Fundador y Presidente de @FundacionBases (Rosario, Argentina). AEIOU.
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Bogotá, Buenos Aires, México DF, San Pablo, Santiago de Chile — En el marco del estudio independiente de opinión más grande realizado en la Latinoamérica, la encuesta de Somos Innovación (SI) muestra que la innovación juega un rol muy importante en la vida de los latinoamericanos.
Los resultados de los cinco mil encuestados en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México son claros: la gente quiere tener acceso a más innovación en sus vidas, ya sean productos o servicios, o a través de oportunidades laborales y trabajos mejores pagos. Los latinoamericanos valoran las oportunidades que la innovación aporta a sus vidas.
Hallazgos principales:
- 87% de los encuestados creen que favorecer la innovación es crucial tanto para el crecimiento económico como para la creación de empleo.
- A la hora de regular productos o servicios innovadores, 82% en los cinco países encuestados piensan que es importante que el gobierno tome en cuenta la opinión de la ciudadanía.
- 85% de los encuestados sostienen que, en una democracia, los gobiernos deben alentar la innovación en tanto esta crea mayores libertades de opción para la gente.
- En todos los países, la mayoría (84%) afirmó que es usuaria de productos y servicios derivados de ideas innovadoras.
Colombia, sede del unicornio Rappi, es el país latinoamericano donde el sentimiento en favor de la innovación es más fuerte. Así, 90% de los colombianos expresaron que usan productos y servicios basados en ideas innovadoras. Por el contrario, Brasil muestra los resultados más bajos. Sin embargo, también allí una considerable mayoría de 66% afirma hacer uso de productos y servicios innovadores.
Al mismo tiempo que el Ministerio de Turismo México busca restringir las plataformas de economía colaborativa como AirBnB, el estudio de Somos Innovación revela que este tipo de accionar colisiona con el apoyo popular que tienen este tipo de modelos de negocios innovadores. En efecto, 86% de los encuestados (87% en México) creen que plataformas como AirBnB no deberían ser restringidas o prohibidas, en tanto aportan una mayor conveniencia, bajan costos para los usuarios y fomentan los ingresos por viajes y turismo. De manera similar, 86% de los encuestados en los cinco países piensan que Uber y Cabify tampoco deberían ser prohibidos o restringidos. A su vez, 80% se manifestó de igual manera respecto de servicios de delivery como Rappi, ya que los mismo traen mayor comodidad a los usuarios y una nueva fuente de ingresos para los restaurantes y repartidores.
74% de los latinoamericanos opina que es importante que sus gobiernos no le pongan freno a la innovación cuando esta se encuentra en etapas tempranas a través de regulaciones que aparecen antes de que el producto o servicio sea comprendido correctamente. Además, la encuesta de Somos Innovación indica que el estado actual del marco regulatorio ha creado un perturbador clima de falta de certeza y confusión acerca de la legalidad de los servicios y productos innovadores.
Por ejemplo, cryptomonedas como Bitcoin son legales en los países encuestados. Pero sólo 45% cree que así lo sean. Los servicios vinculados a la economía colaborativa son, en principio, legales en la mayoría de Latinoamérica. No obstante, 31% alrededor de la región cree que Uber es ilegal o no está seguro de su status legal. Más de un cuarto de los encuestados (27%) piensan que rentar una habitación o una vivienda a través de servicios como el de AirBnB es ilegal o no están seguros. En Chile este número se eleva a un tercio (34%).
La percepción generalizada vinculada al vapeo guarda poca o nula relación con el hecho de que esté prohibido o permitido en los países del estudio. El vapeo es legal en Colombia, aunque sólo 46% de los adultos encuestados así lo creen. En la Argentina, adonde el vapeo está prohibido, un tercio de los adultos (33%) creen que es efectivamente legal, otro tercio cree que es ilegal (35%) y el tercio restante no lo sabe (32%).
Federico N. Fernández, Director Ejecutivo de Somos Innovación, explicó:
“Estos resultados muestran, sin lugar a ningún tipo de duda, que la gente quiere más innovación. También que la innovación es buena para los gobiernos y para el sector privado. Por otro lado, la regulación mal concebida es vista como un costo y como una distorsión de la dinámica económica, como algo que pone un límite artificial a la innovación y que fomenta la falta de reglas claras tanto para consumidores como para los innovadores”.
Al estudio completo se puede acceder en la web de Somos Innovación (SI): www.somosinnovacion.lat