Sin embargo, Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso dijo que “las medidas son parches que no contribuyen a mejorar la disponibilidad de crédito de manera sostenible. Estos mismos parches son los que nos llevaron a tener uno de los ratios de crédito-PBI más bajos del mundo (en torno al 15% del producto). Para peor, el crédito al sector privado se va reduciendo no solo porque los ahorros en el sistema financiero van cayendo en términos reales, sino también porque lo poco que hay se canaliza en crédito al sector público”.
Para Aldo Abram, director de la Fundación, “las medidas recientes solamente disponen arbitrariamente quien recibirá el crédito disponible que se está contrayendo. Es obvio que, con un gobierno que necesita más financiamiento y con el aumento del riesgo que incentiva una baja de los depósitos, en términos de poder adquisitivo, los préstamos al sector privado seguirán bajando”.