Lic. en Administración de Empresas. Magister en Economía Aplicada de la UCA. Doctorando en Economía en la UCA.
ÁMBITO FINANCIERO -El tipo de cambio, la inflación y el nivel de actividad, son las variables a tener en cuenta a las elecciones de octubre. Que pasará después de octubre.
Por el lado de los instrumentos, el BCRA puede intervenir directamente en el mercado cambiario utilizando reservas disponibles, intervenir en el mercado de futuros y convalidar tasas elevadas de interés. Con todo, pareciera haber recursos suficientes para llegar hasta las elecciones. Post-elecciones, será otro cantar y habrá que pensar muy bien el equilibrio del mercado cambiario. Es que el mercado cambiario hoy tiene una oferta de dólares ayudada por las subastas del Tesoro y los agro-dólares. De todos modos, de ganar el oficialismo, se podría recuperar la confianza y que vuelvan dólares al mercado local.
Otro punto de relevancia para el oficialismo es la inflación, que se encuentra en niveles elevadísimos. Aquí, la apuesta es apostar a mostrar una desaceleración de la inflación y con suerte llegar a octubre con una inflación mensual que ronde el 2%. De ocurrir esto, se estaría consolidando un proceso (lento) en la reducción de la inflación. Claro está, que este punto se relaciona con el anterior; ya que, de ocurrir una devaluación, el proceso de desinflación quedaría abortado. El apretón monetario no está dando aún los resultados esperados por el BCRA. Es que, si bien la base monetaria se congeló, la demanda de pesos cae y en la práctica esto es equivalente a emitir, ya que la oferta monetaria continúa siendo superior a la demanda de dinero. Similar al punto anterior, esta confianza también podría revertirse con un triunfo del oficialismo y más aún si hay convicción de encarar las reformas estructurales.
Finalmente, el caso del nivel de actividad es más complicado. Si bien es cierto que se ven síntomas de que la economía dejo de caer, también es verdad que no se observan síntomas de una recuperación. Por lo que un eventual repunte en el nivel de actividad económica sería, por el momento, a una velocidad muy lenta. Por ahora continúa empujando el agro, mientras que otros jugadores importantes, como la industria y el comercio, continúan cayendo (aunque a menor velocidad que en meses anteriores). Para que logre recuperarse es necesario que otros sectores (y no solo el agro) crezcan.
En conclusión, probablemente éstas sean las tres variables más importantes que siga de cerca el gobierno de cara a las elecciones. Desde ya que, luego de las elecciones, el desafío es enorme por los desequilibrios macroeconómicos estructurales. Más allá de quien sea el ganador de las próximas elecciones, es de suma importancia pensar cuál es la mejor manera para realizar las reformas estructurales que el país deberá hacer si realmente quiere recuperar la competitividad para crecer sostenidamente.
(*) Economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso