VISIÓN LIBERAL Los temores de una recesión en Estados Unidos se apoderaron de los mercados mundiales y provocaron una caída del mercado bursátil que llevó a los inversores de Asia, Europa y América del Norte a deshacerse de sus posiciones al mismo tiempo.
La severa caída ha suscitado preguntas sobre si los inversores se enfrentan a un desplome histórico del mercado bursátil (similar a la crisis financiera mundial o al Lunes Negro de 1987) o si se trata de un retroceso esperado tras un período estelar de fuertes retornos.
En Argentina, los acontecimientos se siguieron bien de cerca y economistas de todas las alas liberales salieron a mostrar como vivieron el #BlackMonday, como se apodó al catastrófico día en X. Fuentes cercanas al gobierno -citadas por el diario económico Ámbito- se mostraron conformes con la «resistencia» de los mercados locales: “Argentina es el país que mejor resistió y eso será porque somos uno de los pocos países con superávit”. «Hoy se pasó una prueba de fuego”, agregaron desde el entorno presidencial, según cita el diario.
Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso explicó en exclusiva para Visión Liberal algunos detalles. «El primer punto que hay que tener en cuenta es si esto va a ser una crisis larga o simplemente un gran temblor coyuntural». Planteó, además, que ya «había factores de alto riesgo, como dos guerras, un conflicto en Europa que incluso podría desencadenar en una guerra nuclear y otra en Medio Oriente también que está abarcando cada vez a más países».
Por eso, manifestó Abram, «de golpe aparecen dudas que, creo yo, son equivocadas respecto de una posible recesión en Estados Unidos». «Si a eso le sumas un fuerte cambio de cartera que tiene que ver con la política monetaria muy errada del Banco Central de Japón, podes tener un lunes negro así», agregó.
Además, sostuvo que «hay un clima de ‘sálvese quien pueda’ que hace que todos traten de cubrirse vendiendo activos de riesgo y buscando aquellos que no lo tienen y provocan un desplome de los mercados internacionales. Eso no va a ser de largo alcance, va a durar poco, quizás hasta podría ser días y por lo tanto ese tipo de situaciones no tienen un costo económico muy alto para los países».
El economista de LyP no se quedó allí, y analizo que en caso de que las cosas no se den así, «el principal problema que tenemos es que aquellos que podrían hacer alguna apuesta a la Argentina, que es un país de alto riesgo, no la van a hacer». Por último, remarcó que «si bien es marginal el ingreso de capitales en nuestro país, incentivar una salida de ahorro de la Argentina a activos más seguros en el exterior, a dólares o activos de EE.UU. eso sí desfinancia a nuestra economía y hace caer mercados que son importantes, como los precios de los ‘commodities’, y para Argentina eso es relevante porque es el principal ingreso de divisas hoy, así que tiene un impacto económico fuerte pero en la medida que sea una crisis duradera y no de unos cuantos días».
Carlos Maslatón en X
Quien se lo ‘tomó con soda’ fue el forista Carlos Maslatón, quien siguiendo la máxima de Trotsky de que «cuanto peor, mejor», abandonó toda su actividad mediática para trabajar a destajo en su despacho multitarget del edificio Cavanagh.
«Mil disculpas a todos los medios de prensa por no responder ni asistir a sus programas. Es imposible en este contexto. La concentración es total en jornadas como las de hoy» comenzó diciendo Maslatón, que durante el día publicó diferentes gráficos sobre la espectacular caída de la Bolsa de Valores de Japón.
Más serio se puso Roberto Cachanosky que hizo un repaso interesante sobre acontecimientos similares en los últimos años y enfatizó: «basta con revisar las grandes crisis financieras y bursátiles de la historia para advertir que todas son producto de los manejos arbitrarios que hacen los bancos centrales del tipo de cambio y de la tasa de interés».
Además, le puso un contexto social a la crisis del último lunes: «los empresarios e inversores en el mercado bursátil toman créditos a tasas artificialmente bajas porque ven un auge de actividad, particularmente en consumo e inversión. Los que invierten en la bolsa se sienten cada vez más ricos porque los papeles en que invirtieron suben en forma acelerada. Hay un efecto riqueza que los lleva a consumir más e invertir más» y que «los bancos centrales, que vinieron a reemplazar a las cajas de conversión a oro, son un invento para financiar el exceso de gasto público de los gobiernos. Por eso se fijan como meta el nivel de actividad económica o la tasa de desocupación. No se ocupan de preservar el valor de la moneda. Se ocupan de algo que no les corresponde: tratar de generar una asignación de recursos que es función del mercado y para eso manipulan la tasa de interés y los tipos de cambio«
Los economistas Fausto Spotorno e Iván Carrino fueron más directos y, con placas que daban cuenta del ‘horror’ financiero que se estaba viviendo, se preguntaron «¿Como le decimos a esto?» y «¿Su día bien?» buscándole un costado irónico al tema. Quien aprovecho ‘crash’ para dispararle un dardo al gobierno fue Carlos Rodríguez, quien aseguró: «Hoy es un día normal en los mercados financieros argentinos. Seguimos transitando el plan desestabilización de Milei/Caputo y no se nota ninguna diferencia significativa«