INFOBAE.- El experto en el análisis y administración del gasto público indicó ante académicos de destacada trayectoria en el ámbito público y privado que “nunca antes en la historia argentina hubo un crecimiento de las erogaciones tan amplio como en los últimos tiempos, en términos del PBI, a 45% del PBI”que dio lugar a un déficit fiscal de 6% del PBI pero con otros agregados llega a duplicarse.
Por eso consideró Manuel Solanet que una de las tareas impostergables del próximo gobierno será comenzar una tarea de fuerte reducción del gasto y del desequilibrio de las públicas, como condición necesaria para recuperar la confianza de los inversores internacionales y volver a tener una moneda fuerte.
Según la serie que mostró el ex funcionario, el nivel de gasto público de 45% del PBI no sólo supera en 15 puntos del PBI al promedio estimado para el período 1980 a 2002, sino también excede en 10 puntos a la media de América Latina y en tres a la media de las naciones desarrolladas, donde la calidad de los servicios públicos y la infraestructura es varias veces superior a la de la Argentina, sino que además se debe agregar 2% del PBI por inversiones en infraestructura general, más educativa y sanitaria que se postergaron en los últimos tiempos, otro 1% por gasto ejecutado pero no pagado; y reducción en 5% del PBI de la presión tributaria que derivará en un recorte de las erogaciones del 3% del producto.
El experto alertó que al aumento del gasto “se suma el problema del impacto de largo plazo de la estatización del sistema previsional que el sector privado deberá resolver en el largo plazo” por la relación entre aportantes al sistema de reparto y los más de 6 millones de beneficiarios, los cuales casi la mitad se originaron en moratorias que incorporaron a quienes nunca hicieron contribuciones al sistema, o sólo parcialmente, Solanet estimó que entre las causas del aumento del presupuesto del sector público en su conjunto: nación, provincia y municipios 5,5% del PBI se originaron en remuneraciones, de los cuales 3,8% corresponden al total de las jurisdicciones del país; 3,4% a jubilaciones; 3,9% a subsidios a las familiar y 4,5% a subsidios económicos, como al transporte, la energía y otros.
Adicionalmente, el economista consideró que debería estimarse el efecto del gasto contingente o deuda flotante que constituyen los juicios con sentencia en firme contra el estado nacional, como ocurre con los holdouts y el sistema de jubilaciones.
Sin duda de que se trata de una empresa difícil, porque hay parte del gasto rígido a la baja, como las jubilaciones y la parte de la nómina salarial permanente; otras que requieren gradualismo como los subsidios sociales, para no afectar a los casos pobreza e indigencia extrema; y los económicos, que podrían recortarse de inmediato, aunque requiere de un análisis previo para subsidiar a la demanda en los casos necesarios, como se ha hecho con la garrafa social, y establecer precios de mercado para las empresas.
Necesidad de convergencia de las variables
“El tipo de cambio está desequilibrado que genera una estructura de precios relativos muy distorsionada y negativa que se manifiesta en las crisis que atraviesan las denominadas economías regionales, por la brecha entre la tasa de devaluación y la inflación”, dijo en su habitual paso por los estudios de InfobaeTV el economista Luis Secco.
El experto destacó que más allá de cuestiones ideológicas sobre las ventajas de tener un tipo de cambio único Luis Secco sostuvo que “hoy hay un problema cambiario importante en la Argentina”.
No se trata de la única variable desequilibrada. Secco observó que “el aumento de la Asignación Universal por Hijo del 30% se ubica por debajo del incremento promedio del 40% del gasto público, mientras que los recursos tributarios crecen al 30%, que está alineada con la expansión de dinero y más abajo la tasa de inflación, eso no es sostenible”, coincidió con el planteo que frente a académicos de ciencias económicas hizo Manuel Solanet.
Por eso, vaticinó que “en algún momento, las variables van a tener que converger, luego de un período electoral que se expande el gasto público y el gasto público vinculado con el Ahora 12, porque se van acumulando distorsiones hacia adelante”·