DIARIO LA MAÑANA – Medios nacionales informaron que “la velocidad” a la que el dinero en efectivo tuvo que salir de los Bancos para atender las necesidades de empresas y familias en más de 50 días de aislamiento social obligatorio, “pone en jaque” la capacidad productiva de la Casa de la Moneda y genera todo tipo de complicaciones a entidades bancarias y transportadoras de caudales. Por este motivo, el Gobierno nacional analiza la posibilidad de lanzar billetes de denominaciones más altas, de hasta $ 5.000, que permitan imprimir moneda a un ritmo más acorde con el crecimiento del dinero en circulación.
Al ser consultado sobre este tema, el economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación “Libertad y Progreso”, afirmó a La Mañana que emitir un billete de mayor denominación es “una buena idea”, pero aclaró que hoy un billete de $ 5.000 representa lo que valió el billete de $ 50 cuando entró en circulación; y añadió que si se concreta la impresión de esos nuevos billetes, será “una mala noticia” para el país.
“Se está emitiendo de manera exorbitante, superando ampliamente la demanda de pesos. Por ello, hoy tenemos billetes nacionales que no valen nada. Esto implica que se deba emitir una cantidad cada vez mayor de billetes, lo cual significa un costo mayor. Por este motivo, resulta conveniente emitir billetes de mayor denominación, para tener que gastar menos en impresión de billetes. Pero en realidad, lo que importa es el valor de la cantidad de billetes emitidos”, explicó Abram a este diario.
“Lo relevante es la cantidad de pesos que se emite, no el número de billetes. Emitir billetes de $ 5.000 resulta más barato que imprimir una mayor cantidad de billetes de $ 1.000. Pero en términos de pérdida de poder adquisitivo de la moneda, el resultado es el mismo. La diferencia es el ahorro efectuado por el Estado en impresión de billetes”, agregó el licenciado.
“Que se analice la posibilidad de emitir un billete de $ 5.000 es una muestra de que el Banco Central es una ‘máquina’ de quitar poder adquisitivo a los argentinos, estafarlos y empobrecerlos. Sobre todo, a los más pobres, quienes tienen la mayor parte de sus ahorros en pesos. De a poco, la gente va a notar cada vez más el empobrecimiento, por la caída de los ingresos nominales y por la pérdida de valor del peso”, apuntó.
Por último, Aldo Abram detalló que si bien existe un exceso de pesos en el mercado, se observa una escasez de monedas en Formosa y en otros puntos del país, debido a que al Banco Central “le resulta más conveniente” emitir billetes de $ 5.000 que acuñar monedas de menor denominación, debido a la inflación y al alto costo que implica producir monedas.
“La tendencia del BCRA es producir billetes; y se deprecia tanto cada moneda, que termina valiendo más por su peso que por su denominación. Así, las monedas tienden a desaparecer”, manifestó el profesional.
