(Xinhua) — Una mayor apertura comercial permitirá a Argentina poner en marcha su economía en un contexto adverso por la pandemia del COVID-19, afirmó hoy la analista Natalia Motyl.
La economista de la Fundación Libertad y Progreso (FLyP) dijo en entrevista con Xinhua que “Argentina debe aprovechar la suba del precio de las commodities que se van a producir en los meses que vienen, fruto de una mayor demanda mundial”.
“Es necesaria una mayor apertura comercial. El Gobierno no puede darse el lujo de comerciar sólo con los países y regiones que el Mercado Común del Sur (Mercosur) desea. Argentina debería comenzar a negociar bilateralmente con sus principales socios comerciales”, remarcó la académica.
Motyl pronosticó un auge en la demanda mundial de los productos argentinos, principalmente del sector alimenticio, e instó a estar preparados para sacar la mayor ventaja de esa situación.
“Si ahora nos cerramos al mundo, perdemos”, advirtió la experta.
El primer trimestre del año cerró para Argentina con superávit comercial de 3.297 millones de dólares, producto de exportaciones que sumaron 13.200 millones de dólares (una caída interanual del 6,8 por ciento) y de importaciones que retrocedieron un 18,6 por ciento interanual, al alcanzar los 9.903 millones de dólares, según datos oficiales.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dijo el mes pasado que la economía argentina retrocederá un 6,5 por ciento en 2020 por la pandemia y el alto nivel de endeudamiento.
“Este año la actividad en Argentina caerá al menos un 10 por ciento. Desde marzo, por la pandemia, tenemos a la economía más vulnerable de la región en ‘hibernación’. Sectores como turismo, construcción, automotor o siderúrgico tienen problemas de liquidez y solvencia”, advirtió Motyl.
Además, hay problemas en las cadenas globales de suministros, por lo que no hay posibilidad de que los sectores mencionados repunten este año, por más que se les faciliten líneas de crédito, consideró la experta.
En 2021, “en el mejor escenario, sin caer en default (cesación de pagos), es posible una leve recuperación de la economía recién a partir del segundo semestre”, señaló Motyl.
Ello será impulsado por el sector agroexportador, el único ganador en términos relativos, y especialmente por una mejora en las condiciones externas, agregó la analista.
Al ahondar en la situación interna derivada de la cuarentena por el COVID-19, la analista de la FLyP sostuvo que “es urgente una baja de impuestos que otorgue liquidez a sectores que están paralizados por las medidas para mitigar la propagación de la enfermedad”.
“Ello debe estar acompañado de una baja en las regulaciones y de una reducción en el gasto público, con recorte de salarios de los empleados públicos. Es necesaria también una muestra de ‘solidaridad’ por parte de funcionarios, privándose por un año de salarios y privilegios”, enfatizó la entrevistada.
Argentina, en cuarentena desde el 20 de marzo al 10 de mayo por el COVID-19, confirmó hasta la noche del miércoles 5.208 casos, de los cuales 1.524 se recuperaron y 273 fallecieron.