Ante la crisis en la era Macri ¿cuáles son las soluciones?

Foto Agustin Etchebarne
Director General en 

Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 

EL INTRANSIGENTE – La tormenta económica no para de azotar a la Argentina bajo el gobierno de Mauricio Macri, con una volatilidad cambiaria imparable que impone un dólar sin freno –registrando una récord histórico por encima de los 32 pesos este martes- una inflación por las nubes que castiga al bolsillo de los trabajadores y los sectores más vulnerables, y el temor de muchos más empleados de perder sus puestos de trabajo.

Ante este escenario de incertidumbre que atraviesa el país, el economista Agustín Etchebarne, en diálogo con El Intransigente, habló no solo de crisis sino también de soluciones. ¿Cuáles son? “El tema es entender el problema”, resaltó el especialista.

“El problema es que Argentina, en los últimos 15 años, y de una manera muy grosera, fue aumentando la cantidad de gente que tiene trabajos improductivos o no trabaja y recibe dinero sin trabajar. Entonces, hay 22 millones de personas que o trabajan del Estado o reciben dinero sin hacerlo. Y hay solo 8 millones de personas que están trabajando en el sector privado formal. Por lo cual, solamente vamos a solucionar este problema si comprendemos que hay que tener un traspaso de gente de trabajos improductivos a trabajos productivos”, explicó Etchebarne.

“En esto tiene que ver el Estado nacional, provincial y municipal. Hay que reestructurarse, porque pasaron de 2 a 4 millones de empleados públicos, que hacen lo mismo a lo que se hacía antes. De forma tal, que la productividad del empleado público bajó a la mitad”, agregó. “No solo es esto, también son los sindicatos, por ejemplo, los sindicatos están en contra de todas las innovaciones, están en contra del check in, están en contra del telepeaje, están en contra de todas las cosas que implican que se puede hacer el mismo trabajo con menor cantidad de gente”, precisó.

Cuando se le preguntó para reacomodar esa gente, el economista subrayó: “En una economía libre, simplemente la empresa despide y otra empresa nueva que se genera, toma a esa persona”. Sin embargo, durante la entrevista se recalcó que el inconveniente está en que, actualmente, debido a la situación por la que atraviesa la Argentina, se complica generar compañías nuevas que produzcan empleos, por lo que el especialista reconoció que “estamos  en un círculo vicioso”.

Y sostuvo: “Para tratar de mantener los trabajos improductivos lo que hacemos es complicarle las cosas a las empresas nuevas. Entonces,  mantenés salarios altos en trabajos improductivos. Le pagás muy alto a los que están atendiendo la cabina del peaje para un trabajo que lo puede hacer una máquina, y la máquina lo hace por mucho menor costo. Si tenés trabajos improductivos, en realidad no podés pagar salarios altos, vas a pagar cada vez más bajo, porque se está compitiendo con las máquinas”.

“La única manera de salir de esto es cambiar completamente de sistema económico y pasar a un sistema económico libre, que es lo que funciona en todos los países desarrollados. Si se ven los 20 países desarrollados del mundo, se observará que son países libres y hay mucha flexibilidad, hay empresas que cierran, que se abren empresas que reducen personal, hay empresas que toman personal y hay mucha flexibilidad laboral. La consecuencia es que los trabajos son más productivos y los sueldos son el doble y el triple”, precisó.

“Si Argentina entra a hacer estas reformas, el premio que tenemos es enorme. Eso es lo que me interesa que la gente comprenda. El premio por hacer las reformas es que en diez años el salario real de los argentinos va a ser el doble, los policías van a ganar el doble en términos generales, los maestros van a ganar el doble en términos reales, pero no podés tener 1.200.000 maestros si, en realidad, necesitas 400.000 o 600.000”, consideró.

“Tenemos tres veces más maestros por alumnos de los que tiene Australia, porque hay montón de maestros que están haciendo otras funciones que no tienen nada que ver con la enseñanza, están metidos en la política, lo mismo pasa en todos los rubros”, opinó. “La forma de pagar mejores sueldos es tener trabajos más productivos, pero si hay reglas que impiden hacer eso, entonces no se va a llegar nunca”, advirtió.

“Si se comprende esto, la solución es difícil, pero se ha hecho en muchos países, es decir, no se puede decir que no se puede hacer, porque se ha hecho en muchos lugares. Por ejemplo, en todos los países soviéticos, en muchos países hicieron reformas estructurales profundas, algunas las hicieron de shock y otros lo hicieron gradualmente, ¿a quién les fue mejor? A los que lo hicieron de shock. Los que lo hicieron gradualmente, nunca terminaron de lograr que se reactiven las inversiones. Entonces, el crecimiento fue menor, además se crearon, por ejemplo, privatizaciones con amigos, en lugar de hacer una cosa mucho más libre, entonces se creó el famoso capitalismo de amigos, esquemas corporativos como el que tiene Argentina”, indicó.

“Los países bálticos, como Polonia, Estonia, República Checa, que hicieron reformas de shock, la verdad que funcionaron muy bien. Muy rápidamente, la economía empieza a crecer y el costo social es mucho menor”, mencionó. Al momento de explicar esta metodología, Etchebarne dijo que se trata de “un conjunto de políticas que hay que pensarlas en secuencia, donde la primera es la Reforma Laboral, porque se necesita crear empleo privado, productivo, y para crearlo no se puede tener las reglas laborales del cooperativismo fascista de Mussolini, que es el que trajo Perón a la Argentina y que seguimos teniendo”.

“Los sindicatos hoy lo que defienden es el trabajo improductivo, eso no lo podemos tener, porque sino no se va a lograr que nazcan las nuevas empresas. Después se necesita una desregulación, porque hay 69 mil regulaciones que le complican la vida a las Pymes, hay que aliviar la vida de las pequeñas y medianas empresas. Luego está el tema impositivo, tenemos 100 impuestos que asfixian completamente al sector privado. Hay que eliminar 90 impuestos, pero para eliminarlos primero hay que hacer otra cosa adicional, que es reforma del Estado”, explicó.

“Ahí volvemos al primer punto, no se puede tener el doble de los empleados que había hace 15 años para hacer las mismas cosas, porque la productividad te cayó a la mitad. Con lo cual, estaría aumentando la productividad del sector público y estaría aumentando la productividad del sector privado. Cuando se hacen estas reformas, el sector privado explota y tiene mucho para crecer Argentina”, agregó.

“Si se mira la minería, el PBI de minero de Canadá, Australia o Chile, es cuatro veces mayor que el de Argentina. Como mínimo podríamos duplicar el PBI de la minería, eso requiere reglas claras, como los países Canadá o Australia, donde se puede hacer minería a cielo abierto. En nuestro país hay 7 provincias que tienen prohibida la minería a cielo abierto, pero con reglas de juego que hay que dejar un plan ecológico, cuando se termina de trabajar, hay que dejar el suelo remediado. Ese tipo de cosas de racionalidad para la explotación, pero que son las que hacen todos los países del mundo serio, copiar lo que hacen los países serios”, continuó.

“Lo mismo pasa con el Turismo, tendría un futuro fenomenal. Para empezar con el tema de las Low Cost, me parece que es un tema muy importante, pero se empieza a hacer muchas cosas adicionales, por ejemplo, lo que hacen en Uruguay, que devuelven al turista el IVA que pagan con tarjeta. Eso tiene un doble beneficio, uno, que es un estímulo para los turistas, llegan y van a tener un costo del 21% de IVA en Argentina que reduce el costo, es un estímulo fuerte para el turismo. Pero, además, va a tener la tendencia a blanquear la economía, porque el turista va a pagar con tarjeta, por lo tanto, la cantidad de restaurants que no te dan factura y demás, vas a tener por lo menos con el turismo un blanqueamiento. Va a haber más gente pagando y se puede bajar más los impuestos. El problema es que paga mayor cantidad de gente, menor cantidad de impuestos. Es un conjunto de reformas que hay que hacer todas juntas, el premio es fenomenal, es que se empieza a crecer al 6% anual”, precisó.

Consultado por El Intransigente respecto a las consecuencias de todo lo que mencionó anteriormente,  Etchebarne  respondió: “Se va a aliviar al sector privado, y al sector público va a agarrar a una cantidad de gente que tiene que reinvertirse. Por supuesto, lo que hay que hacer es darles tiempo. Por ejemplo, a nivel nacional, que existen 750 mil empleados, calculamos que se puede reducir cerca de 200 mil, esas serían personas que quedan en disponibilidad. No pretendemos que vayan a la calle el primer día, lo que decimos es hacemos la reestructuración, tenemos un Estado eficiente, y quedan 200 mil personas que tienen que pasar al sector privado, les damos tiempo, pero no infinito. Les damos un año, año y medio, nosotros proponemos incluso cambiar la ley y que les den dos años, porque estamos en recesión y ahora sería muy difícil, hay que esperar que la economía empiece a crecer, pero en dos años tienen que pasar a otro trabajo”, explicó.

“El Estado lo ayuda, porque puede hacerse cargo de las cargas patronales durante un tiempo, cosa que el sector privado que toma a estas personas, que vienen con los vicios del trabajo en el Estado, que muchos privados no quieren tener, ex empleados públicos y demás, les das la ventaja de ahorrar las cargas patronales durante un tiempo, que es importante. También, proponemos que también el Estado se haga cargo del reintegramiento en el nuevo lugar de trabajo de estas personas, por ejemplo, los primeros dos meses. Es decir, tal vez no sea la mejor propuesta la nuestra. Lo que sí, tenemos claro que es esto lo que hay que discutir, eso me encantaría a mí que podamos discutir en la Argentina”, remarcó.

Por otro lado, cuando se le mencionó que la gente todavía está cambiando pesos en dólares, aun cuando el billete verde está tan alto y que esos ahorros los guardan en su casa, en cajas fuertes, pero hay una desconfianza de volver a guardar la plata en los bancos, Etchebarne consideró que “eso todavía no se observa, cuando uno mira los depósitos en los bancos, los depósitos no están cayendo”, insistió.

“Puede ocurrir en algún momento, pero eso no está ocurriendo. Sí hay una desconfianza con el peso, eso está clarísimo, por eso compran dólares. Los depósitos totales del sistema están iguales. Eso es una nueva escalada de la desconfianza. Hoy tenemos una desconfianza, por eso es importante terminarla, acabar con este problema lo antes posible, porque si no puede derivar en ese segundo tipo de desconfianza que es mucho más grave, porque si los depósitos se van del sistema, ahí sí hay un problema de solvencia de los bancos, se puede llegar a problemas muchos más serios”, concluyó.

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