Por Sonia Iris Menéndez
No soy economista, ni analista económica. No soy politóloga ni ocupo un cargo político. No soy “persona pública expuesta” como preguntan los bancos cuando te van a dar una tarjeta de crédito o quieres hacer algún otro tipo de movimiento con tu dinero. No tengo conocimiento sobre gran parte de la historia de nuestro país; en definitiva, me atrevo a expresar lo que siento y pienso. Para CV creo es suficiente con decir que amo lo perfecto de ser imperfecta, que la manera está y el desafío es encontrarla y tener el libre albedrío (como todos los seres humanos por igual) de elegir, pensar, sentir, etc, en libertad y con responsabilidad.
Esta introducción que acabas de leer creo es sana, ya que me he cansado de tanto título y sabiduría erudita; me he hartado de tantas palabras, discursos, oratorias prometedoras que han ido empobreciendo mi espíritu por creer, confiar y entregar. Hay alguien ahí que sienta lo mismo? Estoy convencida que sí y somos muchos, tantos, tantos…
Con la noticia de la renuncia (“te vas o te vas”) del ya ex ministro Alfonso Prat Gay he quedado no sólo triste, sino angustiadísima. Y con esto no significo que creía lo que hacía o todo lo que decidía/n él junto a quienes conformaban el equipo económico (porque eso era lo que nos decían y al menos yo, creía) era acertado. No. Por el contrario. Muchos aciertos y muchos errores. Y como ya les comenté que no sé de “eso que son los números, finanzas, políticas económicas”, me basaba en el carrito cada vez que iba al supermercado, los impuestos que debía pagar, el combustible cuando podía cargar, etc. Mientras, observaba cómo los que se habían llevado el país en sus bolsillos durante los últimos años, tenían el dinero robado en su poder y aunque poquitos tras rejas, la libertad de llenarse la boca en los medios de comunicación apuntando con dardos de odio, resentimiento, rencor y soberbia a nosotros, los que elegimos a quienes elegimos (porque en definitiva, es al pueblo a quien dañan y desde hace más de 30 años…) Escribí en “pasado” lo que sabemos es presente y por lo que puedo percibir seguirá siéndolo (es decir: el futuro que viene).
Los nombrados como flamantes nuevos señores a rescatarnos con su sabiduría, flamean sin viento, lo hacen con el soplo de algunos. Dividen el ministerio y quien dirigirá las políticas económicas será el Sr. Presidente (lo anunció uno de los segundos de Marcos Peña…parece que Marcos ha tenido demasiado con anunciar lo que tanto deseaba para sacarse de encima a Prat Gay…y seguirán otros en la lista). Lo que duele es que sigan hablando de equipo cuando se destripan entre egos y están llenos de “infiltrad@s” que celebran con opositores impostores mientras a un ministro lo echan.
No son los nombres, son las maneras. No es cómo se llama quien preside o el diputado o el senador o el ministro o etc. Es la manera mal-educada de hacer las cosas ante nuestros ojos, ante los ojos del equipo más importante: los argentinos. Mientras el poder sustantivo siga reinando no habrá poder verbo para crecimiento, evolución, cambio y mucho menos transformación.
No son los nombres, son las maneras. Por esto la riqueza más importante y urgente en la que debemos invertir es Educación. Para que los niños de hoy sean quienes voten en 10/15/20 años y este país tan bello sea honrado, para que los del futuro sean honestos, transparentes y confiables.