PERFIL – En los últimos días, la economía argentina está sufriendo una nueva sacudida con la suba del Blue hasta los $ 211 y el salto del CCL por arriba de los $ 227. Además, el riesgo país perforó la barrera de los 2.000 puntos, ya está en 2.097 pb y los bonos en pesos perdieron un 10%. Ante estas noticias, se llegó a plantear la posibilidad de un default de la deuda en pesos, pero rápidamente el ministro Martín Guzmán lo negó categóricamente por medio de un tuit en la noche de este domingo 12.
“Y en cuanto a la barbaridad de defaultear deuda en pesos: nuestro Gobierno jamás haría eso. El crédito en la moneda propia es un pilar de todo Estado soberano”, dice el mensaje del funcionario en el cual adjunta una imagen con un titular del diario Clarín y explica la suspensión de su viaje a Canadá en ocasión del Foro de Minería.
Perfil.com dialogó con algunos economistas para conocer cuál es la situación hoy, y ver qué opinan sobre la posibilidad de un default en pesos. En primer lugar, el Licenciado y Master en Ciencias Económicas y director ejecutivo de Libertad y Progreso, Aldo Abram, explicó que las deudas en moneda nacional siempre son más fáciles de pagar para los países porque cuentan con una serie de instrumentos, uno de los cuales es la emisión, para solucionar esa problemática.
Asimismo, agregó que “el problema de la deuda de la Argentina es la falta de credibilidad”. De acuerdo con el director ejecutivo de Libertad y Progreso, “en todos los países la deuda tiene a subir, sin embargo, en los países desarrollados es más fácil acceder a créditos para refinanciarla”.
Con respecto a la deuda en pesos, señaló que ” es poco probable que haya un default este año porque el país cuenta con las herramientas necesarias para evitarlo”. Igualmente, resaltó que esos instrumentos provocarán una nueva caída en el poder adquisitivo de los argentinos. Además, señaló que ante las pocas expectativas de crecimiento es probable que haya otro reperfilamiento de deuda el año próximo, sobre todo si se tiene en cuenta que son las elecciones y que una mayor emisión incrementaría sobre manera la inflación.
Para cerrar, Abram sentenció: “El default es un hecho mientras Argentina no resuelva los problemas de fondo”.
El Gobierno nacional no logra sumar reservas y se reavivan fantasmas
Por su parte, el analista económico, financiero y en negocios, Salvador Di Stefano, detalló que, “hoy en día, la deuda en pesos es de 125 mil millones de pesos, lo que equivale a 25 puntos del PBI”. Para el especialista, el número en sí no es una deuda de un gran tamaño, pero sucede que el país no genera los recursos para pagarlo.
Sobre la posibilidad de que haya un default, Di Stefano aseveró que “no hay ninguna posibilidad de que Argentina entre en default”. Según el economista, como los vencimientos son el corto plazo, lo más probable es que haya una reestructuración.
Al igual que Abram, Di Stefano sostuvo que el país no cuenta con la confianza para pagar la deuda y tampoco tiene una reactivación económica que le permita recuperar esa confianza para poder generar el dinero para pagar.
En tanto, el economista y politólogo Pablo Tigani, subrayó que el propio ministro Guzmán dijo que no pagar la deuda en pesos sería una estupidez. Por lo tanto, Tigani recalcó que “no hay ninguna posibilidad ni voluntad de no pagar”.
Por otro lado, opinó que nota una cierta predisposición de algunos sectores por generar temor para causarle un grave problema a este gobierno previo a las elecciones del año que viene.
Qué hubiera hecho la oposición ante este escenario
El ex ministro de Hacienda Hernán Lacunza calificó de “falsas” las versiones que le atribuyen haber dicho que, en caso de que estuviera Juntos por el Cambio en el poder se reperfilaría la deuda en pesos.
“Me dicen que me atribuyen conjeturas sobre el tratamiento de la deuda en pesos en un eventual futuro Gobierno. Falsas”, aseguró Lacunza a través de Twitter.
El referente económico del PRO sostuvo que “a un año y medio se desconoce la herencia y la solvencia fiscal y financiera depende de lo que haga el Gobierno en funciones, no el anterior ni el próximo”. Aun así, aclaró: “Dicho eso, ninguna declaración, ni en ni en off, ni en privado ni en público, de ningún funcionario o referente de la oposición, puede competir con los hechos”.
“En los primeros 5 meses, con déficit inicial de 3% PBI e inflación trimestral anualizada orillando 100% el gasto crece 13% arriba de la inflación y los ingresos 2%”, sostuvo el economista en su posteo. Incluso, advirtió que el escenario actual muestra una “brecha fiscal divergente” a la que califica de “origen de deuda futura”.