LA NACIÓN – El Gobierno busca promover que los actores de la economía debatan sobre temas de productividad y competitividad y que se de por superada la etapa en la que solo se discutía el aumento del salario afectado por la inflación. En ese contexto se hacen vitales los acuerdos sectoriales. Pero, ¿en qué actividades habría que avanzar?
Para algunos economistas consultados por LA NACION, fue adecuado empezar por donde se empezó: construcción, Vaca Muerta, textiles y calzado e industria automotriz. Hay quienes dicen que se debe continuar con todos los sectores, mientras que algunos señalan como los próximos a los de electrónica, metalmecánica y cosmética. En tanto, el Gobierno ya tiene en carpeta motos y biotecnología.
Marina Dal Poggetto, directora de Estudio Bein, dice que “la lógica de negociación laboral tiene que empezar a mirar cuestiones relacionadas con la competitividad. Dada las presiones de costos, hay que volver a discutir sobre cómo se aumenta la productividad. Lo que yo diría es que en todos los sectores habría que formular acuerdos, para ver cómo se aumenta la productividad”, opina la economista.
Para Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, los próximos sectores en los que se tendría que avanzar son los de bienes electrónicos, electrodomésticos y cosmética. “Hay rubros que tienen problemas para competir. En el sector de higiene, limpieza y cosméticos también hay un problema de competitividad; te das cuenta cuando vas a comprar esos artículos en el exterior. Se va a necesitar alguna ayuda para abrir la economía”, señala el economista.
Para Dante Sica, director de la consultora Abeceb y ex secretario de Industria de la Nación, los acuerdos representan una buena herramienta. “Los factores más relevantes a la hora de decidir sobre qué sectores trabajar son diversos, pero las claves pasan por seleccionar a los que posean mayor potencial futuro (o más impacto en el empleo) y aquellos en los que existan diferencias de productividad asociadas a cuestiones internas al sector”, afirma.
Según Sica, los primeros sectores sobre los que se avanzó han sido bien seleccionados. En hidrocarburos, por ejemplo, porque mostraba un gran potencial para atraer inversiones y motorizar el crecimiento, pero estaba cohibido por la diferencia de costos respecto a los principales competidores (principalmente Estados Unidos). “A futuro, una opción sería avanzar sobre distintos segmentos del rubro de metalmecánica (como ya se hizo con el automotriz). En particular, será necesario considerar la situación particular de cada sector, poniendo énfasis en aquellos que están en condiciones de producir de manera competitiva a nivel internacional, pero podrían verse afectados si se produce una apertura rápida sin un plan de modernización. Es el caso de la línea blanca en del sector de electrodomésticos”, comenta.
Desde la Secretaría de Transformación Productiva indicaron que ya tienen en carpeta los acuerdos para motos y biotecnología. “Motos está para firmarse en las siguientes semanas y biotecnología está previsto para junio. Además, estamos avanzando en acero, donde, al igual que en el caso del aluminio, se busca bajar el costo de los insumos clave para la construcción”, señala Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva. Y agrega: “Tenemos varios sectores más en la mira”.