INFOBAE James Heckman, economista estadounidense galardonado con el premio Nobel en el inicio de este siglo y un experto en economía del desarrollo humano, expondrá este martes en Buenos Aires como panelista en el evento que organizan Libertad y Progreso y el CATO Institute, y en el que buscará poner en discusión qué otros elementos son necesarios analizar e implementar, más allá de los presupuestos, subsidios y transferencias de dinero, para conseguir un desarrollo mejor de los chicos para que, el día de mañana, puedan tener una mejor integración en la economía.
“No es solo el dinero, sino también el ambiente del hogar en el que crecen los niños”, asegura Heckman en una entrevista con Infobae. Graduado en la Universidad de Chicago, una cuna de economistas ortodoxos, Heckman se especializó en la relación entre la economía de un país y el desarrollo temprano de oportunidades para los chicos en su primera infancia. Descree que un apoyo presupuestario mayor sea necesario para combatir ese problema y menciona ejemplos que estudió, en América del Norte, sobre experiencias exitosas en este sentido.
Su paso por Buenos Aires lo llevó también, a reunirse con funcionarios de la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello. “No es para una asesoría”, anticipó consultado por este medio. Este martes por la tarde Heckman participará del evento “El renacer de la libertad en Argentina y el mundo”, en un panel que estará también integrado por Carola Pessino, ex secretaria de Equidad Fiscal y asesora en el BID; Eduardo Filgueira Lima, ex viceministro de Salud; y Martín Krause, de la Universidad de Buenos Aires. Estará moderado por Gonzalo Schwarz, del Archbridge Institute.
“Lo más importante no necesariamente es el dinero en el hogar en el que crecen los niños, también el ambiente del hogar. El tipo de estímulo que reciben los niños” (Heckman)
“(Heckman) comienza su trabajo hasta en la gestación de los hijos, hablando sobre la importancia de la alimentación, pero más que nada sobre la importancia de la estimulación a temprana edad por parte de la familia. Heckman ha demostrado que muchas de las desigualdades que se pueden ver en la adolescencia y mas adelante en la vida se pueden ver antes de los 3 años y dependen mucho del ambiente educativo dentro del hogar”, definió Schwarz, sobre la expertise de Heckman.
No es la primera vez que visita a la Argentina, pero asegura que “aquí hay una política muy intensa y no estoy hablando solo de este momento”. “Lo que digo es que, desde el punto de vista de los últimos cien años, está claro que las cosas se han puesto difíciles. Será una oportunidad real para discutir algunas cuestiones importantes sobre el cambio de rumbo. Argentina tiene muchos problemas”, aseguró.
En ese sentido, menciona un ejemplo de cómo, en su parecer, la Argentina se desvió del camino de crecimiento económico cuando hace cien años recibía una gran cantidad de inmigrantes por el potencial que tenía el país. “Hay una economista argentina de la UCLA, Rosa Matzkin. Sus padres emigraron de Europa alrededor de la década de 1920. Y tenían la opción: ir a Estados Unidos o a Argentina. Los dos países eran igualmente ricos. Ellos eligieron Argentina. Quizás les guste más el clima, no estoy seguro (risas). Y los países realmente han seguido trayectorias diferentes, pero gran parte de ello es política. Quiero decir, mirándolo, hay mucha política. De todos modos todavía hay una oportunidad”, mencionó el premio Nobel. Consultado sobre qué perspectivas tiene sobre el plan económico de Milei, aseguró no haberlo “estudiado en profundidad”.
— En Argentina el 60% de los menores están bajo la línea de la pobreza y al mismo tiempo en la última década creció mucho el gasto público en protección social, ¿cómo se puede entender ese proceso?
— Hay que tener cuidado al medir la pobreza infantil. Lo más importante no necesariamente es el dinero en el hogar en el que crecen los niños, también el ambiente del hogar. El tipo de estímulo que reciben. En Canadá se ha desarrollado algo llamado sistema de preparación social. Y resulta que ese impacto es muy alto en los barrios donde se ve mucha pobreza. Creo que es un panorama un poco más rico el que hay que pensar al medir la pobreza infantil. Me fijaría en cuáles son las estrategias de desarrollo infantil y cuáles son las oportunidades para el niño. Y no es sólo una cuestión de dinero, es también una cuestión de crianza, orientación y oportunidades para que la próxima generación sea mejor. El problema con (tomar en cuenta solo) el dinero es que minimiza otras características de la desigualdad y la pobreza infantil, como la familia, la crianza de los hijos, los cuidados, la calidad de la escuela y muchas otras más.
— ¿Cómo mediría entonces la situación de pobreza en los chicos?
— La mediría por la desigualdad de oportunidades, no sólo por la cantidad de dinero que tienen que pagar. ¿Cuál es el conjunto completo de oportunidades? No todo es dinero, es cómo gastas el dinero. Creo que debemos considerar la escolarización y la educación, es mucho más importante. Y es la familia, las escuelas, y luego, cuando adoctrinamos a los niños con una visión negativa de la sociedad, obtenemos beneficios negativos cuando crezcan. Ésa es la cuestión que creo que es realmente importante. En mi propia ciudad de Chicago, hay algo que se les enseña a los niños negros. Es un proyecto llamado Proyecto 1619. El argumento de toda la línea de pensamiento es que Estados Unidos fue fundado como una sociedad esclavista y se construyó sobre las espaldas de los esclavos. Y así les enseña a estos niños durante los 12 años de escuela lo opresivo que es. Nuestro propio presidente (Joe Biden) pronunció un discurso ridículo hace apenas una semana en el Morehouse College. Quería ganar votos contra (Donald) Trump, entonces exageró ese discurso. No hay un grupo de personas más favorecido en este momento que los jóvenes graduados universitarios negros. Los datos más recientes muestran claramente que sólo hay ventajas.