Respuesta del Lic Aldo Abram a la encuesta sobre la situación económica publicada en el anuario del 24 Aniversario del “Informe-operadores de mercado” .
- ¿Cómo analiza la política económica del gobierno de Cambiemos en estos primeros seis meses, en relación a logros, déficits y amenazas?
No cabe duda que la salida del cepo fue un éxito. Si bien nosotros éramos de la opinión de que había que ir a mercado libre de cambio lo más rápido posible, la mayoría de los economistas tenían dudas de que fuera lo mejor. Se demostró que el timming era el adecuado, dada la estacionalidad positiva que tiene el crecimiento de la demanda de pesos en el mes de diciembre, la confianza que generaba el nuevo gobierno y las renovadas autoridades del Banco Central (BCRA). De hecho, si bien se esperaba una suba inicial del tipo de cambio, medido contra algún mercado libre como los de la Bolsa, la realidad es que abrió a la baja. También es cierto que BCRA tomó algunas precauciones como subir previamente la tasa de interés, como para hacer atractivas las inversiones en moneda nacional.
Otro tema resuelto con agilidad fue el de los holdouts, que nos mantenía fuera del mundo. Era impensable tratar de bajar la inflación y un ajuste gradual del enorme déficit fiscal heredado sin financiamiento del exterior; ya que hubiera significado volver a caer en el BCRA como principal aportante de fondos al Tesoro, o sea emisión e inflación.
Con respecto al frente fiscal, la decisión fue no encarar un ajuste fuerte; aunque sí que se diera por una quita importante de los subsidios a las tarifas de servicios públicos. Más allá de las idas y venidas, es cierto que el esfuerzo final que está haciendo la parte de la población afectada es grande; pero, al mismo tiempo, esto permitió bajar impuestos que beneficiaron a muchos otros. Además, en lugares como CABA, sus residentes siguen pagando menos de lo que vale por lo que usan, recibiendo un subsidio abonado por otros argentinos.
De todas formas, es claro que el gobierno ha decidido priorizar sostener su gobernabilidad haciendo que el nivel de actividad se recupere lo más rápido posible en el segundo semestre. Esto ha implicado lanzar un ambicioso plan de obras públicas y proyecto de reparación histórica de los jubilados que, más allá de poder contar con algún fondeo del blanqueo que se sancionó con él, seguramente significará un aumento del déficit fiscal, que ya se prevé superará en términos del PBI al de 2015.
- Según datos oficiales del nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC) del área metropolitana, la inflación de mayo superará el 4%, ¿cuáles son los grandes errores y aciertos del gobierno en esta materia? ¿Cuáles son sus proyecciones para el segundo semestre del año?
El cepo fijaba un valor arbitrariamente bajo del dólar oficial, del que dependen todos los bienes que compramos en los supermercados que, por ende, estaban artificialmente baratos. Esto tenía un gran beneficio para los consumidores; pero asfixiaba a los productores. Era como comerse la gallina de los huevos de oro en un tremendo puchero. Por eso, liberar el tipo de cambio implicó que los productores empezaran a cobrar lo que corresponde; lo mismo que la quita o disminución de las retenciones y restricciones a las exportaciones, todo lo que llevó a un aumento de los precios en las góndolas.
Si bien esto volverá a dinamizar la producción, implica un brusco cambio de los valores relativos de las cosas. Antes los intermediarios se quedaban con márgenes enormes, ya que igual ponían los productos baratos en las góndolas, pero ahora deberán acomodarse y tener precios menores o no venderán. Los sectores de servicios se veían beneficiados por el gasto extra que podían hacer los consumidores con lo que ahorraban en los super y subieron mucho sus precios. Ahora, si sumamos que se les quitaron los subsidios a los servicios públicos, la disponibilidad para gastar en los privados será menor y estos últimos deberán ser más austeros con lo que cobran o se quedarán sin clientes. Lo concreto es que todos los sectores de servicios privados, incluido el factor trabajo, debían hacer una pérdida inicial de poder adquisitivo respecto a los bienes, que es lo que hemos estado sufriendo en el primer semestre. La capacidad de compra se irá recuperando en la medida que crezca la economía; lo que la hará sustentable en el tiempo.
En el tercer trimestre estamos apuntando a un aumento de precios que debería rondar, en promedio, el 2% mensual y, en los últimos tres meses del año, el 1,5%. De esta forma, si bien la inflación de 2016 quedará en más de 40%ia., bien por encima de la meta fijada, el BCRA quedará bien posicionado para lograr la de 2017, menor a 17% y las de los años subsiguientes, hasta llegar a rondar un 5%ia. en 2019.
- ¿En qué términos cambió la economía la salida del cepo cambiario? ¿El tipo de cambio a 14 pesos está atrasado?
Es equivocado mirar sólo el tipo de cambio para determinar la sobrevaluación o no de nuestra moneda. A veces lo que está subiendo y eleva el valor local del dólar es el precio de este último a nivel internacional, como todo el período previo al referéndum por el Brexit, donde se revalorizó por la búsqueda de seguridad de los inversores. De todas formas, cuando rondó los $14 fue principalmente por las elevadas tasas de interés que mantuvo el BCRA y que llevó a una absorción de oferta de moneda que la hizo apreciarse artificialmente. Si bien en la política monetaria gruesa el BCRA está bien encaminado, parece que en lo que hace a la sintonía fina está haciendo su aprendizaje.
Por otro lado, cuando la preocupación es por un atraso cambiario; lo que debe hacerse es liberar todas las restricciones cambiarias y a las importaciones todavía vigentes. De esta forma, se incrementa la demanda doméstica de dólares; pero permitiendo a la gente alcanzar un mayor nivel de bienestar. Todas las otras alternativas que tengan que ver con la política monetaria son inflacionarias o tienen un costo en términos de actividad.
- ¿Qué reflexión hace sobre el acuerdo alcanzado con los holdouts? ¿Por qué no llegan las inversiones?
El resolver el problema de los holdouts y salir del cepo fueron primeros pasos valiosos para que llegaran inversiones y, de hecho, aumentaron las que son financieras. Sin embargo, la Argentina destruyó su seguridad jurídica durante los últimos años; por lo que era imposible que los capitales de largo plazo vinieran inmediatamente y en masa. La lógica es que vayan ingresando más en la medida que el gobierno y la mayoría de la oposición demuestren que están convencidos de que hay que mejorar la calidad institucional de la Argentina. En los últimos 13 años perdimos 67 posiciones en el Índice Internacional de Calidad Institucional al puesto 142 entre 192 naciones (índice elaborado por la Fundación Libertad y Progreso con apoyo de RELIAL http://goo.gl/BcKRlC ). Hay mucho que remontar para ganarnos la confianza de los inversores.
5- ¿Cómo analiza los tarifazos en materia de luz, gas, agua y transporte y su impacto en la economía, tanto a nivel de personas como de empresas?
Creo que la quita de subsidios a los servicios públicos a quienes podían pagar lo que usaban era algo justo y necesario. Un argentino del interior del país abonaba las tarifas lo que correspondía y, también, más impuestos para subsidiar a quienes viven en las ciudades (principalmente GBA). Lo lógico era sacar esos beneficios arbitrarios y tratar de ayudar a aquellos que efectivamente no tuvieran los recursos para abonar lo que les correspondía. Se puede criticar las marchas y contramarchas; pero no el incremento de lo que tendremos que pagar. Todavía en GBA seguimos teniendo nuestros servicios públicos subsidiados; lo que debería tender a corregirse en los próximos años en forma gradual.
Obviamente, para aquellos que nos veamos afectados, todo esto significará tener que reasignar nuestros recursos y, por ende, dejar o bajar otros consumos; lo cual no es agradable para nadie. Sin embargo, es inadmisible que, quienes pueden pagar por lo que usan no lo hagan; ya que alguien los está abonando con sus impuestos que, en realidad, deberían usarse con otros objetivos más razonables.
- ¿Cuál es su visión sobre la Reforma Previsional que impulsa el gobierno, en relación a la “pensión universal a la vejez”, así como al blanqueo y pago a jubilados de los juicios pendientes?
Nos guste o no, era justo enfrentar este tema de la deuda con los jubilados; ya que no tienen tiempo para esperar y, estando en la etapa final de su vida, no pueden recomponerse de esa estafa por parte del Estado. Algunos reclamarán porque lo obtenido no es todo lo que reclamaban; pero esto es como una convocatoria de acreedores ante una herencia de incumplimientos de pagos exorbitante. De todas formas, quienes así lo quieran pueden seguir litigando. La realidad es que el reconocimiento es tal que pocos seguirán los eternos juicios; pero la contrapartida será una enorme erogación que en el corto plazo implicará más de $70.000 millones y, en el tiempo, sumar un 3% del PBI anuales al gasto previsional.
Por exitoso que sea el blanqueo que se ha propuesto como forma de pagar parte de estas erogaciones, la realidad es que el gobierno incrementará su déficit fiscal de corto plazo para cumplir con este compromiso; lo que implicará incumplir las metas de desequilibrio para este año. A partir de allí, lo importante es ver qué es lo que propone en el Presupuesto para 2017; ya que deberían proponerse alcanzar las metas fiscales que de allí en más, aún con el mayor gasto previsional y dejando de lado otras erogaciones alternativas.
En este sentido y para entender qué es lo que se propone, durante la etapa del kirchnerismo, la recaudación tributaria fue récord y, sin embargo, no se les abonó a los jubilados lo que correspondía. ¿Por qué? Porque tenían otras prioridades para esos recursos. Hacia adelante, la recaudación va a aumentar en términos nominales y el Poder Ejecutivo deberá tener en claro en qué asignarla, reconociendo que ya les dio una prioridad de cobro a los jubilados.
- ¿Cómo evalúa la política monetaria del BCRA y el proceso bajista de tasas de interés?
Cuando salió del cepo cambiario, el BCRA había subido las tasas de interés en forma precautoria y, ante la confianza mostrada por la gente, decidió empezar a bajarla. Sin embargo, forzó una inicial apreciación artificial del peso llevándolo a rondar $13 por dólar; lo que todos sabían que era insostenible. Además, en diciembre hay un aumento fenomenal de la demanda de pesos para atesoramiento por parte de la gente; ya que cobra el aguinaldo y los necesitan para pagar las fiestas y vacaciones. El problema es que durante el primer trimestre esa plata se gasta y vuelve al mercado; por lo que, si no se la absorbe, hace bajar el valor del peso, por ende subir el tipo de cambio. Cuando esto último empezó a suceder se dejó que su valor trepara rápidamente y, en un país cuyos habitantes desconfían de su moneda, esto hizo caer aún más su demanda, gestando un círculo vicioso de mayor alza del tipo de cambio, menos demanda de pesos y más baja de su precio. Para cortar de cuajo la mini corrida tuvieron que subir fuertemente las tasas de interés, para sacar el excedente de moneda, y hubo que mantenerlas altas hasta tanto la gente recuperara la confianza. El problema es que en la medida que esto sucedía el BCRA tardó en reducirlas y lo hizo demasiado lento; por lo que se gestó alguna apreciación artificial del peso.
Bajar las tasas de interés era importante; ya que implicaba absorber crédito interno que dejaba de financiar la demanda interna y, además, el retraso cambiario hacía menos competitiva a la economía. Ambos factores afectaban negativamente al nivel de actividad, que necesita recuperarse cuanto antes.
De todas formas, a partir del Brexit, las cosas han cambiado; ya que la incertidumbre internacional llevará a disminuir las inversiones en los países de alto riesgo como nosotros. Por lo tanto, el BCRA debería cuidar el valor del peso, ahora evitando que se deprecie. No importa si el tipo de cambio sube porque aumenta el dólar a nivel internacional, el problema es cuando lo hace porque nuestra moneda se cae. Para evitarlo, tiene dos instrumentos para absorber los excedentes de pesos, las LEBACs y las reservas; por lo que será difícil que se pueda bajar las tasas de interés mientras el mundo no se calme.
- ¿Cuál es hoy la situación del empleo en la Argentina? ¿Cuáles son los números en materia de despidos en el ámbito privado luego del veto presidencial y cuáles son sus consecuencias?
En primer lugar, la Argentina venía de cuatro años en los que casi no se creó empleo productivo, sino que se disfrazó la creciente desocupación incrementando la cantidad puestos en el sector público. Esto era insostenible, menos de 8.000.000 de trabajadores tenían que sostener a cerca de 20.000.000 que recibían un cheque del Estado; lo que explica el por qué de la presión tributaria que sentíamos nos asfixiaba.
La economía había entrado en recesión en el segundo semestre de 2015 y por el necesario reacomodamiento que tuvo que hacer en la primera mitad del año era lógico que siguiera cayendo; lo cual dificultaba la generación de empleo. Sin embargo, en los últimos meses se nota un aumento de los puestos de trabajo privados, especialmente en el interior del país. A este sector se le ha devuelto lo que el gobierno anterior le sacaba para financiar consumo artificial y, ahora, es el que está reactivándose antes y generando puestos de trabajo en el entorno rural. Por otro lado, en el segundo semestre que la demanda interna aumente y, además, se normalice la evolución de la obra pública, que fue incipiente en la primera parte del año, ya que hubo que pagar lo no abonado por la anterior gestión. Todo esto debería incentivar el nivel de actividad y llevar a una mayor generación de puestos de trabajo.
- ¿Cómo impacta en la economía argentina la profunda recesión y la grave crisis que atraviesa Brasil?
Brasil es principal mercado de nuestras exportaciones industriales; por lo que la recesión implica una merma de la demanda y una caída de las ventas de nuestra industria. Lamentablemente, la crisis política que lleva a la económica, no parece se vaya a solucionar en el corto plazo; por lo que habrá que tener paciencia y, además, intentar buscar otros mercados alternativos para esa producción, aprovechando la ganancia de competitividad que trajo salir del cepo. Sin embargo, esto es difícil para la mayoría de los sectores e imposible para algunos de ellos, que son sumamente ineficientes.
- ¿La ansiada mejora de la situación económica en el segundo semestre es una expresión de deseo? ¿Por qué?
La recesión ya debe haber tocado fondo, dada la inyección de riqueza que significó la venta de la cosecha gruesa a muy buen precio internacional. Por otro lado, hace años que lo único que era rentable producir en campo argentino, el más eficiente del mundo, era soja y, en 2015, ni siquiera en todos lados. Por lo tanto, raleaban las exportaciones en el segundo semestre, que este año volverán a estar presentes y, por ende, implicarán otro empuje para la economía. También, ayudará el ingreso de capitales financieros, que brindan financiamiento a la demanda interna, la cual arrastra al nivel de actividad. Aquí vale aclarar que estamos hablando mayormente de los denostados capitales golondrinas, que son los que mayoritariamente vendrán mientras no recuperemos la confianza en el país y hay que aprovecharlos para crecer. El temor a su salida no tiene sentido, si uno se proponer hacer las cosas bien; ya que, cuando los rendimientos dejen de ser atractivos por lo bajo, se irán. Sin embargo, si eso sucedió, es porque están entrando un tipo de inversores mucho más grande, que son los que buscan países de menos riesgo y exigen menos ganancias, así que ni nos enteraremos cuando se vayan las “golondrinas”.
Por otro lado, la recuperación implicará tocar el fondo del pozo y empezar a salir. Llevará todo el segundo semestre recuperar la situación que teníamos a fines de 2015 y, para estar como antes de que empezara la recesión a mediados de ese año, habrá que transitar buena parte de la primera mitad de 2017. Además, la recuperación se sentirá primero en el interior del país y luego llegará a las grandes ciudades.
- Tema Libre. Para desarrollar algún aspecto que considere de importancia y no haya sido incluido en esta entrevista.
Hasta acá, hemos planteado el escenario para este año. Sin embargo, en el largo plazo, será fundamental generar empleos productivos; ya que hay que sacar a mucha gente de la pobreza en la que quedó incluida con el asistencialismo clientelista de la anterior gestión. La forma digna de incluir a la gente en la sociedad es con un empleo productivo y bien pago. Lo mismo cabe si nos referimos a cientos de miles de empleados públicos que desarrollan tareas que no son útiles para la sociedad o que podrían ser realizadas por mucha menos personas. Esa gente hoy es una carga para el país y hay que generar esquemas de incentivos para que pasen al sector privado a trabajar en algo que le sea útil al resto de los argentinos.
Para crear todos esos puestos de trabajo productivos la única forma es que vengan muchos inversores privados a colocar su dinero en el país para generar riqueza, que es la base del bienestar de toda sociedad. Sin embargo, como queda claro en la auditoria de Clima de Negocios, que realizó Libertad y Progreso en base a indicadores internacionales (ver http://goo.gl/88zR6L ), la seguridad jurídica ha sido sumamente degradada y le quita atractivo a Argentina para atraer esos capitales a los que todas las naciones quieren tentar.
Ya se dieron algunos pasos fundamentales para mejorar, como es la salida del cepo o resolver el incumplimiento del fallo que beneficiaba a los holdouts en Nueva York. Todavía nos falta demostrar mucho. Por ejemplo, que somos capaces de ir reorganizando nuestro Estado para que sea eficiente y preste los servicios que los argentinos demandamos a un costo impositivo razonable. Aún hoy, luego de la baja de gravámenes del actual gobierno, la presión tributaria sigue siendo una de las más altas del mundo; lo cual es lógico que espante a cualquier emprendedor. También, tenemos que dejar que los empresarios puedan manejar libremente sus negocios, en un marco de respeto del derecho; ya que nadie pone una empresa para que se la maneje un funcionario, como sucedió durante bastante tiempo aquí. El compromiso de respetar la seguridad jurídica debe ser tal que abarque no solo al oficialismo, sino a gran parte de la oposición que, en una democracia, puede llegar a ser gobierno en el futuro.
Otra cosa que no debe hacer el Estado es elegir ganadores y perdedores entre quienes producen. Un ejemplo de eso, es la decisión de la gestión anterior de poner precio mínimo al barril de petróleo en el mercado local. Un absurdo que pudo ser menos costoso si el actual gobierno hubiera decidido mantenerlo, pero en pesos para que se licuase, y no en dólares, porque los precios de los combustibles tienden a subir cuando el tipo de cambio lo hace.
Con la excusa de preservar unos miles de empleo en el sector petrolero, se ha vuelto relativa y artificialmente caro el transporte en la Argentina. ¿Alguien habrá pensado cuánta producción y cuántas decenas de miles de empleo se han perdido en el interior del país porque, por el costo del flete, no pueden llevar sus bienes a los puertos o grandes centros de consumo? ¿O los que no tienen trabajo porque debemos gastar más en llenar el tanque del auto y, por ende, recortamos otros gastos? Este es el tipo de medidas que deben evitarse a futuro, los funcionarios públicos no tienen ningún derecho a beneficiar a algunos sectores o empre