A24 – Estados Unidos muestra su preocupación por la situación económica y sus problemas generan un efecto domino en el resto del mundo. Este miércoles, la Reserva Federal (Fed) subió medio punto la tasa de interés con el objetivo de contener la escalada inflacionaria. Es decir, que el indicador pasó de a 0,75% a un 1%, y es la primera vez en 22 años que el banco central sube tanto las tasas.
Argentina no es la excepción e indirectamente recibirá los coletazos de los problemas económicos del país norteamericano.
¿Cómo afecta la suba de las tasas de Estados Unidos al acuerdo con el FMI?
Alfredo Schclarek Curutchet, economista e investigador asociado a la consultora Equilibra, detalló a A24.com que en principio, la tasa de interés a la que afecta este incremento es a la de corto plazo. Como efecto de la medida, también impactará a la de largo plazo, que por ejemplo, son los bonos con vencimiento a 10 años.
“Esta última tasa es la que se considera como la tasa de interés libre de riesgo, y a partir de la cual se rigen los países emergentes que emiten bonos o deuda a largo plazo. Es decir, se va a encarecer el endeudamiento“, explicó.
En este sentido, el pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) implicará que se rija por parámetros más elevados.
Las políticas monetarias de la Reserva Federal afectan al resto del mundo.
¿Cómo afecta al comercio?
Aldo Abram, economista y Director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, indicó a este medio que como el dólar es la unidad de medida en la que cotizan todos los bienes comercializables, va a haber una baja de los precios internacionales frente a una divisa que toma valor y se aprecia.
“Se están retirando los dólares. Entonces, los capitales que financiaban, ya no están. Los grandes compradores tienen menos dinero y se afecta al valor de exportaciones. No lo vemos hoy en su plenitud porque hay una guerra entre dos países que son nuestros competidores directos en el mercado y quedaron afuera”, graficó el especialista.
El impacto en el dólar
La moneda extranjera fluctúa en Estados Unidos y lo normal es que aquí ocurra lo mismo. “Debemos esperar que tienda a subir en el mundo y acá también”, enfatizó Abram.
Se proyecta que, como efecto reflejo, el dólar suba en todo el mundo.
Pero se da un segundo fenómeno en la divisa y es que se afectan los flujos de capital que se van de los países emergentes. Es decir, como Estados Unidos está tomando la posta en subir sus tasas de interés para controlar la inflación, muchos inversores deciden volcarse al mercado estadounidense porque les conviene.
El dólar se vuelve más caro y se fortalece en relación a otras monedas de índole nacional. La consecuencia inmediata es que el tipo de cambio en Argentina tenga que subir más rápido, y por ende el poder adquisitivo caiga y aumente la inflación.
En conclusión, se genera un circulo sin fin en donde la devaluación del peso, la suba del tipo de cambio, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo se acentúan con lo que ocurre en la otra punta del continente. Sin embargo, como punto positivo, se pueden observar dos cosas. Por un lado, que es un impacto marginal. Por el otro, que lo que está sucediendo era lo esperable y el mercado lo tuvo en cuenta previamente.