El sinceramiento de precios le pegó con fuerza a los salarios y un estudio prevé que impacte en los meses sucesivos. Este 10% se suma al 10% de caída que tuvo lugar en diciembre, y no sería más exponencial por la apertura de paritarias que arranca en estos meses.
Con una inflación que los analistas económicos estiman -conservadoramente- en un promedio del 20% mensual entre diciembre 2023 y marzo próximo, y tras el sinceramiento de precios del último mes de 2023 sin la corrección en muchos casos de las paritarias, un estudio de Ecolatina prevé que el salario real caiga en torno a 10% en el acumulado enero / marzo. Este porcentaje se sumaría a la caída del 10% que midieron preventivamente en diciembre pasado.
Así lo explicó el economista Santiago Monoukian, jefe de research de la consultora, al señalar que en 2023 se cumplieron 6 años de caída del poder adquisitivo del salario real. “Esperamos que 2024 sea el séptimo año de caída del salario real. Sólo en diciembre vimos una caída del 10% en el salario real -aunque por supuesto todavía falta que salga el dato oficial de Salarios-, y estimamos que en el acumulado diciembre-marzo también será de un 10% aproximadamente”.
Respecto a por qué anticipan este dato, Manoukian señaló que que la apertura de paritarias en febrero-marzo es el que hace de buffer para que el poder adquisitivo de los salarios no caiga más fuerte.
En este contexto, desde Ecolatina se cuestionaron si los salarios se indexarán a la creciente nominalidad o si la recesión derivada de la caída del poder adquisitivo contendrá el avance de los precios.
En el análisis interpretan que se dará una combinación de ambas cosas, en donde la recesión convivirá con acuerdos salariales que harán más lenta la eventual desaceleración de la inflación. “Todo este proceso tendrá costos -sociales y políticos- que se combinarán con un latente riesgo de espiralización en tanto el oficialismo tenga dificultades en llevar a cabo su plan fiscal-monetario u obtener al menos una parte de las reformas propuestas en el DNU o la Ley “Ómnibus” enviada al Congreso”, explicaron desde la consultora.
En cuanto a la caída real que midieron desde Ecolatina en el promedio 2023 de enero a octubre vs el promedio 2017 (último año de mejora del salario real), el promedio les dio una caída del 23 por ciento en los primeros 10 meses del año anterior.
- Privado registrado: -18%
- Público: -18%
- No registrado: -43%
- Promedio: -23%
Luego, se sumaría el 10% que anticiparon para diciembre de 2023.
Inflación, impuesto inflacionario y una moneda de poco valor
En tanto otro economista, Aldo Abraham, director de la Fundación Libertad y Progreso, señaló a PERFIL que “la inflación genera una pérdida de poder adquisitivo y un empobrecimiento del conjunto de la sociedad en realidad, y no solamente de los trabajadores, en la medida en que el Banco Central emite muchos, muchos más pesos de los que la gente demanda”.
En la mirada del economista, esto tiene su base en que, el Banco Central, casi durante toda su vida, ha tenido como prioridad financiar a los gobiernos de turno. “Por supuesto, eso significa muchísimo más de lo que la gente está queriendo atesorar o tener en pesos. De ahí, la caída del precio de este bien que se está produciendo mucho más de lo que la gente demanda. Y como acá estamos hablando de la moneda de los argentinos, lo que se ve es que la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda va a ser mucho más fuerte”, adelantó.
Para el economista “esta es la forma en la cual se ha financiado el gobierno, pero lo ha hecho a costa de sacarnos a nosotros poder adquisitivo”, cuestionó.
A esta dinámica los economistas la llaman “impuesto inflacionario” y la mala noticia, según Abraham es que es el más regresivo de todos. Como paradoja señaló que “es el que más usan los gobiernos populistas, aunque siempre dicen que los impuestos tienen que ser progresivos y sin embargo, se financian con el peor de todos los impuestos en términos regresivos”.
Ahora bien, cuando se habla de regresivo / progresivo hay que tener en cuenta que, cuánto más ingreso tiene la gente, dispone de más formas para defenderse de la inflación; pero cuanto más pobre es, llega un momento en el cual lo único que tiene todos los días son los pesos que usa.
Los mecanismos de “defensa” contra la inflación de los más pobres
El director de Libertad y Progreso recordó que en momentos tan volátiles quienes tienen alguna capacidad de ahorro se deshacen de los pesos comprando dólares o algún otro activo. Sin embargo, los de menores ingresos también aprendieron a defenderse. “Cuando cobran, salen a comprar todo lo durable posible; y se quedan sólo con los pesos necesarios para sobrevivir el resto del mes pagando el colectivo, o comprando las cosas frescas; pero disminuyen al máximo la cantidad de pesos que tienen en el bolsillo“, agregó.
“Este mecanismo de defensa hace que cada vez se acelere más el ritmo de emisión, hasta que se llega al límite en el que la gente ya no quiere más pesos, y su valor tiende a cero y se va destruyendo la moneda”.
En ese escenario “todos pasamos a ser muchísimo más pobres, porque la pérdida de poder adquisitivo de la moneda impacta fuertemente en los ingresos de la gente, y más cuando se está acelerando. Por eso estos últimos meses hemos perdido tanto poder adquisitivo y mayor el empobrecimiento del conjunto de la sociedad, en especial de los más pobres”, graficó Abraham, Director de Libertad y Progreso.
La pregunta del millón ¿Qué pasará en 2024 con los salarios?
El cambio de gobierno no sólo implicó una fuerte devaluación del tipo de cambio. La corrección de precios relativos también incluye la “liberación” de muchos precios -eliminación de acuerdos, prepagas, combustibles, telecomunicaciones- y el aumento de tarifas de servicios públicos, de las cuales tenemos apenas novedades concretas de los primeros movimientos en el transporte público. Todo este conjunto garantiza varios meses con inflación de dos dígitos. En particular, prevemos que entre diciembre y marzo la inflación promedie 20% mensual.
En este escenario, ¿hay espacio para que vuelva la dinámica del año pasado y las paritarias sigan de cerca la inflación?
Un estudio del IARAF sobre la caída del poder adquisitivo
De acuerdo a un relevamiento compartido por Nadin Argañaraz del IARAF, en los últimos 72 meses, los trabajadores formales argentinos cobraron 61 sueldos mensuales con el poder adquisitivo de 2017, es decir que perdieron 11 salarios de 2017. Por su parte, los trabajadores informales perdieron 19 ingresos mensuales con el poder adquisitivo de ese año.
Vale considerar que se toma el 2017 como año de referencia porque fue el último en el cual se registró mejora del salario real.
¿Qué puede pasar de cara a 2024? La situación puede diferir en el caso de que en noviembre y diciembre de 2023 los trabajadores hayan tenido aumentos nominales de salarios igual a la mitad de la inflación o a toda la inflación
“En el mejor de los casos, los trabajadores privados formales terminaron el año 2023 perdiendo un 17,8% del poder adquisitivo de 2017, los trabajadores públicos perdiendo un 18,4% y los informales un 44,4%”, indica el relevamiento.
Y agrega: “Para los trabajadores que hayan logrado cobrar la mitad de la inflación de noviembre y diciembre, la situación final de 2023 es mucho más compleja. Un trabajador formal terminó el año con un poder adquisitivo un 30% menor que el promedio mensual de 2017. Y un informal con un poder adquisitivo un 57% menor al promedio mensual de 2017”.
El estudio plantea que ahora la cuestión central ahora pasa por la recuperación o no de lo que se haya perdido en los dos últimos meses de 2023. “Si un trabajador que recibió la mitad de la inflación en esos dos meses, de ahora en más solamente recibe aumentos nominales iguales a la inflación de 2024, quedará con una importante pérdida de poder adquisitivo de aquí en adelante. Concretamente, un trabajador privado formal quedaría con un poder adquisitivo un 30% menor que el que tenían en el año 2017”, explica el estudio.
¿Lo importante? Las paritarias
Tal como expresó Argañaraz del IARAF, “las discusiones salariales serán clave en estos meses, con trabajadores buscando compensar lo que hayan perdido en 2023 y no volver a perder en 2024, en un contexto de caída de actividad económica”.
Ahora bien, al referirse al sector público indicó que se dará una caída real de ingresos fiscales, lo que llevará a muchas administraciones a limitar las subas salariales a las subas nominales de ingresos, independientemente del nivel que alcance la tasa de inflación.
