Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
El economista consideró que el Presupuesto 2017 “es electoralista”. “Entiendo que no puedan bajar el déficit fiscal por las elecciones, pero en algún momento deberán hacerlo”, advirtió por InfobaeTV
Uno de los principales factores que explica los altos niveles de pobreza en la Argentina está relacionado con la informalidad laboral. “Hay que procurar que la gente que tiene un empleo en negro pueda conseguir un trabajo formal. Y la única manera es eliminando gradualmente los impuestos al trabajo”, explicó el director de la Fundación Libertad y Progreso.
Según explicó, esta alternativa estaba prevista con el funcionamiento del sistema de las AFJP, pero luego resultó imposible de implementar por la estatización. “Con este nivel de presión fiscal es imposible que la Argentina sea competitiva. Hay que hablar en serio de bajar impuestos -señaló Etchebarne- pero para eso es imprescindible hablar de la reducción del gasto público”.
“Si no bajamos el déficit fiscal ya sabemos que el final es el default”
Para el economista, el gasto debería bajar no menos de 10 puntos en relación al PBI, es decir volver a la situación que existía antes de la llegada del kirchnerismo. “Puede ser comprensible desde el punto de vista de las necesidades electorales, pero la realidad es que este proyecto de Presupuesto 2017 no incluye el mínimo recorte de gastos”.
-Por qué denominaron en Libertad y Progreso este presupuesto como electoralista?
– El 4,3% es el déficit primario, pero contando los intereses llega a 6% del PBI. Muchos políticos te dicen que están en contra del ajuste, pero también en contra de la deuda, lo cual es totalmente contradictorio. Para el año que viene no se ven esfuerzos de disminución de gasto porque hay que ganar las elecciones y puede ser razonable. Pero si no se retoma la disminución del déficit como se había planteado en un principio ya sabemos cómo terminamos, en un nuevo default.
“Es natural que esto suceda tratándose de un año electoral -agregó Echebarne- pero como economista tenemos que alentar que la situación es grave. Si sube la tasa en los Estados Unidos se va a encarecer el endeudamiento para la Argentina y pueden suceder otras situaciones inesperadas. Por eso hay que dar señales claras de que se retomará la agenda de reducción del déficit, así se depende menor del endeudamiento externo”.
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