Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.
BAE NEGOCIOS – Por la coronacrisis, el Gobierno argentino estima una caída de la economía para este año que tiene un piso del 6,5% de acuerdo con un informe reservado del Ministerio de Economía. El aislamiento social preventivo y obligatorio que impactó en la actividad sigue siendo el principal tema de debate cuando el país se encamina a cumplir tres meses de cuarentena, más estricta en la región metropolitana. Esto quedó en claro con los planteos que le llevaron al presidente Alberto Fernández una docena de los empresarios con mayor poder en el país, y las cámaras comerciales que reclaman avanzar hacia la reapertura o flexibilización para recuperar la actividad económica.
La apertura fabril y comercial no es el único aspecto. Desde varios sectores están advirtiendo que la crisis provocada por el coronavirus determinó también una retracción en el consumo por los cambios de hábitos y por la incertidumbre, además de la caída de ingresos.
“Aun en los países en los que no hay cuarentena obligatoria, la gente deja de trasladarse y concurrir a los comercios y consumir para no contagiarse”, afirma Magdalena Rua magíster en Economía Política e investigadora. “Entonces hay una caída del consumo generalizada que impacta en el PBI y en el ingreso de las empresas”, agrega.
“Por más que los gobiernos no impongan cuarentenas estrictas, la gente deja de movilizarse e ir al trabajo por una actitud de precaución. Por ejemplo, bajó mucho la actividad de la gente en entros comerciales”, coincide Leonardo Chialva, economista de la consultora Delphos.
Iván Carrino, magíster en Economía y consultor, también entiende que hay una crisis de la demanda: “Incluso los países menos restrictivos tomaron alguna medida. Por ejemplo, en Suecia los bares no pueden dejar ingresar su capacidad total”.
El otro problema para los países que no se cerraron es que igualmente se desplomó el comercio exterior. “La caída de la actividad no se debe sólo a la cuarentena. Economías industriales integradas de forma global, como Suecia, sufrieron la interrupción de insumos provenientes de otros países, así como el desplome del turismo”, explica Eduardo Levy Yeyati, economista de la consultora Elypsis y decano de la Escuela de Gobierno de la UTDT.
Chialva agrega a esto que el problema también está en la baja de la demanda externa: “Un fabricante de cajas de cambio, por más que no esté en cuarentena, si no se venden autos no tiene a quién venderle”, ejemplifica.