Ha publicado artículos en diarios de Estados Unidos y de América Latina y ha aparecido en las cadenas televisivas.
Es miembro de la Mont Pèlerin Society y del Council on Foreign Relations.
Recibió su BA en Northwestern University y su Maestría en la Escuela de Estudios Internacionales de Johns Hopkins University.
Trabajó en asuntos interamericanos en el Center for Strategic and International Studies y en Caribbean/Latin American Action.
CATO Ian Vásquez y Guillermina Sutter Schneider afirman que desde el 10 de diciembre de 2023, cuando Milei asumió la presidencia, hasta el 7 de diciembre de 2024, hubo 672 reformas normativas. En promedio, eso significa que, durante su presidencia, Milei ha estado emitiendo 1,84 desregulaciones por día, contando los fines de semana.
El presidente de Argentina, Javier Milei, prometió aplicar su motosierra a las regulaciones cuando asumió el poder hace un año esta semana. Su recién creado Ministerio de Desregulación empezó a funcionar en julio y, prácticamente todos los días, el ministro Federico Sturzenegger anuncia una o varias reformas normativas.
Controlar el gasto público y reducir la burocracia han sido las dos prioridades en política pública de Milei este año. Su éxito en la reducción del gasto público, el equilibrio presupuestario y la reducción de la inflación es bien conocido. Menos apreciado es su esfuerzo desregulador, por lo que hemos decidido medirlo.
Debemos señalar que dar prioridad a la desregulación tiene sentido. Una herencia del Estado corporativista que afianzó el peronismo es que Argentina es uno de los países más regulados del mundo. En el índice de libertad económica del Instituto Fraser, Argentina ocupa el puesto 146 de 165 países en términos de carga regulatoria.
Medir la reforma regulatoria es un reto. Los datos del gobierno argentino son a veces incompletos o imprecisos. La forma de cuantificar la reforma también puede ser objeto de juicio (¿La eliminación de varios artículos de una normativa que afecta a distintas formas de actividad económica cuenta como una reforma o como varias? ¿Y la eliminación de toda una ley o su modificación?).
La mejor fuente sobre la desregulación en Argentina es el propio zar de la desregulación, Federico Sturzenegger. Hemos utilizado sus posts en X y los de su ministerio, donde se anuncian regularmente las desregulaciones, y los hemos cotejado con otros sitios web gubernamentales. Fuimos conservadores en nuestra cuantificación. Si en una ley se eliminaban o modificaban uno o docenas de artículos, simplemente lo contábamos como una desregulación (Cada ley que se desregulaba, sin importar en qué medida, contaba como una desregulación).
¿Qué encontramos? Desde el 10 de diciembre de 2023, cuando Milei asumió la presidencia, hasta el 7 de diciembre de 2024, hubo 672 reformas normativas. En promedio, eso significa que, durante su presidencia, Milei ha estado emitiendo 1,84 desregulaciones por día, contando los fines de semana. Del total de reformas, 331 eliminaron regulaciones y 341 modificaron regulaciones existentes.
El gráfico anterior muestra cuántas reformas normativas ha promulgado el gobierno de Milei por semana en el último año. Milei, de hecho, comenzó su administración con una explosión desreguladora, introduciendo un “megadecreto” de emergencia el pasado diciembre que constaba de 366 artículos y ha continuado este impulso con la creación del nuevo ministerio. La legislación argentina permite los decretos de urgencia, revisables por el Congreso, en determinadas condiciones. La mayoría de las desregulaciones del “megadecreto” están en vigor.
En junio de este año, el Congreso aprobó un proyecto de ley masivo presentado por Milei («Ley de Bases») que otorgaba al presidente la capacidad de dictar nuevas desregulaciones por un periodo de un año. Esa es la autoridad bajo la cual se están llevando a cabo actualmente la mayoría de las desregulaciones de Argentina. (La mayoría de las desregulaciones de Milei han salido en la segunda mitad del año desde la creación del nuevo ministerio).
Las leyes y reglamentos que Milei ha abolido o modificado datan de bien entrado el siglo XX y, en algunos casos, incluso de más atrás. Descubrimos que el 12% de las leyes que Milei desreguló entraron en vigor durante las dictaduras militares y el 88% se originaron durante la democracia, incluso bajo gobiernos populistas de izquierda. (El gráfico siguiente se basa en las desregulaciones de las que pudimos obtener información suficiente. Algunas de las leyes desreguladas entraron en vigor en las administraciones que siguieron a las que las introdujeron).
El impulso desregulador de Argentina abarca una amplia gama de sectores: vivienda, productos farmacéuticos, tecnología, barreras comerciales no arancelarias, transporte, turismo, energía, agricultura, etc. Algunas reformas han sido de procedimiento y han afectado a diversos ámbitos. Por ejemplo, Milei ha instituido una norma de “silencio administrativo positivo” que afecta a numerosas actividades, por la cual un permiso solicitado se considera aprobado si la burocracia gubernamental no responde a la solicitud en un plazo determinado.
Es demasiado pronto para medir el impacto total de las desregulaciones, pero no cabe duda de que son significativas dado el peso burocrático que están levantando. Algunos indicios de ello pueden verse en los siguientes ejemplos:
- La eliminación de un régimen de licencias de importación ha provocado un descenso del 35% en el precio de los electrodomésticos y del 20% en el de las prendas de vestir.
- La supresión del oneroso sistema argentino de control de alquileres ha triplicado la oferta de pisos de alquiler en Buenos Aires y ha provocado una caída de los precios de casi el 50%.
- La eliminación del precio mínimo de la yerba mate, muy consumida en Argentina como infusión, provocó una caída de su precio del 25%.
Podrían citarse muchas otras desregulaciones, cuyo impacto aún no se ha medido. Argentina ha empezado a aplicar una política de cielos abiertos que ha aumentado el número de compañías aéreas que operan en el país. El gobierno también ha suprimido normas que favorecían a la aerolínea estatal Aerolíneas Argentinas, como el requisito de que los empleados públicos reserven sus vuelos en la aerolínea estatal, más cara, o que otras compañías aéreas no puedan estacionar sus aviones durante la noche en uno de los principales aeropuertos de Buenos Aires. Milei se ha deshecho de los cargos hereditarios legalmente sancionados en numerosos organismos públicos (sí, han leído bien). El gobierno ha permitido que Starlink y Amazon proporcionen servicio de Internet por satélite en el país, proporcionando conectividad a vastas franjas de Argentina que hasta ahora carecían de tal conexión, entre muchos otros ejemplos.
Cuando uno de nosotros (Ian) y un colega visitamos a Sturzenegger y su equipo en el ministerio el mes pasado, nos sorprendió su sentido de urgencia, profesionalidad y compromiso con la tarea. Dejaron claro que su prioridad era aumentar la libertad. A la hora de revisar la normativa, su primera pregunta no es cómo aumentar la eficiencia, sino si el gobierno debe intervenir en una normativa concreta.
El equipo de desregulación, formado por economistas y juristas de renombre, trabaja contrarreloj. Durante nuestra visita, un cartel de cuenta atrás en la puerta del despacho del ministro decía “quedan 237 días”, indicando el tiempo que queda, según la ley vigente, para que el gobierno siga emitiendo decretos desreguladores. Argentina es un entorno propicio para el trabajo del Ministerio, que está recibiendo recomendaciones del público en general (cuando el Ministerio creó recientemente un portal web a tal efecto llamado “Reportá la burocracia”, recibió más de 1.300 entradas en las primeras ocho horas). Los mayores retos son hacer todo lo que puedan con el tiempo que les queda y priorizar las normas a reformar, un proceso que a veces es guiado por las grandes diferencias entre los precios argentinos y los internacionales.
Milei y Sturzenegger tienen mucho trabajo por delante. Pero lo que están logrando es más de lo que la mayoría pensaba que podría hacerse en tan poco tiempo. Sus desregulaciones están aumentando la libertad económica, reduciendo las oportunidades de corrupción, creando mayor transparencia en el gobierno, ayudando a formalizar el sector informal, estimulando el crecimiento y sirviendo de ejemplo a países de todo el mundo.
*Guillermina Sutter Schneider es científica de datos y diseñadora de información, y coautora del Índice de Libertad Humana. Este artículo se basa parcialmente en “Desregulación: Argentina vs. Estados Unidos,” de Ian Vásquez (20 de noviembre de 2024) y “Argentina’s Escape from Kafka’s Castle,” de Guillermina Sutter Schneider (5 de diciembre de 2024).