Para el economista Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, el empresariado tiene que dejar de progresar en base al proteccionismo. “A veces parece que consideramos a nuestras industrias cómo inútiles, cuando no lo son. Los empresarios de sectores protegidos tienen que empezar a progresar porque hacen más y mejores productos, no porque los protegen de la competencia a costo de la ciudadanía, obligándonos a pagar productos mucho más caros”, destacó Abram.
Los dichos se dieron en el contexto del lanzamiento del Indice de Calidad Institucional 2017 de la Fundación Libertad y Progreso, realizado en Agrositio.com, del que participaron el secretario de Comercio, Miguel Braun; el académico y economista Martín Krause; el periodista y presidente de Agrositio, Ricardo Bindi, y Abram.
“Se trata a muchos empresarios y sectores como si fueran inútiles o imposibilitados de competir y no lo son. Como dijo Miguel Braun no hay sector inviable, lo que hay son eslabones de algunos sectores no competitivos pero hay otros eslabones en los que sí lo podemos ser, tenemos mucho potencial. Pero en la medida que empujemos para que haya competencia y saquemos las protecciones vamos a mejorar, antes no. Tener miedo a la competencia, o a la tecnología y el cambio que trae por caso, es un sinsentido. Los países con más tecnología son los que menos desempleo tienen. Los puestos de trabajo que destruye el cambio tecnológico los reemplazan los puestos nuevos que genera ese cambio”, destacó Abram.
Seguidamente Abram enfatizó la necesidad de adaptar urgentemente el sistema educativo a los cambios en el mundo del trabajo que están pasando en el mundo. “Hoy el sistema educativo le enseña a nuestros chicos a fabricar tornillos por decirlo de alguna manera. Lo que hay que hacer hoy es fomentar las capacidades creativas individuales, los dones de cada uno, y explotarlos al máximo porque eso le va a dar herramientas a los chicos para el mundo que viene y los nuevos trabajos”, señaló Abram.
Calidad institucional, compromiso de todos
Seguidamente, Abram destacó que para que vengan inversiones a la Argentina es vital mejorar la calidad de nuestras instituciones. “Los países de más calidad institucional son los países que tienen más inversores, aunque quizás en esos países los inversores no ganen tanto. Pero las inversiones privilegian la seguridad jurídica y la estabilidad”, dijo Abram.
Para el economista, se está avanzando en ese camino desde el cambio de gobierno, pero no es sólo tarea del gobierno de Macri. “La calidad institucional no sólo debe ser pregonada por el Gobierno. Los partidos de la oposición también deberían empujar en ese sentido, porque por más bien que le vaya a este Gobierno, algún día va a gobernar la oposición y nadie va a apostar por un país donde la oposición no piensa en la calidad de las instituciones. Y lamentablemente a veces uno ve proyectos de la oposición que son una pesadilla. Los ciudadanos debemos exigirles a nuestros dirigentes, políticos y empresarios que trabajen en el sentido de mejorar las instituciones”, dijo.
El Indice de Calidad Institucional 2017, que realiza Krause junto a Libertad y Progreso y con apoyo de la Fundación Naumann y la Red Liberal de América Latina (Relial), da cuenta que en 2017 Argentina recuperó cuatro puestos en este barómetro de la calidad de las instituciones. El Indice se realiza en base a 8 indicadores mundiales que miden Seguridad Jurídica (Rule of Law), Voz y Rendición de Cuentas, Libertad de Prensa, Percepción de Corrupción (de Transparency International), Competitividad Global, Libertad Económica (índices de Heritage y Fraser), y Facilidad para Hacer Negocios (Doing Business del Banco Mundial). La suba del país en el Indice no es menor, teniendo en cuenta que este mismo índice y hasta el año pasado Argentina era el segundo país que más Calidad Institucional había destruído en el mundo, cargando con una caída de 94 lugares en 20 años.
Seguidamente, cabe destacar que entre 1996 y 2016 hubo retrocesos muy notables en la Calidad Institucional de los países de “espíritu bolivariano” o populista. En ese período hubo caídas de 105 posiciones en el caso de Bolivia, 94 posiciones para Argentina, 78 para Ecuador, 75 para Venezuela, 42 para Haití y 29 para Cuba. De este club, sólo Haití y Argentina mejoraron respecto al año anterior.
La presentación de este año estuvo vinculada a la importancia del comercio exterior en la mejora de la calidad institucional de los países. “Los países de mayor apertura comercial son países de mayor calidad institucional porque esa apertura limita la discrecionalidad de los gobernantes, reduce las presiones para obtener privilegios y empodera a los consumidores”, explicó Krause.
Para ver los resultados del Indice, hacer click acá:
http://www.libertadyprogresonline.org/2017/05/24/desde-el-cambio-de-gobierno-argentina-recupero-4-puestos-en-el-indice-de-calidad-institucional-de-libertad-y-progreso/