Dos de cada diez no pagan las expensas y los deudores se duplicaron en un año

Foto Agustin Etchebarne
Director General en 

Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 

CLARÍN – Para Ana María Ugarte pagar las expensas de su departamento de un ambiente, en Mataderos, es imposible. Con 67 años y una jubilación mínima de $ 5.660 no llega. Las expensas ya cuestan $ 1.000. “El año pasado, cuando tenía que pagar $ 500, ya fue muy difícil cumplir pero este año tuve que considerar vender la propiedad”, dijo Ugarte a Clarín. SIn embargo, la venta de la unidad sólo le alcanzaría para pagar un año en una habitación de una pensión porteña.

“Cobro la jubilación mínima y gasto $1.000 de expensas. Pensé en vender pero sólo me alcanzaría para una pensión por un año”, señaló Ana María Ugarte, de Mataderos.

En promedio, en un edificio de diez unidades, dos no pagan las expensas.

El número de deudores proviene de los últimos informes de la Asociación de Administradores de Consorcios (AIPH) de Capital.

Según la fuente, en el último año se duplicó la morosidad en expensas. Los informes de la AIPH estiman además que en la Ciudad de Buenos Aires existe un promedio de treinta unidades por edificio y más de 100.000 consorcios. Con cerca de un 20 % de deudores, calculan que hoy hay unas 600.000 propiedades que no están al día.

Una de las principales variables que repercute en su costo son los incrementos en los salarios de los encargados. En la Federación de Asociaciones de Consorcios, indicaron que, incluyendo el impacto en aportes sociales, llegan a representar hasta el 80%.

También se suman a este costo el mantenimiento de los ascensores, los servicios , patios, parques, cocheras y otros espacios de usos comunes.

Las expensas subirán más del 18% en el primer trimestre de este año, porque en diciembre hubo un aumento del 12% a los encargados del gremio de SUTERH, además de un bono no remunerativo en febrero de $ 2.000, expresó el presidente de la AIPH, Matías Ruíz.

En tanto, el aumento de expensas se suma a los de tarifas e impuestos y muchas veces se traduce en un retraso de los pagos. Pero la morosidad es un círculo vicioso: lo que una unidad no paga lo van a tener que compensar las otras.

“En momentos en los que se pide a toda la ciudadanía ajustar el bolsillo, las paritarias de los encargados de edificios parecen ser siempre ‘unilaterales y ‘excesivas’”, dijo a Clarín Cornelia Schmidt Liermann, diputada nacional del PRO por la Ciudad.

En momentos en los que se pide a toda la ciudadanía ajustar el bolsillo, las paritarias de los encargados parecen ser siempre ‘unilaterales y ‘excesivas’, dijo Cornelia Schmidt Liermann, diputada nacional del PRO.

“Cuando la mayoría de los asalariados ha recibido un promedio del 33% de aumento en sus haberes, los encargados recibieron un 40% en una negociación que, además, es posiblemente la única en la que no participan los propietarios de los departamentos”, profundizó Liermann.

También coincide en este punto el economista Agustín Etchebarne, director general de la Fundación Libertad y Progreso. “El año pasado, el aumento de los sueldos de los encargados fue superior a la inflación, si incluimos el bono de fin de año”, indicó.

En la entrevista con Clarín, Etchebarne dijo que las tarifas aumentaron fuertemente a nivel de los edificios, en especial AYSA -con subas de hasta el 700%-. Y que a eso se agregan nuevas normativas que incrementan los costos, por ejemplo, respecto del material contra incendios, ascensores y calderas, que obligan a contratar a ingenieros y así generan gastos extra.

Para frenar la escalada de las expensas, un proyecto de ley pretende incluir la representación de los propietarios en los convenios de paritarias, un reclamo ya histórico.

Como impulsora del proyecto, Liermann asegura que “las asociaciones de consorcistas, vecinos y ciudadanos han expresado hasta el cansancio que los administradores no los representan en las paritarias y piden sentarse a la mesa, algo que el Ministerio de Trabajo de la Nación ahora está evaluando”.

Las asociaciones de consorcistas y vecinos han expresado hasta el cansancio que los administradores no los representan en las paritarias y piden sentarse a la mesa, algo que el Ministerio de Trabajo de la Nación está evaluando, dijo Liermann.

El retraso en el pago de las expensas no interrumpe los servicios y sólo conlleva un interés punitorio. Por eso, para muchos, es de lo primero que se deja de pagar.

Sin embargo, la administración puede comenzar los trámites para que, luego de tres meses de deuda, pase a una resolución judicial y, a partir de ese momento, los propietarios corren riesgo de perder el departamento.

En los últimos meses, no pude afrontar las expensas y tuve miedo del desalojo. Con ayuda de vecinos, al final, lo solucioné, contó Elena Garay (72), de Flores.

“Tuve mucho miedo de que me desalojaran. Vivo hace treinta años en el mismo lugar pero durante los últimos seis meses no pude pagar las expensas”, dijo Elena Garay (72), de Flores. “Me daba mucha vergüenza que mi nieto pensara que soy una incumplidora. Eso era de lo más difícil de la situación”, continuó. Sin embargo, con ayuda de los vecinos, pudo pagar la deuda: ella se ocupó del 55 % y otros tres propietarios aportaron dinero para completar la dueda. En el edificio de Garay, las expensas subieron en enero de $ 600 a $ 2.000.

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